Share This Article
Si alguna vez el Club Ñuble fue el escenario indiscutido de los eventos más renombrados de Chillán, el punto obligado del encuentro entre quienes escribieron muchas de los capítulos de la actual capital regional de Ñuble, hoy algunas fotografías en blanco y negro que adornan los muros son unos de los pocos testimonios de lo que fue un tiempo más alegre para el icónico centro.
El 2014 fue el año en que la historia dejó de contarse con ojos de añoranza o en tono de adagios.
Una auditoría interna ordenada por la directiva derivó en una denuncia por apropiación indebida de dineros en contra de quien, desde el 2009, había sido, tal vez, su más recordado administrador, Ernesto Sáez San Martín, a quien se le responsabilizó por la pérdida de $26.743.932.
Fue despedido y querellado, mientras él insistía en su total inocencia.
Pero también hubo otra versión, la de él. Una que hablaba de un despido injustificado enraizado en la animadversión que le tuvo uno de los directivos con mayor poder de decisión y en una deficiente capacidad laboral en quienes lo sucedieron como administrador.
Siendo solo su voz contra la de muchos en el Club, fue por cierto, la voz menos escuchada por los medios.
Sin embargo, tras cinco años de investigaciones, declaraciones, litigios judiciales, el 2 de julio de 2019, Ernesto Sáez fue absuelto por unanimidad de los cargos formulados por la Fiscalía y por el abogado querellante, Gumercindo Quezada.
Los 26 millones declarados como perdidos no se recuperaron y además hubo otros gastos asociados al proceso, que para cubrirse, fue necesario vender dos terrenos que el Club tenía en Las Trancas.
Dicen en el Club que hubo que pedirle prestado a algunos socios, y aún se está en proceso de pago de estas deudas. Lo cierto es que David Carrasco, presidente actal del centro de eventos, dice que “el club lo arrendamos a una concesionaria particular, y son ellos quienes ahoran administran el local, nosotros coexistimos en ese local. Hoy el Club Ñuble no tiene empleados”.
“Fui el más exitoso”
En entrevista con LA DISCUSIÓN, Ernesto Sáez dice que “yo fui el administrador más exitoso de los 40 años del club, fui el que realizó las más importantes mejoras. Cuando llegué no tenían ni manteles, cuando me fui los dejé con cerca de 168 socios, implementado para 150 personas”.
En contraste con las primeras declaraciones que hablaban de dineros que él no declaró por concepto de eventos y del no pago de cotizaciones de empleados, se defiende dicendo que “lo único que dejé fueron algunos pasivos, propios de cualquier empresa. Pero la gente debe entender que acá nunca se perdió dinero por eventos. Si se perdió dinero fue por un mal manejo de ellos (los directores) y lo de las cotizaciones, como quedó demostrado en el juicio, no era yo quien debía pagarlos, sino el contador”, aclara.
Y si en algo podría coincidir con los querellantes es en que “siento que el trabajo de la Fiscalía fue muy malo. Hubo cambios de fiscal tres veces y nunca me quisieron recibir. Quise entregarles antecedentes y documentación, pero jamás aceptaron reunirse conmigo. Cuando me dieron fecha para reunirme, el plazo de investigación ya se había cumplido Eso ya habla muy mal de la importancia que el Ministerio Público le dio al caso”.
Otro episodio que lamenta fue la asignación de un abogado defensor, quien asegura, ni siquiera estudió su caso.
“Fue el defensor regional el que, advirtiendo la manifiesta falta de defensa, me designó un nuevo defensor (Antonio Guerra) para enfrentar el juicio oral. Su intervención ha sido crucial para ejercer mi derecho a defensa y enfrentar a mis acusadores”, señaló.
Finalmente, Sáez dice que espera preparar un punto de prensa para esta semana para hacer sus descargos ante todos los medios de comunicación.
En un comunicado enviado a nuestro medio hay pasajes en los que plantea que “sin pruebas que demostraran siquiera indiciariamente la comisión de un delito, un fiscal de esta ciudad formalizó una investigación en mi contra. ¿Con qué objeto? Solo con el objeto de satisfacer el afán de venganza de unos pocos que, cegados por quién sabe qué pasión, querían que yo asumiera responsabilidades más allá de las que me correspondían. El fiscal no necesitaba formalizarme. Pudo haber seguido investigando hasta esclarecer los hechos”.
Habría “más sorpresas”
David Carrasco advierte que “aún no sabemos cuánto dinero fue el que se perdió porque como todo estaba en investigación, aún quedan algunas multas y pagos previsionales que revisar”.
El presidente, resignado a regañadientes con el fallo del Tribunal Oral en lo Penal, dice que “es mejor no dar más opiniones, pero sí te puedo decir que seguro habrá más sorpresas”.
También vivió el caso por dentro el abogado Juan de la Hoz, quien representó al Club ante la demanda laboral que Sáez les hizo por despido injustificado.
Según Sáez “De la Hoz me acusó de falta de probidad en el tribunal, es decir, le mintió a los jueces”.
El aludido responde que “si el tribunal laboral no le dio ha lugar su demanda fue porque él como administrador incurrió en incumplimientos que fueron calificados de graves. No hay que confundir el ser absuelto que ser declarado inocente y éste no es el caso”.
De la Hoz, miembro del Club Ñuble, dice que “ha habido problemas económicos y malas administraciones, no solo la de él, pero la voluntad para salir adelante está y esperamos cerrar para siempre este capítulo que tanto daño nos hizo”.