Aún no hay detenidos por crimen de mujer
Share This Article
Confirmada la intervención de terceros en la muerte de Ruth Silva Hassel, una vecina de 67 años del sector Los Puquios, de San Fabián de Alico, se constata paralelamente la vulnerabilidad e indefensión de muchas personas en Ñuble, que llegando a la tercera edad viven solas.
El fenómeno, tantas veces observados en incendios, personas de la tercera edad que mueren por enfermedades sin que nadie se entere, sino hasta días después, tuvo su más próximo precedente este mismo mes, cuando en San Gregorio, una profesora jubilada murió mientras fue asaltada en su casa donde vivía sola.
“Esta es una realidad que en esta comuna, y suponemos que en casi todo el país va aumentando, por lo que desde el 2016 hemos estado trabajando fuerte con diferentes departamentos y juntas vecinales para generarles las redes de apoyo mínimas a estas personas”, ratifica el concejal Rodrigo Ávila, de San Fabián.
Ruth Silva, quien falleció producto de golpes en la cabeza, según la PDI que definió el hecho como un homicidio, era conocida por su sector, por el propio alcalde Claudio Almuna, por algunos concejales y por dirigentes vecinales, como Manuel Contreras, quien además, era su vecino.
“Y si bien era sociable, le gustaba el arte, participaba poco, casi no salía porque su marido (quien no vivía con ella) no le gustaba que saliera”, dice el dirigente, quien fue uno de los primeros en intuir que algo malo le había pasado porque no había dado señales de vida.
“Nosotros, como Club Luz y Esperanza, somos 27 adultos mayores, pero cinco viven completamente solos, al igual que ella, sin Internet o sin siquiera celulares, rara vez los vienen a ver. Somos nosotros los que vamos a sus casas, cantamos, tocamos guitarra y los escuchamos, pero es casa vez más difícil hacer que se integren”, explica.
“Esto fue familiar”
Ruth y su marido, guardia de seguridad, llegaron de Santiago hace unos tres años y se afincaron en Los Puquios.
“Eran personas sin problemas económicos y eso se notaba por la casa en la que vivían. Ella en Santiago estuvo ligada al mundo de la danza y era muy agradable, pero vivió demasiados problemas de violencia intrafamiliar y cayó en una depresión que la hacía tomar muchas pastillas”, comentó Contreras, apuntando a datos que fueron ratificados por las autoridades respecto a las denuncias por violencia intrafamiliar.
En Los Puquios se ha experimentado la llegada de familias que emigraron de ciudades más grandes, lo que en cierta medida pareciera preocupar a los lugareños habituados a la tranquilidad propia del mundo rural.
“Acá son pocos los que creen que fue gente de afuera la responsable de esto, además no se robaron nada”, plantea el dirigente vecinal.
Es más, precisa que “donde ella vivía era como un condominio donde vive pura gente que se conoce entre ellas, es un lugar que es constantemente patrullado por carabineros, por lo que quien hizo esto sabía por dónde entrar, a qué hora llegar y cómo salir sin ser visto. Creo que esto fue un problema familiar y no una cosa de delincuencia común”.
El marido de Ruth estaba fuera de la ciudad desde hace un tiempo y su participación fue descartada, en primera instancia, por la Brigada de Homicidios de la PDI.
Mientras tanto, “tenemos que seguir trabajando por integrar a los adultos mayores”, sostuvo el concejal Ávila.