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Como positivo y beneficioso para la comunidad ha sido destacado el actual Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica (PPDA) vigente en la comuna de Chillán y Chillán Viejo, logrando reducir notoriamente la contaminación en el aire.
Si bien, en un principio, hubo cierto temor por los antecedentes previos y el plan ejecutado en Temuco, las cifras revelan un marcado descenso en el material particulado fino (MP.25), medición que evalúa concretamente si el aire está contaminado o no
Un plan que comenzó a regir en 2016 junto con diversas medidas comunicacionales y de fiscalización. Eso sí, la historia había empezado tres años antes, cuando el Ministerio de Medio Ambiente decretó a la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo como zona saturada por material particulado respirable (MP10) y material particulado fino (MP 2.5).
El decreto impulsó la creación del proyecto y su entrada en vigencia en el 2016. Pero fue dos años después, en 2018, cuando oficialmente empezó a funcionar el periodo de Gestión de Episodios Críticos (GEC), el cual está vigente desde abril a septiembre de cada año, donde más existe contaminación en el aire.
A casi 10 años de la declaratoria ambiental que sumergió a Chillán y Chillán Viejo en este plan, las cifras indican que el aire mejoró de manera sustancial, ejecutando algunas medidas concretas, como lo es el recambio de calefactores, las fiscalizaciones al uso de leña, los controles preventivos a viviendas y la venta de nuevos de tipos de calefacción que han aparecido durante los últimos años.
Eso y las campañas informativas que han llevado a cabo Seremi de Medio Ambiente, Seremi de Salud o la Superintendencia de Medio Ambiente, junto con la difusión de la prensa, han contribuido a este importante éxito.
Pero la visión de las autoridades es a no bajar los brazos y a seguir contribuyendo a la disminución de la contaminación. Actualmente está en pleno curso una nueva actualización al plan, considerando la pertinencia regional y la zona saturada en el Valle del Itata.
Es por eso que se quieren incorporar a 11 comunas más, aparte de Chillán y Chillán Viejo, para incluirlas en este importante proyecto, teniendo en cuenta que el valle de la región de Ñuble es una de las zonas más contaminadas del centro y sur del país.
El balance general
Los números entregados por la Seremi de Medio Ambiente comienzan en 2016, cuando la intercomuna aún no tenía el plan GEC, ni Ñuble era región.
En simples términos, el plan GEC mide y contabiliza los días en donde existe mayor presencia de material particulado fino. A aquellas jornadas en donde la medición supera lo permitido, se le denomina episodio crítico.
Los episodios críticos son los días en donde se presentan mayores concentraciones, las cuales se mide en cantidades de microgramos por metro cúbico (µg/m3) de material particulado fino. Un día normal no debe superar los 50 µg/m3 y los episodios críticos se miden en alerta, preemergencia y emergencia ambiental. Estos tres niveles fluctúan entre los 80 µg/m3 y 170 µg/m3, lo que indica que el aire está más cargado con esta sustancia.
De ahí radica la preocupación que se instaló en Chillán desde hace décadas. La sustancia puede provocar complicaciones a la salud, generando, en los peores casos, episodios de asma.
Concretamente, el plan GEC rige desde 2018, pero en 2016 ya había una medición, para dar comienzo con el PPDA. En dicho año, hubo 74 episodios críticos de MP2.5, desglosados en 27 alertas ambientales, 32 preemergencias y 15 emergencias, las cuales contabilizaron, en total, 1.153 horas bajo episodios.
Fue el inicio, el primer año de una medición para ver cómo estaba la intercomuna y para sorpresa, no fue el año con las cantidades más altas. Este sería el 2018, el cual, hasta el momento, ha sido el año con más contaminación registrada en el perímetro de medición desde que inició este balance.
El año 2017 contabilizó 64 episodios críticos, 10 menos que el 2016, repartidos en 30 alertas, 25 preemergencias y nueve emergencias. Eso dio un total de 40 días (982 horas), bajo episodios críticos.
La situación más compleja se vivió en el inicio oficial del plan GEC. En ese año, las concentraciones de material particulado fino superaron con creces lo permitido, registrando un récord de 22 días bajo emergencia ambiental.
La disminución, un año después, es notoria. Durante el 2019 se registraron solo 57 episodios críticos, siete de ellos de emergencia ambiental. De todas maneras, se mantuvieron similares los días con alerta, los cuales llegaron a los 27 durante ese año.
En 2020 la cifra siguió bajando, llegando a los 45 episodios críticos, con solo siete emergencias, 15 premergencias y 23 alertas.
La primera alza se registró un año después, en 2021, cuando la cifra en comparación a 2020 subió un 11,1%, pasando de 45 a 50 episodios críticos. En dicho año, se contabilizaron ocho emergencias ambientales.
El segundo aumento ocurrió el año recién pasado. Esto porque 2022 fue el año con menos episodios críticos en lo que lleva vigente el plan GEC: Solo 38. Pero en 2023, se contabilizaron 48, un aumento del 26,3%. Eso sí, en 2023, solo hubo tres emergencias, mientras que en el periodo anterior acaecieron cinco.
Respecto a cifras generales, “hemos disminuido en un 62% la cantidad de episodios críticos, pasando de 76 en 2018 a 48 en 2023, también disminuimos en un 82% el número de horas con esos episodios críticos, por ejemplo, desde 2018 redujimos más de 14 veces episodios de emergencias; disminuyendo también los episodios de preemergencia y alerta”, según lo comentando por el seremi de Medio Ambiente, Mario Rivas.
La voz de las autoridades
Los alcaldes de ambas comunas calificaron como efectivo la aplicación de este plan en la intercomuna.
El alcalde de Chillán, Camilo Benavente, señaló que en un principio “teníamos alguna incertidumbre”, refiriéndose al caso de Temuco, pero con pasar de los años y el desarrollo del plan GEC, quedó demostrado que la contaminación “ha bajado y de manera importante”.
Benavente explicó que “hemos sido un buen ejemplo de un plan de descontaminación ambiental que ha dado buenos resultados. Teníamos en principio alguna incertidumbre y preocupaciones con lo que ocurrió en Temuco. En nuestra ciudad ha bajado y de manera importante”.
Además ahondó en el plan de recambio de calefactores, el cual busca reemplazar la calefacción tradicional a leña por otras fuentes menos contaminantes. “El plan de descontaminación en algún momento planteó la necesidad de cambiar 20.000 estufas, nosotros ya vamos como en 9.000, es un buen número. Ya vamos en más del 50% del recambio de calefactores. Además, todo lo que implican los planes de descontaminación respecto a las nuevas viviendas, de los proyectos inmobiliarios, lo obliga a tener ciertas condiciones en la emanación de factores contaminantes, tener ciertas condiciones en las casas habitacionales y eso ha dado resultados”.
El jefe comunal indicó que en algún momento atribuyeron esta baja en lo que fue la pandemia por Covid-19, pero que al final, efectivamente, fueron número atribuidos al plan.
“Tenemos muy buenos indicadores. En algún momento pensamos que había sido la pandemia, como había poco movimiento, pero nos dimos cuenta el 2023 que efectivamente esto bajó casi a la mitad. Así que yo creo que el plan de descontaminación ambiental en nuestra ciudad es un buen ejemplo para el país”.
En cuanto a la proyección para este año y el cambio que se hará para 2025, el alcalde Benavente subrayó que hay que seguir intentando cambiar la cultura base, con respecto al uso de la leña.
“Tenemos que tener una fiscalización adecuada. Tenemos problemas con la leña. Debemos seguir, porque hoy día la principal fuente energética en la ciudad sigue siendo la leña. Por ahí es donde hay que generar este cambio, diría yo de costumbre, de mentalidad y cultura, de empezar a trabajar más con el pellet o con otros sistemas”, indicó el jefe comunal.
“Hoy día sabemos que el gas ha bajado un poco, hay comunidades que usan el por cañería, también hay algunas comunidades que pueden calefaccionarse de manera eléctrica. Pero cuando la principal fuente de energía es la leña, se requiere un cambio mediante un proceso en el tiempo” enfatizó.
Por su parte, el jefe comunal de Chillán Viejo, Jorge Del Pozo, indicó que este plan ha sido bastante positivo, pero que necesitan una estación de monitoreo en la comuna, ya que la que actualmente mide la cantidad de material particulado está ubicada en Chillán.
“Declarar la intercomuna de Chillán y Chillán Viejo con este plan de descontaminación ambiental es muy positivo. Los nuevos proyectos inmobiliarios traen una serie de medidas que permiten bajar la cantidad de hoy día estufas y dispositivos de calefacción. Creemos que en invierno debe aumentar la fiscalización, debemos tener una unidad de medición de la calidad del aire acá, porque es la estación, ubicada al otro extremo, la que finalmente se toma en cuenta para poder decretar alerta, preemergencia o emergencia”, indicó el alcalde.
Ante esto, sostiene que “es injusto, porque nuestra comuna hace esfuerzos extraordinarios para tener buena calidad del aire y finalmente por el mal comportamiento de los chillanejos, tenemos que apagar nuestras estufas, no teniendo otra posibilidad”.
Un plan “fusionado”
Desde la Seremi de Medio Ambiente de Ñuble indicaron que, dentro de los próximos años, se va a crear un nuevo PPDA, el cual se va a “fusionar con el proceso de revisión y actualización en el que se encuentra el PPDA vigente de la intercomuna de Chillán-Chillán Viejo”.
Así lo indicó el seremi, Mario Rivas, quien aclaró que en ningún caso se va a reformular, sino que se complementarán para abarcar las 13 comunas.
Estas son San Carlos, San Nicolás, Coihueco, Pinto, Bulnes, Quillón, San Ignacio, El Carmen, Pemuco, Ñiquén y Yungay. Junto con Chillán y Chillán Viejo.
“En el marco de la declaratoria de zona saturada para el Valle Central de Ñuble se inicia un proceso de elaboración de un nuevo Plan de Descontaminación Atmosférica (PDA) y que, para efectos de eficiencia, se fusionará con el proceso de revisión y actualización en el que se encuentra el PPDA vigente de la intercomuna de Chillán-Chillán Viejo, considerando que ambas comunas también se encuentran en el Valle Central de Ñuble”, explicó Rivas.
“La implementación del PPDA ha sido altamente beneficiosa para la población de Ñuble, especialmente en términos de salud pública y calidad de vida. Hemos registrado una disminución en los niveles de concentraciones de material particulado, con un mínimo histórico de 3 emergencias durante el invierno de 2023, lo que se traduce en menos episodios críticos y, por ende, menores enfermedades cardio-respiratorias”, complementó la autoridad.
En cuanto a la proyección para este año, Rivas aclaró que proyectan “continuar con nuestras estrategias establecidas en el Plan Operacional, que es el instrumento que por normativa se debe aplicar, enfocado mayormente a la Gestión de Episodios Críticos como medidas inmediatas, pero también las estructurales, que son las que en el largo plazo influyen directamente en la descontaminación, como es el caso de aislamiento térmico y del Programa de Recambio de Calefactores que ya ha superado los 9.000 beneficiarios. Entendiendo que es un gran desafío recambiar la totalidad de calefactores a leña y mejorar el aislamiento térmico en Chillán y Chillán Viejo, es clave la compra de leña seca certificada y el fomento de la educación ambiental, lo que se relaciona a la fuente de contaminación que es el uso de leña húmeda para calefacción domiciliaria”.