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Ecuador se encuentra bajo Estado de excepción luego de que el domingo se fugara de la cárcel de Guayaquil José Adolfo Macías, alias “Fito”, líder de “Los Choneros”, brazo operativo del cartel mexicano de Sinaloa.
A lo anterior se le suma una serie de “incidentes” en seis prisiones de ese país, según el organismo a cargo de las prisiones SNAI, los que contaron con la retención de guardias penitenciarios por parte de los presos, y la quema de colchones, donde policías y militares ingresaron armados para controlar la situación.
Según informó el Presidente de Ecuador, Daniel Noboa, la medida que -inicialmente- moviliza por 60 días a los militares a las calles, incluye al sistema penitenciario, argumentando sobre la “grave conmoción interna” en el país, así como a restringir derechos ciudadanos, entre estas limitaciones un toque de queda desde las 23.00 horas hasta las 05.00 horas.
Con lo anterior se busca “recuperar el control” de las cárceles, las que se convirtieron en centros de operación del narcotráfico. Sin embargo, la medida tuvo sus efectos y se registraron violentas manifestaciones en el noroeste del país -cerca de la frontera con Colombia-, en una de las provincias controlada por las bandas delictuales.
Según indicaron las autoridades, se arrojaron artefactos explosivos cerca del Comando Subzonal de Esmeraldas y tres autos fueron incendiados. Además, fueron secuestrados tres funcionarios en la ciudad de Machala, y uno de Quito. Por su parte, el Presidente de Ecuador remarcó que lo visto en las cárceles “es una muestra de que las cosas deben cambiar en el país y que las leyes que tenemos no son suficientes para vivir en paz”.
Asimismo, culpó a las bandas de narcotráfico y al crimen organizado de estar detrás de la crisis carcelaria que vive el país. Fuerte y claro, Noboa declaró que “no vamos a negociar con terroristas” y el Gobierno trabajará para devolver “la paz a todos los ecuatorianos”.