Diagnóstico busca identificar y catastrar la infraestructura crítica de riego en Ñuble y Biobío
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La Comisión Nacional de Riego (CNR) desarrolló con éxito dos talleres con las y los usuarios de los canales del río Ñuble para obtener información relevante en el marco del estudio “Diagnóstico Obras de Conducción, Regiones de Ñuble y Biobío”, cuyo propósito es identificar y catastrar la infraestructura crítica, como bocatomas, túneles, sifones y canoas, de los principales sistemas de conducción de ambas regiones.
La infraestructura crítica, definida como aquellos canales con un porte de al menos 2 metros cúbicos por segundo debido a su relevancia en la superficie de riego que abastecen, representa un foco prioritario en este estudio, ya que su colapso podría generar significativas pérdidas económicas y productivas. El diagnóstico abarca los principales sistemas de conducción de la cuenca; es decir, los canales principales destinados al transporte de agua para riego.
“La participación activa de las organizaciones de regantes en estos talleres y futuras actividades es esencial para incorporar su percepción sobre estas obras, enriqueciendo el análisis y permitiendo identificar prioridades con base en las necesidades locales. Cabe destacar que este estudio no implica soluciones inmediatas, sino que tiene como objetivo generar un listado detallado de infraestructura crítica, una herramienta clave para orientar futuras inversiones en riego”, señaló el coordinador regional de la CNR, Jorge Muñoz.
Por su parte el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada, señaló que “la adecuada mantención de la infraestructura de riego extrapredial es esencial para garantizar la sostenibilidad de nuestra agricultura y la seguridad de nuestras comunidades. El derrumbe del túnel del canal Las Mercedes, en 2020, nos recuerda lo vulnerables que podemos ser ante el deterioro de estas obras. Por ello, la participación activa de las organizaciones de regantes es fundamental para el éxito de este estudio, ya que son ellos quienes conocen de primera mano las necesidades y desafíos de cada sistema de riego. Su compromiso y colaboración serán clave para priorizar las inversiones y proteger los recursos hídricos que sustentan la agricultura en Ñuble y el Biobío”.
El coordinador del estudio de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Patricio Espinoza, destacó los avances alcanzados hasta el momento, señalando: “Ya hemos realizado la etapa de diagnóstico y parte importante del catastro, y lo de hoy es muy relevante, dado que se produce una retroalimentación con las organizaciones de regantes para evaluar si el catastro fue bien llevado”. Asimismo, subrayó la alta participación en el taller, elemento clave para garantizar el éxito en las próximas etapas del estudio, que tiene previsto concluir en un año.
El estudio también contempla la elaboración de planes de contingencia que aborden aspectos legales, administrativos, financieros y productivos, así como la priorización de reparaciones según la urgencia regional. Toda esta información será sistematizada en un Sistema de Información Geográfica, facilitando su consulta y uso para la toma de decisiones estratégicas.
La iniciativa busca no solo reducir riesgos, sino también aportar a una gestión hídrica más eficiente en beneficio de los agricultores, fortaleciendo la seguridad del riego y contribuyendo al desarrollo sostenible de la agricultura en Ñuble y Biobío.