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El 4 de septiembre de 2015, la Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta la Viña Cousiño, ubicada en la comuna de Macul en la Región Metropolitana, lugar en que firmó el decreto que declara al 4 de septiembre como el día en que Chile reconoce la historia, importancia y valor del vino chileno.
Ñuble, históricamente, tiene mucho qué decir al respecto y como es tradicional, ya surgen iniciativas en la zona no solo para celebrar la fecha en comunidad, sino también para relevar la importancia de que esta zona históricamente tuvo en la producción de mostos.
En la Viña Cucha Cucha de Ñuble celebrarán la fecha este fin de semana con una serie de actividades abiertas a toda la comunidad. La actividad está programada para este sábado 31 de agosto en el corazón del Valle del Itata.
En esta ocasión, los visitantes podrán disfrutar de una serie de actividades pensadas para toda la familia, con música folclórica en vivo, venta de productos locales y una muestra de gastronomía típica, con empanadas, asado, sopaipillas y cordero al palo. Además, se realizarán catas grupales de los mejores vinos de la zona, elaborados siguiendo las técnicas ancestrales que han dado fama al Valle del Itata. La inscripción para la cata es de $10.000 por persona, pero la entrada al recinto será gratuita. Las actividades se extenderán desde las 11.00 a las 18.00 horas.
La organización de este evento está a cargo de la tienda “Alma del Itata”, ubicada en Ñipas, comuna de Ránquil. Un espacio que en sus ocho años de vida se ha consolidado como un punto clave de comercialización de vinos patrimoniales de la zona, conectando a pequeños productores con el público general y con medios especializados.
“La Viña Cucha Cucha es un espacio de la empresa Arauco que, desde hace más de 15 años, ha promovido la vitivinicultura local, apoyando a pequeños productores y rescatando el legado de más de dos siglos de historia”, comentaron los organizadores del evento a través de un comunicado.
El Valle del Itata, conocido como “el origen del vino chileno”, alberga un legado que se remonta a más de 200 años, cuando los jesuitas plantaron las primeras parras traídas desde Europa. Este valle se caracteriza por mantener las tradiciones en la elaboración del vino, utilizando técnicas transmitidas de generación en generación.
Historia del vino en Ñuble
El historiador Marco Aurelio Reyes reseña que “los viñedos llegaron al Reyno (sic) con los conquistadores. Buscaron las tierras más soleadas y con lomajes para sus cultivos. Esas no estaban precisamente al lado de Concepción; más bien, estaban en Rere, Quillón, Cerro Negro, Lonquén, Guariligüe, Mangarral, Lomas de Portezuelo, etc. Los viñedos de la Estancia del Rey (Yumbel) originaron la ruta de Rere (Buenuraqui, a orillas del Itata), desde donde las carretas cargadas de pipas se dirigían a Concepción”, advierte el historiador de la Universidad del Bío-Bío, que se ha dedicado por años a investigar este tema.