Crecimiento urbano deja a zonas periféricas de Chillán sin veredas o con estas en mal estado

La expansión urbana de Chillán avanza, pero sus veredas no a la misma rapidez. Mientras el Plan Regulador Intercomunal (Prich) amplió los límites urbanos en más de 3.493 hectáreas, y se proyecta una ciudad con uso mixto y crecimiento sostenido de viviendas, en la práctica, caminar o andar en bicicleta en las zonas de expansión urbana de la comuna es una experiencia riesgosa.
La falta de infraestructura adecuada para peatones y ciclistas es una preocupación creciente entre vecinos, concejales y urbanistas. El municipio inició este año un catastro del estado de las veredas dentro del damero central, y aunque el avance del diagnóstico ya alcanza el 75%, los resultados preliminares no son alentadores: la mayoría de las veredas están en condición regular, y sectores periféricos del centro presentan daños importantes, provocados en parte por el arbolado urbano.
En calles como Arauco, la intersección Vega de Saldías con Isabel Riquelme, Ultraestación, la Población Zañartu y la Plaza La Victoria, el mal estado de las veredas es evidente. Baldosas sueltas, desniveles y tramos completamente destruidos obligan a peatones a transitar por la calzada, compartiendo espacio con vehículos.
En el sector Alonso de Ercilla, una zona concurrida por su actividad comercial y de servicios, la situación también preocupa. Anaís Quirós, vecina del lugar, comenta que “se transita bastante por acá, ya que está el centro comercial, el gimnasio y hay bastantes locales en la zona, el problema es que las veredas están deterioradas, son muy angostas, no se puede transitar con tranquilidad”.
Además, añade que “no hay bajadas para coches ni sillas de ruedas, y donde hay árboles, las raíces levantan la pequeña vereda que hay. Eso dificulta aún más el paso y es riesgoso, porque uno puede perder el control del coche y este se puede ir a la calle”.
Más al oriente de la ciudad, en el tramo entre Andrés Bello y el Cruce Cato del camino a Coihueco, simplemente no hay veredas. Y en la zona se ha instalado equipamiento comercial, como restaurantes y ahora un stripcenter en desarrollo, que fomenta los desplazamientos peatonales, los que se deben hacer por la berma, con los riesgos que implica.
Así lo describe Pía Sánchez, vecina del lugar. “Es mi única forma de caminar hasta mi casa. Imagínese lo peligroso que es que no haya vereda, los conductores a la velocidad que pasan pueden no darse cuenta y provocar un atropello”, menciona.
Visitas a terreno: el catastro se expande
Además del catastro en el centro, desde la Secretaría Comunal de Planificación (Secpla) anunciaron que se comenzarán a realizar visitas en terreno a tres zonas periféricas de Chillán, con el fin de levantar información concreta sobre el estado real de las veredas en sectores más alejados, si es que existen, porque hay muchas zonas donde simplemente no hay. Estas inspecciones buscan incluir realidades habitualmente ignoradas en los diagnósticos urbanos, como poblaciones con alta presencia de adultos mayores o zonas que han crecido rápidamente, pero sin infraestructura acorde.
Iniciativas desde el nivel regional
Desde el Departamento de Obras Urbanas de Serviu Ñuble explicaron que “actualmente existen dos líneas principales de intervención que incluyen mejoras a veredas. Primero los proyectos de Vialidades Urbanas, que contemplan ítems de reparación de veredas dentro de sus obras —como ocurre con los mejoramientos en Avenida Huambalí, Diagonal Las Termas y el eje Diego Portales–Francisco Ramírez—; y segundo el programa de Pavimentos Participativos, en el que los municipios postulan iniciativas y Serviu posteriormente licita”.
Actualmente, no hay proyectos de pavimentos participativos en ejecución en Chillán, aunque durante 2024 se llevaron adelante obras en el sector Los Volcanes, incluyendo calles como Huáscar, Volcán Villarrica, Volcán Peteroa y Volcán Lascar. Para 2025, se proyectan nuevas intervenciones en el mismo sector y también en calles de Cerro Blanco, Reloncaví, Schleyer y Almirante Riveros, entre otras.
Próximos pasos
De acuerdo a lo informado por el municipio de Chillán, el catastro de veredas en el damero central debería concluir durante el primer semestre de este año. En este sentido, se espera priorizar intervenciones tanto en el centro como en los sectores periféricos que serán visitados en terreno, con el objetivo de definir planes de mejoramiento y buscar financiamiento regional o sectorial.
Texto: Javiera Ortiz