Desarrollo con identidad: ruralidad en Ñuble

En un país que aún gira en torno al centralismo, es hora de reconocer que el mundo rural no es un lastre del pasado, sino una base legítima y valiosa para construir el futuro de Ñuble y de Chile. Durante décadas, las decisiones políticas han priorizado lo urbano, como si lo rural fuera secundario o irrelevante. Y las consecuencias están a la vista: brechas en infraestructura, en salud, en conectividad digital y en acceso a servicios públicos que siguen concentrados en las grandes ciudades.
En comunas como Portezuelo, la conectividad vial es aún limitada, lo que impacta directamente en el desarrollo productivo, en el acceso a oportunidades y en la calidad de vida de nuestros vecinos. El agua potable rural, un derecho básico, sigue siendo un desafío en varios sectores. Las postas de salud requieren fortalecimiento, y nuestras escuelas necesitan más apoyo para asegurar una educación de calidad que no dependa del lugar donde se nace.
Todo esto responde a una visión que ha olvidado lo esencial: que lo rural no es sinónimo de atraso, sino de esfuerzo, de comunidad, de cultura viva. En Portezuelo, por ejemplo, hay historia, identidad y una forma de vida en armonía con el entorno que muchos sectores urbanos han perdido. Aquí se produce vino de manera artesanal, se conservan tradiciones centenarias y se vive una relación cercana entre las personas y su territorio. Nuestro patrimonio agrícola y vitivinícola, parte fundamental del Valle del Itata, es más que una herencia: es una oportunidad concreta para proyectar desarrollo con identidad.
Como alcalde de Portezuelo, estoy convencido de que la ruralidad puede y debe ser protagonista del desarrollo regional. Para lograrlo, hemos definido cinco ejes estratégicos que guiarán nuestra gestión: fortalecer la conectividad vial para integrar mejor nuestros sectores y facilitar el desarrollo productivo; avanzar decididamente en agua potable rural, asegurando dignidad y salud para todos nuestros habitantes; robustecer la salud primaria, acercando prestaciones de calidad a cada rincón de la comuna; invertir en una educación pública que forme ciudadanos críticos y comprometidos; y asegurar una gestión municipal transparente, participativa y de cara a la comunidad, donde los vecinos no solo sean informados, sino parte activa de las decisiones.
Estos ejes no son promesas vacías. Son compromisos que nacen de escuchar a la comunidad, de recorrer los caminos, de compartir con los vecinos sus preocupaciones cotidianas. Porque entendemos que gobernar una comuna no es solo administrar recursos, sino liderar procesos que devuelvan la esperanza y generen cambios reales.
Portezuelo no quiere más postergaciones. No quiere ser solo un nombre en el mapa o una postal de tradiciones. Quiere ser una comuna viva, con futuro, donde los jóvenes vean oportunidades, donde las familias puedan quedarse y desarrollarse sin tener que migrar. Y ese futuro lo vamos a construir desde nuestra identidad rural, sin renunciar a lo que somos, sino proyectándonos desde allí, con dignidad, compromiso y visión de largo plazo.
El desarrollo de Ñuble no será completo si deja fuera a sus comunas rurales. Ha llegado el momento de avanzar hacia una descentralización real, con recursos, con decisión política y con una mirada territorial que valore cada rincón de nuestra región.
Porque el futuro también se construye desde el campo.
Juan Carlos Ramírez Sepúlveda
Alcalde de Portezuelo