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Los conductores de Línea Azul dicen que “junio y julio fueron meses súper buenos. Cada máquina hizo entre 15 y 25 millones mensuales, por el tema de las vacaciones, entonces sí se entiende que había más de 30 máquinas interprovinciales circulando, que no nos venga a decir ahora que no tienen plata”.
Los cálculos son del conductor Freddy Puentes, quien tanto el martes como el miércoles se reunió con decenas de otros funcionarios de la suspendida empresa, luego que la representante legal de la firma les dijera que ese día se les entregaría el finiquito.
“Vino gente de Concepción -las cajeras-, gente de Yumbel, Nacimiento, Angol y nosotros. Lo único que vimos fue a la hija del dueño pasar y salir. Pero no nos dijeron nada, no nos pagaron ni ayer ni hoy, pero ya la camiseta puesta que sentíamos por la empresa se acabó, ya no más”, advirtió Mario San Martín, quien tiene 21 años en la línea.
Fue por esta incertidumbre que solicitaron una reunión con la seremi del Trabajo, Jennifer Ferrada, quien llegó hasta el frontis del taller de Línea Azul en compañía de Sergio Álvarez, coordinador jurídico de la Dirección del Trabajo.
Ante una veintena de trabajadores, las autoridades les explicaron detalladamente cuáles son las opciones, tanto administrativas como legales que pueden seguir para poder conseguir que se les cancele lo adeudado.
“Hemos estado reunido ya antes con ellos y siempre los hemos estado llamando para conocer la postura que tienen frente a esto, porque no han hecho ni denuncias ni reclamos a la Inspección del Trabajo, pero al parecer hoy ellos ya tendrían alguna intención de tomar acciones y lo que hicimos fue orientarlos”, explicó la seremi.
Por lo pronto, solo tienen dos caminos, presentar denuncias en la Inspección o ir a la Defensoría Laboral para gestionar un autodespido.
“El problema es que ellos aún no toman una decisión, por eso los hemos orientado. Además hay varias situaciones que deben esclarecerse, por ejemplo, nos dicen que muchos de ellos tienen varias lagunas con las imposiciones, también nos dicen que muchos de los choferes no cuentan con las copias de sus contratos de trabajo, porque de acuerdo a lo que nos dicen, nunca se las quisieron entregar”.
Divisiones internas
Dada la gran cantidad de choferes y auxiliares que trabajan para la empresa, no ha sido posible consensuar un camino para conseguir el pago de remuneraciones, cotizaciones y finiquitos.
La diferencia, principalmente, está entre los más antiguos y los que no llevan mucho tiempo en la empresa.
Es más, le reconocieron a la seremi que, en la primera reunión que tuvieron con las autoridades, tras el accidente de julio que significó la suspensión total de los servicios de la empresa, “no quisimos decir todo porque pensábamos que aún, considerando lo que se ganó en esos meses, nos podían pagar lo que corresponde. Fue por lealtad”.
Sin embargo, en la misma cita de ayer, (realizado en la vía pública), hubo quienes plantearon resquemores con la letanía que podría significar un proceso de demanda, siendo la decisión más aceptada, la de acudir hoy a la Defensoría Laboral.
“No queríamos demandar a la empresa, pero no nos dejan opciones. Ellos están más preocupados de sacar al patrón de la cárcel (Marcelo Hernández, en prisión preventiva), que de preocuparse por nosotros. También tenemos familia”, cerró San Martín.