Cobquecura avanza en la creación de área de conservación para proteger su costa y fauna

En Cobquecura se han realizado una serie de talleres, abiertos a la comunidad, para difundir la propuesta del Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU) de la zona costera de la comuna, especialmente el Santuario de la Naturaleza Islote Lobería y Lobería Iglesia de Piedra, que tiene dos propósitos fundamentales: actualizar el Plan de Manejo de este Santuario y fortalecer la protección del espacio costero marino colindante.
El Santuario de la Naturaleza Islote Lobería y Lobería Iglesia de Piedra obtuvo su declaratoria el 1 de septiembre de 1992, con el objetivo principal de proteger el área de reproducción y pariciones del lobo marino (Otaria byronia), así como resguardar la fauna marina. Hoy, 33 años después, es imperioso actualizar y generar los insumos necesarios que permitan conservar este patrimonio natural, como la creación de una nueva área protegida que abarque un espacio mayor al conocido hoy día, donde se pueda compatibilizar la conservación de la biodiversidad con el desarrollo de actividades sustentables, como la pesca artesanal, la pesca y recolección de orilla, la agricultura de pequeña escala y deportes náuticos.
Estudios y antecedentes levantados en los últimos años ha evidenciado la presencia de una variedad de flora y fauna presente en el ecosistema marino y costero, como la ballena franca austral, ballena fin, ballena sei, ballena jorobada, orcas, delfín chileno, delfín oscuro, calderón gris, lobo marino, sierra, sardina y anchoveta. Entre las aves destacan pelícanos, lile, piquero, pilpilén, zarapito, fardela negra, colegial, gaviota de Franklin, entre otras a residentes y migratoria. Es en este contexto que se busca evitar las amenazas directas que puedan deteriorar la calidad ambiental del sector e incorporar la protección de estas especies.
La motivación más importante para solicitar la creación de esta ACMU es mantener alejada del Santuario la principal amenaza que afecta al territorio costero de Cobquecura, que es la realización de la actividad pesquera de cerco por parte de embarcaciones artesanales mayores a 12 metros de eslora, y que han sido reportadas en reiteradas ocasiones operando en las cercanías del Santuario. Otra de las amenazas que se busca evitar es la instalación de cultivos de salmones en la zona, ya que hubo antecedentes de este tipo de proyectos, pero gracias a la presión ejercida por la comunidad organizada de la comuna se rechazó su instalación.
La ACMU propone una nueva superficie protegida de 10.000 hectáreas aproximadamente y contempla una distancia de una milla náutica mar adentro.
“Al día de hoy el Santuario de la Naturaleza incluye 250 hectáreas de extensión, desde el Islote Lobería a Iglesia de Piedras. La propuesta es ampliarlo, no solamente esas 250 hectáreas, sino a través de esta nueva área de conservación, involucraría unas 10.000 hectáreas, según nuestras estimaciones. Esto permitiría robustecer aún más la conservación, no solamente como estaba acotada en el inicio, sino desde el Estero Trehualemu por el norte, hasta Punta Mela por el sur, contemplando una distancia de una milla náutica mar adentro, a partir de una línea imaginaria trazada entre las puntas más sobresalientes de este tramo litoral, y por lo tanto esto es un Área de Conservación de Múltiples Usos”, explicó el seremi de Medio Ambiente, Mario Rivas.
“Acá ha existido un trabajo a través de varios talleres con la comunidad, con el sector pesquero, que permite avanzar en una zonificación que luego debe quedar establecida mediante consenso en un Plan de Manejo, y esa zonificación debe ser compatible con lo que es la pesca artesanal, el turismo en la costa, de manera que se pueda seguir desarrollando con la conservación en sí. Está considerado restringir, al menos en esta área de conservación, el ingreso de grandes embarcaciones”, añadió.
El encargado de la seremi de Medio Ambiente remarcó que la creación de esta nueva área de conservación se da en contexto de la Ley 21.600, conocida como Ley para la Naturaleza, que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP) y el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), cuyo fin es entregar mayores atribuciones al Estado para la conservación de territorios protegidos y aumentar nuevas áreas de conservación a nivel nacional.
Con la entrada en vigencia del SBAP las áreas protegidas vigentes dejarán de existir tal cual fueron conocidas. El nuevo sistema nacional de áreas protegidas constará de seis categorías que siguen las recomendaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Reserva de Región Virgen, Parque Nacional, Monumento Natural, Reserva Nacional, Área de Conservación de Múltiples Usos y Áreas de Conservación de Pueblos Indígenas serán las nuevas categorías de áreas protegidas en Chile, y serán administradas por un solo organismo, el SBAP.
“Estamos actualizando el Plan de Manejo, pero a la vez esto se cruza con un nuevo servicio público que está entrando en vigencia, que es el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), que no existía antes y es la patita que faltaba en la institucionalidad ambiental que va a estar dedicada a la administración de las áreas protegidas, y con el fin de homologar internacionalmente las figuras y las categorías de conservación de áreas protegidas, los Santuarios de la Naturaleza van a dejar de existir y se da un plazo de cinco años para cambiar su figura”, indicó Rivas, añadiendo que este nuevo servicio tendría presencia en Ñuble a inicios del próximo año, con la instalación de una oficina regional.
Amenazas y riesgos
En el Islote La Lobería se estima que habita un promedio de 2.600 lobos marinos, pero durante el verano incrementa la población flotante, por lo que pueden registrarse hasta 4.500 ejemplares. Este Santuario es uno de los principales atractivos turísticos de Cobquecura, por lo que es importante promover la conservación de esta especie y su hábitat natural.
“Son el foco principal de la atracción turística, hace 33 años atrás la comunidad Cobquecura era bastante menor en su población, ahora hay más población que quiere ir a visitarles, a conocerlos, pero a veces llega turismo ruidoso, por ejemplo, sobrevuelos de drones, nuevas y más embarcaciones de la pesca industrial, y, por lo tanto, eso sin duda representa una amenaza que se ha ido acentuando en los últimos años”, dijo.
“De hecho, una de las principales motivaciones de la creación de esta AMUC es también el espíritu de mantener alejadas las embarcaciones para que no haya colisiones con ballenas, delfines o los mismos lobos marinos. Son embarcaciones que en este caso superan los 12 metros de eslora”, agregó.
El seremi de Medio Ambiente, además, sostuvo que “siempre va a ser una amenaza al cambio climático y cómo van cambiando algunas condiciones marítimas, por ejemplo, ya sea de temperatura, de acceso a nutrientes, que vendría, tal vez, a mermar la reproducción o alimentación de ballenas, delfines, orcas, que forman parte de todo un ecosistema”.
Y a los humedales de Taucú y Colmuyao concurren cientos de aves migratorias que se ven amenazadas por la presencia de perros.
Para socializar la propuesta del ACMU ya se han realizado siete talleres participativos, de un total de nueve. La difusión cierra con los últimos dos talleres que están programados para el jueves 16 de octubre y el jueves 11 de diciembre en la Municipalidad de Cobquecura, ambos a las 15.00 horas, para brindar información consolidada respecto a la iniciativa, así como la entrega de resultados y proponer un programa de educación ambiental en el marco del actual Santuario de la Naturaleza, pero como miras a esta nueva área protegida.
“Hay una ciudadanía bien activa, nuevos habitantes también que han llegado a Cobquecura, del sector turístico o de surfistas, por ejemplo, que también están muy comprometidos con el cuidado del medio ambiente y se han estado sumando activamente en esta cruzada. Pero también, por supuesto, hay habitantes históricos que saben sobre la protección del lobo marino, pero que también han visto que hay ballenas y otras especies, por lo tanto, hay un interés bastante importante de la ciudadanía”, precisó el seremi.
Voces a favor
El alcalde de Cobquecura, Jorge Romero, expresó su respaldo a la propuesta de Área de Conservación de Múltiples Usos (ACMU) en el sector costero, por ser una herramienta que permitirá proteger la biodiversidad marina y aumentar la superficie de áreas naturales protegidas.
“Es importante mencionar que esta ACMU implica una milla náutica del mar hacia adentro, es decir, desde la costa hacia adentro es una milla que es la que nosotros queremos proteger y abarca desde el estero de Trehualemu, pasando por Pullay, Buchupureo, Iglesia de Piedra, Pilcura, Cobquecura urbano, Taucú, Huilquicura, Nogueche, Colmuyao, hasta Punta Mela”, dijo.
“Específicamente el riesgo que puede suceder si no se implementa esta Área de Conservación de Múltiples Usos está relacionado con que los barcos de más de 12 metros de eslora puedan romper esta primera milla y puedan realizar su pesca de cerco, dañando nuestro lecho marino, y específicamente, también afectando a nuestra fauna marina local”, añadió.
El edil se mostró esperanzado de que esta área de conservación, al incrementar la superficie a resguardar, pueda poner un freno a los abusos cometidos por las embarcaciones pesqueras de la región vecina de Biobío. Situaciones que se vienen denunciando desde hace muchos años sin que exista una medida efectiva que permita detener la actividad pesquera industrial en la costa de Cobquecura.
“Esta propuesta de ACMU que se está trabajando es una de las herramientas que tenemos para proteger nuestro mar de la invasión que tenemos por parte de las embarcaciones de Biobío. Esto es una exploración, estamos analizando junto a los equipos y por supuesto también con la comunidad si esto efectivamente ayuda a disminuir la presencia y el daño medioambiental que provocan estas embarcaciones de arrastre en nuestro lecho marino. Además, se están explorando otras alternativas también que buscan la protección y el cuidado de toda nuestra franja costera de lo que es la comuna de Cobquecura y la región de Ñuble”, subrayó Romero.
Precisó que desde el área productiva, esta puede ser una herramienta que ayude a la pesca artesanal facilitando la extracción de los recursos que son la principal fuente de ingresos económicos de los pescadores locales.
Por su parte, el surfista y activista ambiental, Carlos Placencia, manifestó su apoyo a la propuesta de ACMU porque se encargaría de cuidar y conservar el actual patrimonio comunal y que este sea sustentable en tiempo.
“Creemos que es un excelente plan, estamos muy de acuerdo, porque en general se ha llegado a un acuerdo de poder conservar este lugar tal cual es y se pueda hacer sustentable en el tiempo el mismo patrimonio que hay ahora, que es lo que hace que la costa de Cobquecura sea diferente a todas las otras costas de Chile, conservando al patrimonio natural, arquitectónico, cultural, el patrimonio general de Cobquecura”, destacó.
Considera que si no se desarrolla este plan para preservar la costa de Cobquecura, podría acarrear graves problemas a futuro, como la industrialización del borde costero y deterioro del entorno ambiental.
“Todas las costas tienden a industrializarse y eso va a traer delincuencia y un montón de factores negativos que actualmente no es necesario tenerlos. Entonces, el hecho de que se esté trabajando en esto y se pueda lograr establecer de que la costa de Cobquecura es un lugar con recursos naturales que son inigualables a nivel mundial, esto va a poder seguir siendo sustentable en el tiempo y económicamente, que la agricultura sea igual, ya lo forestal que está industrializado completamente acá en la en la cordillera de la costa, que siga siendo igual, pero con nuevos matices de reforestación nativa y para poder tener un mejor lugar, no perder el bosque ni la flora y fauna, que el mar y todo el borde costero siga siendo igual, que las increíbles marejadas que entran acá sean protegidas por las dunas que tenemos, donde anidan miles de pájaros, por los humedales que son los que nos dan nuestro sustento acuífero, que la pesca artesanal siga siendo la misma, que el desarrollo turístico siga siendo regulado y trabajado por la gente de acá de Ñuble, por la gente de Cobquecura”, enfatizó.
Placencia aseguró que se requiere establecer los lineamientos de las actividades que se pueden desarrollar en la costa de la comuna para evitar que la pesca industrial contamine el mar y extraiga los recursos marinos de manera desenfrenada.
“Los barcos pesqueros y la industria extractivista están arrasando con todos los peces que hay en Cobquecura, y si seguimos declarándolo como apto para hacer cualquier cosa, inmediatamente se va a venir la industria para acá a contaminar todo nuestro mar y a que se pierdan los recursos. Actualmente, vienen de otros lados a pescar acá porque se están acabando los recursos, porque no hay una regulación muy amplia. Se debe generar una reglamentación es clave para que Cobquecura siga siendo sustentable y desarrollándose económicamente en los mismos ejes económicos que siempre se ha desarrollado, que es la pesca artesanal y el turismo”, dijo.
Mirada de los pescadores
El Sindicato de Pescadores Artesanales de Cobquecura ha participado de los talleres informativos, pero aún no tienen definido si respaldarán o no la propuesta de ACMU, pues señalan que no tienen la certeza de los beneficios o posibles afectaciones que pueda representar para su rubro.
“Como pescadores no lo hemos decidido, porque tenemos que analizar más que nada en manos de quién puede quedar esta área marina protegida, que eso no vaya a ser un tema como para que nos limite en la pesca artesanal. Entonces, estamos haciendo averiguaciones, cómo va a funcionar, a cargo de quién queda, si es que también en esa administración del área van a quedar pescadores, por eso estamos viendo si nos conviene o no”, explicó Palmira Bastías, presidenta del sindicato.
“Si bien es cierto, hay cosas que sí sirven para algunas cosas, también hay que ver cómo puede afectarnos en forma directa, porque todo mundo puede quererla, pero los que realmente trabajamos ahí son los pescadores artesanales, es nuestra fuente laboral, donde nos desarrollamos, es con lo que traemos el pan de cada día a nuestras mesas. Entonces, tenemos que analizar bien y ver la perspectiva de que no sea dañado el trabajo de nosotros”, agregó.
Lo que sí tiene claro es que sería un aspecto positivo para limitar la instalación de la industria pesquera de Biobío frente al mar de Cobquecura, sin embargo, advirtió que las embarcaciones están siendo adaptadas para poder extraer los recursos marinos.
“Ahora esas embarcaciones de menos de 12 metros de eslora tienen otra cantidad de tonelaje, o sea, ellos se están adaptando para ir en contra de los requerimientos que nosotros estamos haciendo. Por ejemplo, la adaptación es de menos de 12 metros, pero tienen una capacidad de 50 Toneladas de Registro Grueso (TRG), 40 TRG. Entonces, no se condice la eslora con respecto a la captura, están modificando las embarcaciones y tienen mucho espacio para la pesca de cerco”, detalló.