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De harina de espino a museos inclusivos: Estudiantes ñublensinos exponen su talento científico

La región de Ñuble inauguró el Festival de las Ciencias 2025 con una jornada marcada por el conocimiento y la creatividad que buscan responder a los desafíos ambientales y sociales del territorio.

El evento dejó en evidencia que la ciencia no solo es motor de innovación, sino también una herramienta social para combatir la desinformación, proteger la biodiversidad, impulsar nuevas alternativas alimentarias y promover la inclusión, entre otros beneficios.

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El campus Chillán de la Universidad de Concepción albergó este jueves exposiciones de investigadores escolares e instituciones con el objetivo de acercar esta disciplina, a través de experiencias lúdicas y participativas.

El Festival de las Ciencias es una iniciativa del Ministerio del ramo, que bajo el lema “Con ciencia contra la Desinformación”, busca demostrar que el conocimiento es esencial para distinguir entre datos falsos y evidencia confiable.

“Es muy importante frente a la amenaza de la desinformación, que no solo es un fenómeno nacional, sino global, disponer del conocimiento científico, que tiene fuentes verificables con la evidencia, para poder combatir esa desinformación que circula por distintas redes. Tenemos las capacidades para poder desarrollar evidencia científica con el nivel para poder desmentir y asegurar, por ejemplo, que las vacunas son seguras y que el cambio climático existe”, destacó el seremi del ramo, Gustavo Núñez.

El Proyecto Asociativo Regional Explora Ñuble del Ministerio de Ciencia, liderado en la región por la UdeC Campus Chillán, ha sido un aliado para los establecimientos educacionales que han participado en sus convocatorias, inscribiendo proyectos científicos que desarrollan durante dos años, donde reciben capacitación y asesoría.

“Les hacemos talleres de capacitación en cuanto a método científico, comunicación y buscamos asesores para que los puedan apoyar en su investigaciones. (…) El proyecto ha trabajado con más de 100 colegios en las distintas actividades, hemos llegado casi a las 21 comunas, en versiones anteriores a todas, sobre todo en las más rurales. Ahora en investigación escolar están participando más de 400 estudiantes, desde básica hasta media. Hemos trabajados con más de 60 establecimientos, algunos con más de una investigación”, destacó Inés Figueroa, directora del PAR Explora Ñuble y docente de Agronomía UdeC.

El director de UdeC, campus Chillán, Pedro Rojas, mencionó que la ciencia es clave para el desarrollo del país.

“Es un agrado para contar nuevamente con el Festival de las Ciencias en nuestro Campus Chillán. Tener esta instancia aquí nos llena de alegría, al ver este movimiento de futuras y futuros científicos, haciendo preguntas en los distintos stands sobre las temáticas que se han desarrollado. Esto refleja y proyecta el quehacer científico de nuestra universidad. Esperamos seguir formando científicos y científicas que, a través del conocimiento, puedan transformar nuestra matriz productiva y contribuir a una sociedad mejor”, expresó.

Entre las investigaciones escolares, nueve fueron expuestas a la comunidad, mostrando el potencial transformador de la ciencia escolar.

Árbol resistente a la sequía

Los estudiantes del Liceo Bicentenario Polivalente de San Nicolás, Alan Santander y Benjamín Ferrer, han logrado rescatar la semilla del espino y descubrir su poder nutricional.

El grano de este árbol, presente entre las regiones Atacama al Bío Bío y muy resistente a la sequía, fue puesto en valor por los  alumnos, quienes aprovecharon el potencial de esta especie para elaborar harina.

“Con todas pruebas realizadas,  analizamos que efectivamente podemos hacer pan, queque, galletas, etcétera, con la harina del espino. También aquí tenemos la ceniza, con la que vamos a analizar el hierro que tiene esta harina. Otro plus, a parte de que crece en zonas áridas, por lo tanto, podría ser considerado como el alimento del futuro, es que no tiene gluten “, destacó Benjamín Ferrer.

Su compañero, Alan Santander, enfatizó que se debe respetar la conservación de la especie y evitar la tala indiscriminada, ya que esto pondría en riesgo la elaboración de una alternativa alimentaria fácil de producir  y con enorme potencial para personas con intolerancia al gluten.

“Podemos hacer un producto a base de esta semilla del espino e introducir este árbol en la industria alimentaria, dándole un valor económico y diciendo: No corten el espino. Podemos proteger la biodiversidad gracias a esta elaboración”, valoró.

El proyecto de los estudiantes, apoyado por su profesora Paola Castillo, representará, en categoría enseñanza media, a la región de Ñuble en el Congreso Nacional  de Explora, donde también se presentará, en categoría educación básica el Proyecto “La Paleta de la tierra: redescubriendo el potencial tintóreo de quillay, laurel y boldo para una creación textil sostenible en Chile” del Liceo Diego Portales de San Carlos.

Lechuzas en riesgo

Los estudiantes de la escuela Villa Jesús de Coelemu, Vicente Koller y Fernando Gallardo, con apoyo de la docente Viviana Rivera, detectaron una disminución de lechuzas en Coelemu e indagaron sobre su impacto en el ecosistema.

“Las causas podrían ser por atropellos “indirectos”. Las lechuzas vuelan muy bajo y como son aves nocturnas, las luces de los autos las aturden, se quedan quietas.  También por envenenamiento, porque las lechuzas se confunden y comen veneno para ratas, mueren o se enferman, pero también pueden comer roedores envenenados o infectados. Otra de las causas, es que invadimos su hábitat, desforestamos o talamos y eso impacta también en su sobrevivencia”, explicó Vicente.

En esa línea, Fernando señaló que estas situaciones han derivado en la migración de ejemplares hacia entornos más seguros, perdiendo Coelemu su esencia como “nido de lechuzas”.

“El problema de las lechuzas es que están empezando a mudarse a otros lugares, por la pérdida de hábitat, el problema es que se pueden morir. Sin embargo, el SAG hace que esto no pase, un poco, porque cuando se reporta una lechuza herida, la rescatan”, advirtió.

Los alumnos relataron que las lechuzas son aves que cazan roedores como el colilargo, que es portador del Virus Hanta, por lo que su rol es vital en el control de plagas. Plantearon proteger a este aliado, mediante la construcción de cajas nidos y campañas de concientización, con cuentos en formato video.

Inclusión en los museos

La estudiante del Liceo Bicentenario de San Nicolás, Florencia Pavez, padece amaurosis congénita de Leber (ACL), una  enfermedad genética, poco común, que causan una pérdida de visión. Su condición la llevó, junto a sus profesoras, Faviola Luengo y Loreto Castro, a crear un sistema que permita a las personas ciegas a conocer espacios culturales mediante el uso de otros sentidos.

Su proyecto se basa en la reproducción de artefactos arqueológicos en impresión 3D y realidad virtual que permite a personas con discapacidad visual acceder a ese conocimiento sin barreras. Además de las réplicas, su trabajo incluye filamentos PLA, placas en Braille con descripciones y sensores NFC, los cuales al acercar un celular reproducen un audio

“Soy una persona con discapacidad visual y los museos se tratan netamente de la visión, por lo tanto, quiero incluir a las personas con discapacidad visual en estos lugares para que tengan una identidad y apropiación cultural, porque estos son lugares llenos de patrimonio, historia, y las personas, en esta condición, se ven excluidos históricamente de estos lugares. Las facilidades que existen son hechas por personas que no viven esta situación, por lo tanto, no tienen conocimiento de las necesidades que tenemos”, reconoció Florencia.

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