En el contexto de la celebración de un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad, el alcalde de Chillán, Camilo Benavente Jiménez, hizo un repaso por los desafíos de la capital regional con miras al bicentenario en 2035, así como también abordó los problemas urgentes que aquejan a la comunidad, como el comercio ambulante o la necesidad de contar con una vialidad urbana más moderna, que responda al crecimiento urbano y del parque automotor.
¿Cómo evalúa el trabajo que se ha hecho en el comité del Plan Bicentenario, considerando las expectativas que tenía al comienzo?
Es un gran desafío, considerando que hay muchas propuestas que tienen que ver con cómo posicionamos a Chillán y a Ñuble, en una condición de capital regional, como un referente nacional. Esta condición de ser una nueva capital regional nos obliga a pensar que Chillán debe destacarse en el concierto internacional, como una capital pujante, nueva, con modernización, porque tiene la oportunidad de lograrlo. Por tanto, hay muchas expectativas. Cuando nosotros recogimos la apreciación y las propuestas de organizaciones como la Cámara de Comercio, el Colegio de Arquitectos, las universidades, el mundo cultural, es que se va generando ya no solamente un diagnóstico, que fue en principio lo que hicimos los primeros seis meses, sino que hoy día ya con propuestas técnicas, considerando también la participación no solo de este comité, sino que de otras comunidades, donde han dicho cuáles debieran ser las apuestas de Chillán al Bicentenario en cuatro grandes temas, y de ahí ver cómo nosotros, desde la Municipalidad, empezamos a materializar estos proyectos.
¿Hay algún proyecto emblemático que usted destaque?
Si yo tuviera que pensar en un gran proyecto bicentenario sería el sistema de parques de Chillán. Nosotros estamos trabajando en cuatro parques en los cuatro puntos periféricos urbanos, que es el caso del Parque Oriente, que tiene 2 hectáreas; el parque Schleyer, en el sector sur, de 2,5 hectáreas; el Parque Ultraestación, en el poniente, que tiene 4 hectáreas; y en el Norte, el Parque Quilamapu, que ya está consolidado.
Junto a eso, nosotros estamos trabajando en las plazas: ya tenemos aprobado el proyecto de la plaza San Francisco, estamos trabajando en la plaza Sargento Aldea, se viene la plaza de Santo Domingo, y la plaza Victoria, que estamos viendo cómo avanzamos.
A todo esto, tenemos que añadir un parque de carácter intercomunal, importante, que le denominamos, por ahora, Parque Reloca, por el sector donde se ubicará (camino a Coihueco), que debiera ser el gran espacio público de Chillán en los próximos 15 años, con buses de acercamiento, con baños públicos, con una gran infraestructura deportiva, con espacios para las ferias, una gran explanada, con un bosque central con especies nativas, entre otras características.
¿Cuándo se van a materializar estos parques?
Nosotros ya partimos los proyectos Bicentenario. La idea es que de aquí a 12 años tengamos ya los proyectos listos, inaugurados, que sean parte de la realidad local. Ahora, el parque Reloca, que va por etapas, junto a los demás que estamos trabajando, van a permitir que Chillán, que hoy tiene 3 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, pueda llegar fácilmente a los 7 m2 por persona, que es un estándar nacional muy bueno.
Cuando asumió, heredó un tema pendiente que es la actualización del plan regulador comunal, en que uno de los puntos críticos es la altura de las construcciones en el centro de la ciudad. ¿Cómo y cuándo se va a resolver eso?
El Plan Regulador actual fue aprobado en 2016. Normalmente, los planes reguladores, por ley y por la dinámica de las ciudades, se renuevan cada ocho años, aproximadamente. Van cambiando las situaciones y lo que estaba planificado era que el plan intercomunal, que regula el plan regulador comunal, estuviese aprobado antes, era como un punto de inflexión en este periodo de ocho años, pero eso no ha ocurrido.
El plan regulador tiene algunos problemas, por ejemplo, respecto al límite urbano que define el plan intercomunal, todavía estamos a la espera de esa aprobación y hay mucha ansiedad de muchos rubros respecto a temas como ése, así como la densidad habitacional también.
Bueno, además, el plan regulador también debe incorporar nuevos elementos, porque están construyéndose cuatro vías estructurantes que van a ser gravitantes en el desarrollo de la ciudad, como el caso de Diagonal Las Termas, Huambalí, el caso de Vicente Méndez, que ya avanza, y Parque Lantaño. O sea, son nuevas vías estructurantes que están diseñadas, que ya están aprobados los recursos, que van a estar en los próximos años y que van a determinar también una nueva dinámica de la ciudad.
Ahora, respecto al centro de la ciudad, lo que hemos manifestado es que a nosotros nos gustaría, así como al Concejo Municipal y a la mayoría de los miembros del Comité Plan Bicentenario, bajar la altura y mantener una altura media en las cuatro plazas y eso probablemente se va a aprobar el próximo año. El afán es que no tengamos edificios de más de 12 pisos -que es más o menos la altura de la cruz de la Catedral- en el perímetro de las cuatro plazas, eso se está llevando bien en general, incluso, hasta la Cámara Chilena de la Construcción ha planteado que podría ser una buena posibilidad, entendiendo que fuera de las cuatro plazas, es decir, fuera de Gamero, Sargento Aldea, Arturo Prat y fuera de O’Higgins, sí se puedan levantar edificios de más de 12 pisos, de 20, 25 pisos. Hoy día ocurre lo contrario, lamentablemente.
Nosotros tenemos que darle viabilidad y tenemos una mala experiencia cuando se plantea, por ejemplo, que el sector Las Mariposas pase a ser urbano, porque ya tenemos efectivamente un sector urbano de Las Mariposas, pero no entregamos condiciones sanitarias, no tienen agua potable, no tienen nada de alcantarillado, entonces, hoy día, el sector de Las Mariposas vive en una condición de emergencia. ¿Por qué? Porque el Estado, en su momento, mal planificado, entrega la posibilidad de ser urbano, pero ¿cuándo urbaniza? Al revés, nosotros deberíamos urbanizar primero y después entregar la posibilidad de ser urbano. Lo que nos va a ocurrir probablemente con el Prich (plan regulador intercomunal), porque si nosotros vamos a crecer para el norte, hasta el camino a Nahueltoro -actualmente el límite urbano está en el camino Las Encinas-, se incorpora una franja de dos kilómetros por ocho kilómetros, que es importante, a lo mejor 1.700 hectáreas se van a incorporar al mundo urbano, pero esa gente no tiene condiciones de sanidad, entonces vamos a tener un problema. ¿Y quién define eso? No es la municipalidad, es el Serviu con el Gobierno Regional, y nosotros hemos dicho que si queremos que Chillán crezca como corresponde, con planificación, con ordenamiento y con justicia, primero hay que desarrollar la parte sanitaria, y para eso nosotros podemos obligar a la sanitaria, porque las sanitarias no tienen buena disposición para ampliar el radio operacional, cuesta un mundo.
Entonces, a mi juicio, falta que se instale la región de Ñuble, falta que entendamos todos, que hay una nueva región, que tenemos una buena posibilidad, pero que todos, las sanitarias, los privados, el mundo público, instalemos la región como corresponde, con la fuerza administrativa, con la fiscalía, con Gendarmería, con los funcionarios de Carabineros, con el aparato público. ¡No puede ser que haya un servicio que tenga tres funcionarios! ¡El Ministerio de Bienes Nacionales tiene solo tres funcionarios!
Alcalde, hace más de diez años que se habla del ensanche de Alonso de Ercilla, que es una vía gravitante para el sector oriente, pero la percepción es que no se ha avanzado nada.
Yo creo que aquí tenemos un problema, si uno reflexiona sobre lo que pasa con Alonso de Ercilla, es un problema que tiene el Estado, cuando hoy día los proyectos se demoran tanto. El mejor ejemplo de esto es la Plaza San Francisco, que es un proyecto de 2014, $1.800 millones, no es un proyecto grande. Se demoró nueve años, o sea, todavía no se ejecuta, recién están aprobados los recursos. Entonces, el Estado tiene hoy día en nuestro país esta condición de que todo se dilata, todo se demora, en los municipios cuesta un mundo poder ejecutar proyectos importantes, porque hay una cantidad interminable de procesos burocráticos administrativos entre los servicios, entre los ministerios, y todo eso dilata; y respecto a ese proyecto, nosotros estamos pensando que, con los recursos del royalty, que son $1.100 millones, podemos hacer una nueva pista en Alonso de Ercilla, o sea, una tercera pista reversible, que la mañana baje y que la tarde suba.
Pero ése no es el proyecto que se definió en el Plan Maestro de Transporte, que era de doble calzada…
Sí, pero es que eso es para siete u ocho años más. Y yo le digo más, me preocupa, además, otra situación, que en el 2027 se va a inaugurar un nuevo acceso a Chillán en la Ruta 5 y va a haber una entrada por Parque Lantaño. ¿Cómo va a pasar a la gente por el cruce de la línea del tren? El paso soterrado vale $15.000 millones y eso está a la vuelta de la esquina.
Ahora que aparecen cifras tan preocupantes de informalidad laboral y se hace tan evidente el comercio ambulante en algunas calles en particular, ¿qué está haciendo el municipio para enfrentar el problema? Si bien se hizo un proyecto en Diagonal Las Termas, con buenos resultados, y se abordó la situación de las inmediaciones del hospital, en el centro sigue presente.
Bueno, primero acotar que nosotros estamos en emergencia sanitaria hasta el 30 de agosto, por lo tanto, la responsabilidad no puede tener ningún permiso y no hay nadie en la ciudad que tenga permiso, porque no podemos. Por lo tanto, la responsabilidad no es nuestra. Ahora, con la gente que tiene (permisos) precarios en la ciudad, que son más o menos 100, que tienen hace 20 años, a ellos no se les ha renovado porque no podemos, por la emergencia sanitaria, entonces, llegamos a un acuerdo con Carabineros, para que aquellos que muestren su permiso de 2019 puedan trabajar.
Lo segundo es que, a pesar de eso, con el equipo de seguridad hemos tratado de intervenir en lugares en donde ya el desorden ha sido inmanejable, como el caso del hospital, como el caso de Diagonal Las Termas y el sector del persa y algunos sectores céntricos. En los últimos cuatro meses hemos actuado con bastante contundencia y hemos ordenado un poco. Hoy no es lo mejor, pero está un poco más ordenado. Ahora, ¿cuál es el trabajo futuro, que ya se está realizando? La idea es que de aquí a cuatro años no haya un ambulante en el sector. ¿Qué es lo que estamos haciendo con recursos propios? Ya estamos trabajando, hace dos semanas, en el patio 5 de abril del mercado, que es un espacio que tiene alta plusvalía, que está pleno centro de la ciudad, donde transitan 30 mil personas todos los días y está inutilizado. Entonces, nosotros vamos a instalar un techo que nos va a costar $700 millones con recursos propios. Posterior a eso viene el patio de Isabel Riquelme, y quienes trabajan ahí podrán ocupar el patio 5 de abril mientras duren las obras, porque va a estar techado y es inviable que trabajen en la calle.
¿Por qué a los ambulantes no le gusta el patio de 5 de abril? Porque no hay movimiento. Pero ahora va a tener movimiento forzado, cuando se instale la gente de Isabel Riquelme. Por lo tanto, va a ser una posibilidad de que cuando ellos se vuelvan a Isabel Riquelme, el patio 5 de abril va a quedar con un movimiento forzado, y ahí nosotros, a los comerciantes de la ciudad que están en la calle, darles una posibilidad, que son estos cien ambulantes que tienen permiso, donde la idea es disponer módulos, y que en la ciudad no haya ambulantes, ése es el objetivo. Nosotros no vamos a dar ningún precario más.