El déficit presupuestario de Estados Unidos se disparó a casi un billón de dólares en el año fiscal 2019 mientras crece la deuda del gobierno, dijo el viernes el departamento del Tesoro.
El rojo subió 26% a 984.000 millones de dólares, el mayor en siete años, en tanto los gastos superaron los ingresos fiscales tras el recorte de impuestos aplicado desde 2017.
Los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump en sus varias guerras comerciales aportaron 30.000 millones de dólares al erario estadounidense, según el Tesoro.
“El programa económico del presidente Trump está funcionando”, dijo el secretario del Tesoro Steve Mnuchin en un comunicado e instó a los legisladores a cortar “el derroche y el gasto irresponsable”.
El aumento del déficit resalta el enorme desequilibrio en las finanzas del gobierno de Trump mientas quedan a la vera del camino las clamores de disciplina fiscal.
Con la economía en crecimiento, el gobierno obtiene más dinero de los trabajadores, importadores y empresas que pagan 3,5 billones de dólares en impuestos; casi un 4% más que en 2018.
Sin embargo el gasto crece dos veces más rápido y subió 8,2% a 4,5 billones de dólares debido a los aumentos de las tasas de la deuda pública, el gasto en defensa y desembolsos para programas sociales como Medicare (atención médica) y Seguridad Social.
El endeudamiento aumentó este año a 79,1% del PIB desde 77,5% del año previo.
Reiteradamente Mnuchin ha sostenido que las rebajas de impuestos a empresas y personas en 2017 impulsarían el crecimiento y eso generaría mayores ingresos a las arcas públicas.
Sin embargo, más recientemente la Casa Blanca puso énfasis en otras prioridades. El presidente ha dicho que una fuerza militar más poderosa es más importante que un presupuesto equilibrado.