Cuestionan a obispo emérito de Chillán fallecido: “pudo haber pedido perdón”
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Durante la jornada del jueves se conoció el fallecimiento de obispo emérito de Chillán, monseñor Alberto Jara Franzoy, a la edad de 90 años.
El sacerdote estuvo a cargo de la diócesis por 24 años y su deceso para las víctimas de abuso sexual en la zona causa un dolor profundo, ya que sostienen que no se hizo justicia.
Para la abogada Pilar Gutiérrez, miembro de la Comisión de Apoyo Integral a Víctimas de Abuso Eclesiástico en Ñuble, la muerte de Jara Franzoy provocó mucho dolor, ya que el obispo ni siquiera hizo un mea culpa, debido a que según ella, él siempre estuvo al tanto de los hechos.
“Sobre todo que en el mes de abril estuvo en San Carlos declarando en una causa donde a él le entregaron verbalmente y por escrito la denuncia de los abusos reiterados cometidos en ese caso, en específico, por Juan Alberto Arroyo. Él pudo haber tenido un gesto con la víctimas y haber pedido perdón, por último haber hablado desde negligencia”, expresó.
La profesional agregó que Alberto Jara es el principal responsable de que se hayan cometidos estos abusos sexuales en la diócesis de Chillán.
“Mucho de lo que ocurrió fue lamentablemente porque mantuvo ese manto de protección que todavía no hemos logrado destruir”, dijo.
La jurista también sostuvo que le parece increíble la posición de los laicos respecto a la muerte de Jara Franzoy, afirmando que esta situación le dan más fuerzas para seguir presionando a la fiscalía y que se busquen responsables concretos de los abusos sexuales.
“Vamos a seguir dando la pelea y poniendo presión en fiscalía para que por favor entiendan que estos hombres se están muriendo sin que nuestras víctimas logren justicia. La iglesia de Ñuble que lidera Pérez de Arce está con una tremenda deuda con las víctimas”, manifestó.
Pilar Gutiérrez dijo que Silvana Bórquez, una de las víctimas, tenía preparada una querella contra Albert Jara Franzoy, la cual no logró presentar por la muerte del obispo, que será velado en la Catedral de Chillán.