Desarrollo productivo y protección del huemul marcan cierre de programas FIC en la Reserva de la Biósfera

Con una ceremonia realizada en el Campus Chillán de la Universidad de Concepción, se desarrolló la clausura de los programas FIC de Fomento Productivo y Desarrollo Territorial y Gestión Ambiental Sustentable, iniciativas ejecutadas durante tres años en el territorio de la Reserva de Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, con financiamiento del Gobierno Regional de Ñuble.
Ambos programas, iniciados en 2022, fueron ejecutados por la Universidad de Concepción a través de la Facultad de Ciencias Ambientales, la Facultad de Ingeniería y la Facultad de Ingeniería Agrícola, y estuvieron orientados a fortalecer el desarrollo productivo local, el turismo sustentable y la gestión ambiental en comunidades cordilleranas colindantes a la reserva.
El trabajo desarrollado consideró acciones en terreno con comunidades, levantamiento de información, procesos de capacitación, apoyo a iniciativas productivas y turísticas, además de esfuerzos de conservación de la biodiversidad, especialmente en zonas de alto valor ecológico y cultural de la cordillera de Ñuble.
Desde la Universidad de Concepción, el subdirector académico del Campus Chillán, Daniel Sandoval Silva, destacó que la ceremonia marca “el culmine de un proceso de larga data, tres años ya de trabajo importante por parte del equipo del FIC”, relevando que estos proyectos permiten demostrar que “se puede desarrollar producción, estimular las distintas fuentes productivas, pero siempre manteniendo el respeto del cuidado del medio ambiente”.
“Para nuestra región esto es sumamente importante, y esperamos que en el futuro también se vean beneficiadas las personas que están trabajando en el proyecto y en las localidades, para que esto siga avanzando”, indicó.
En el ámbito del fomento productivo y el desarrollo territorial, uno de los directores del programa, Jorge Jiménez, académico de la Facultad de Ingeniería, explicó que el trabajo se centró principalmente en la recolección de productos forestales no madereros y en el fortalecimiento del turismo de montaña.
“Fueron poco más de 40 a 45 recolectoras y recolectores los que recibieron una certificación que avala las competencias adquiridas en el programa”, comentó.
“Nosotros trabajamos en dos frentes principales. El más fuerte fue el fomento productivo, principalmente con actividades de recolección de productos forestales no madereros, todo lo que está en los bosques, frutos y follaje, y además el desarrollo turístico”, agregó Jiménez.
El huemul como foco principal
El profesor asociado de la Facultad de Ciencias Ambientales, Gerardo Azócar, también director de estos proyectos, subrayó además la relevancia de la protección del huemul, especie emblemática y en peligro de extinción en la cordillera de Ñuble.
“Una de sus especies más representativas es el huemul, que está en peligro de extinción. Los estudios indican que no habría más de 100 individuos, por lo que se hace necesario conservar y proteger su hábitat”, comentó Azócar.
En ese sentido y consultado por el futuro de la Reserva Ñuble y su transformación a Parque Nacional, explicó que “mientras más áreas protegidas existan en la zona cordillerana, más probabilidad hay de que el huemul pueda superar esta fase crítica”.
“Esto no solo permite conservar una especie, sino también proteger el bosque nativo y las zonas altas de la cordillera que son productoras de agua para la región y el país”, concluyó.