Señor Director:
Los recientes acontecimientos de inseguridad son lamentables. La seguridad ciudadana es un deber esencial del Estado, según la teoría política de hace más de tres siglos y no una simple tarea. La crisis de seguridad actual no surgió de la nada y ha cambiado significativamente desde 2019 y es preocupante que la violencia se vuelva cotidiana.
Los parlamentarios deben legislar, generar consensos y avanzar en temas cruciales. La honorable Diputada del Frente Amplio, Lorena Fries, en carta al director sugiere corregir el rumbo del país con una política de Estado, sin ventajas políticas e invitando a la academia. Sin embargo, en 2024 ella misma criticaba a Carabineros por no disculparse por la “revuelta” de 2019, habló de “violación sistemática de derechos humanos”, validando así la violencia y cuestionando a la institución encargada de la seguridad. También criticó una resolución de la Corte de Apelaciones de Santiago, afirmando que perjudicaba al país.
Según la Constitución, los órganos del Estado y sus integrantes deben someterse a las normas y garantizar el orden institucional. Atacar y desprestigiar públicamente instituciones no garantiza el orden institucional; lo erosiona, y hoy pagamos las consecuencias de aquella erosión.
Es positivo avanzar en la seguridad y que quienes validaron, fomentaron o defendieron la violencia, reconozcan la necesidad de actuar.
Antes de que sea tarde deben dejarse los dogmas ideológicos y pensar en los ciudadanos. Antes de que sea tarde se debe recuperar la seguridad, que es esencial para un verdadero Estado de Derecho.
Jorge Gacitúa Muñoz
Abogado
Académico Derecho Constitucional USS