Señor Director:
El aumento inesperado de la inflación tiene significativas implicancias, pues no solo impacta en los indicadores económicos, sino que también incide en la calidad de vida de la población.
En términos económicos, el aumento de la inflación puede desencadenar efectos negativos en la estabilidad macroeconómica. Por un lado, la erosión del poder adquisitivo de la moneda disminuye la capacidad de compra, lo que puede llevar a una contracción del consumo y, por ende, a una desaceleración en el crecimiento. Por otro lado, el incremento en los costos de producción puede traducirse en una reducción de la competitividad de las empresas.
Además, el aumento de la inflación también plantea desafíos en términos sociales. El impacto de la inflación en distintos grupos de la población puede generar un aumento en la desigualdad, en especial si los incrementos de precios afectan de manera desproporcionada a los segmentos más vulnerables. Asimismo, el encarecimiento de los servicios básicos y otros bienes esenciales puede dificultar el acceso de la población a estos recursos, lo que puede tener consecuencias adversas en su bienestar.
Ante este panorama, las autoridades económicas deben adoptar medidas adecuadas para contener el aumento de la inflación y mitigar sus efectos. Dichas medidas podrían incluir ajustes en las políticas monetarias y fiscales, así como acciones dirigidas a promover la competencia en los mercados y mejorar la eficiencia en la asignación de recursos.
Daniela Catalán Ramírez
Académica de Ingeniería Comercial USS