Este martes 26 de septiembre, se cumplieron exactos dos meses desde que el Hospital Herminda Martín de Chillán hiciera noticia nacional, luego que una menor de solo 12 años, quien estaba internada como paciente de salud mental hace cinco días, cayera desde el quinto piso, falleciendo minutos después.
No menos trágica que su muerte terminó siendo la historia que había tras la niña, cuya investigación periodística de la que se hicieron cargo diversos medios del país, dejaron al descubierto inexplicables falencias en la totalidad de la red de apoyo a la infancia que ofrece el Estado, partiendo por tribunales, policías y establecimientos gubernamentales como el Sename, cuya posta la tomó Mejor Niñez.
El nombre de la niña se escuchó por primera vez en los tribunales de Familia de Bulnes, cuando ella tenía apenas nueve años, con denuncias que apuntaban a violencia intrafamiliar reiterada, padres alcohólicos y una red familiar incapaz de velar por sus derechos fundamentales. Sin embargo, las determinaciones del tribunal siempre optaron por un retorno de la menor a la familia y de “capacitar” a la madre para que pudiese brindarle mayores cuidados.
Fue entonces que en febrero del 2023 se descubre que estaba embarazada. Aunque para esa época y tras numerosos ingresos a hogares de la red Sename, de las que siempre se escapaba, vivía con su hermana y la pareja de esta (con antecedentes por violencia intrafamiliar), la menor dijo que su padre (no se puede identificar por orden del Tribunal) la había embarazado.
Sin embargo, no sería sino hasta días después de su muerte que se formalizó al imputado, debido a que -según explicaron en la investigación- este se encontraba prófugo.
“Pero eso es mentira”, dice Margot Zúñiga, presidente de la Junta de Vecinos de El Refugio, de donde era residente la familia de la menor.
“A él lo veíamos todos los días acá, lo que pasa que, al igual que cuando llamábamos a los carabineros por las agresiones que sufría la niña, ellos venían pero se escondían en la casa y no salían hasta que se iban los carabineros. Pero si hubiesen querido atraparlo lo atrapaban”, añadió.
Tras cerca de dos meses como preso preventivo en Chillán, el día de ayer se solicitó una audiencia en el Juzgado de Garantía de Bulnes por parte de la defensa del imputado, solicitando el traslado al penal del Biobío, dada las amenazas verosímiles de muerte que ha recibido en el plantel local, lo que fue acogido por el tribunal.
Consultados el Hospital de Chillán respecto a la investigación interna que anunciaron (la Superintendencia de Salud estimó que no hubo fallos en el proceder), no hubo respuesta. En tanto, en Mejor Niñez Ñuble, explicaron que no tenían mayores antecedentes respecto a este tipo de indagaciones ni sobre los avances en materia penal.
Solo se sabe que el aborto que se le practicó a la menor en febrero, en el hospital de Bulnes, no contó con apoyo sicosocial, y -peor aún- solo gracias al hallazgo de una foto de la menor, se descubrió que ya se había embarazado antes, lo que nunca se cursó como investigación.
La causa, en efecto, fue declarada secreta.
