Señor Director:
El 30 de marzo se conmemoró el día escolar de la paz y la no violencia, pero en las últimas semanas han ocurrido situaciones
de extrema gravedad, como el lamentable caso de Katherine Yoma, profesora de Antofagasta que luego de sufrir maltrato por
varios meses dentro de la comunidad educativa se quitó la vida. A eso se suma lo que pasó la semana pasada en un colegio
de Isla de Maipo, donde un escolar pateó en el suelo a un compañero con discapacidad.
En este trágico y preocupante contexto se iniciaron las clases en Chile. Fueron 466 profesores los que denunciaron maltratos
dentro de la comunidad educativa durante 2023, un 33% más que en 2022. Y en el total, suman más de 12 mil las denuncias
de convivencia escolar recibidas en el mismo período por la Superintendencia de Educación. De ellas más de 7 mil son por
maltrato entre estudiantes.
Las cifras alarmantes y al alza permiten concluir que las medidas actuales no son suficientes, ni en alcance ni en resultados.
Una escolaridad marcada por la violencia sólo genera una sociedad más violenta. Necesitamos actuar hoy para mejorar la
convivencia en la escuela: dotar de herramientas a profesores, estudiantes y padres, y establecer con claridad los roles, de-
rechos y obligaciones de cada integrante de la comunidad educativa. Sin esa base mínima, seguiremos sorprendiéndonos
de las cifras y sus dolorosas consecuencias.
Magdalena Fernández
Decana Facultad Cs. Sociales, Universidad Gabriela Mistral