Tigres, zorros, monos, cocodrilos, alpacas, suricatas, entre otros animales, serán los nuevos integrantes. Se están construyendo los recintos, bajo supervisión del SAG.
El Bioparque de Quillón será el destino de 250 especies que llegarán provenientes de un zoológico, ubicado en Los Ángeles, en la región Biobío, luego que su dueño comunicara su cierre definitivo, tras 10 años de funcionamiento.
Tigres, zorros, monos, cocodrilos, alpacas, suricatas, entre otros animales, serán los nuevos integrantes que serán acogidos en el centro dedicado a la protección de la vida silvestre, ubicado en camino a Cerro Negro, kilómetro 7,2
En la actualidad, se encuentran trabajando a toda marcha para construir la infraestructura adecuada a las necesidades de cada especie, bajo la supervisión del Servicio Agrícola Ganadero (SAG), organismo encargado de fiscalización el proceso.
“Nosotros vamos a recibir a los animales de ese zoológico. Estamos construyendo los recintos y el SAG va fiscalizando paso a paso la construcción. Llevamos bastante avanzando. Para recibir esos animales tiene que ser un centro autorizado y con toda su documentación al día. Entonces, nosotros lo visitamos y estamos con todo preparándonos. Estamos haciendo las construcciones con resguardos correspondientes tanto para que estén bien los animales como las personas. Estamos realizando los recintos mismos para los animales”, confirmó la relacionadora pública del Bioparque, Patricia Campos.
Se estima que los trabajos realizados en el centro tienen un avance de un 50%, cuyo desarrollo depende de las observaciones que haga el organismo en virtud de un protocolo.
“Estamos en la etapa intermedia. Hay cosas que mejorar y en eso estamos. Ya hay recintos que están aprobados”, añadió.
El refugio, destinado a la protección y bienestar animal, cuenta con 10 hectáreas en total, a la fecha cuatro de ellas están ocupadas por la población actual, que alcanza entre 200 a 300 especies, por lo que con la llegada de los nuevos integrantes, esta crecería entre 450 a 500 animales.
“La verdad de las cosas es que una de las razones por las cuales se creó la Fundación es poder recibir a los animales que se puedan y darles el bienestar que ellos necesitan y la dignidad que necesitan también. Entonces, para nosotros es importante colaborar para que estén mejor. Porque todo lo que se recauda, en entradas, es lo que significa la mantención de este lugar. Piensa que los pumas comen cuatro kilos, los leones y los tigres comen ocho kilos de carne”, enfatizó Patricia, reconociendo el aporte de privados que han donado alimentación a partir de la pandemia.
A raíz de la mayor población de especies a atender en el mediano plazo, el Bioparque también anunció que deberá incrementará su personal a cargo de estas tareas.
“Somos súper cuidadosos porque el perfil de la gente que trabaja en estos lugares es como bien preciso. Derivado también del cuidado y la preparación que tengan. Son animales que son exóticos, necesitan cierta preocupación, la limpieza de sus hábitats”, dijo.
Respecto a los plazos de recepción de los nuevos animales, Patricia Campos mencionó que será “lo antes posible, pero depende de lo que vaya aprobando el SAG”, agregando que las exigencias han apuntado a “la seguridad, por ejemplo, considerando solamente los tigres. Obviamente que son situaciones, que son exigencias, como para todos los centros que requieren el tener la altura, el material calificado y de calidad”.
14 años de vida
En sus 14 años de funcionamiento, el Bioparque ha sido destino de diversas animales que han llegado provenientes de circos.
“Hemos recibido animales de circos pequeños, leones que se dieron cuenta de que las cosas han ido cambiando y entregaron sus animales acá, como el circo Royal, que entregó su leona. De otro circo más, que también entregó su león. Después cooperamos con la PDI con el decomiso de animales del circo de Los Tachuelas. Ahí llegaron tres ligres, una osa y el resto de los animales se distribuyeron en otros centros y después el circo de Las Montini entregó su león y su mono”, recordó.
Respecto a algunos cuestionamientos que existen en torno a los centros de exhibición o refugios de animales, Patricia respondió que “mucha gente dice, déjenlos libres, pero por algo están donde están. Pensar en que uno va a tener un león y que lo va a poder dejar a África, si no está ligado, es como una utopía. Tenemos tres pumas, por ejemplo, que están acá desde que tenían un mes y el proceso de aprendizaje de un puma con su madre dura tres años, entonces, no tienen la forma como poder vivir sin las técnicas que su madre les puede enseñar. Es súper importante tener claro esos conceptos, considerando además que así como vamos, que la gente tampoco se preocupa de los hábitats, estamos ocupando todos los espacios, va a llegar un momento en que los animales los vamos a ver solamente en estos centros”.
