¿Existe voluntad política para impulsar incentivos tributarios o una zona franca agroindustrial?
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Hace unos días, el director del Centro de Estudios CER Regional, Renato Segura, propuso crear una zona franca agroindustrial en Ñuble, idea que fue destacada por el senador PPD Felipe Harboe durante el Encuentro Regional Ñuble organizado por la U. del Bío-Bío y Chile Descentralizado.
La propuesta busca atraer inversiones orientadas a la agregación de valor de la producción agrícola de la zona.
“La única medida efectiva para activar el potencial económico de la región es declararlo zona franca agroindustrial, donde la inversión privada en el procesamiento de productos agrícolas y sus actividades derivadas esté libre de impuestos”, sostuvo el académico.
Desde una perspectiva estratégica, agregó, “Ñuble debiese tener la capacidad para atraer la inversión en el sector agroindustrial. Las regiones vecinas (incluido Argentina) aportarían las materias primas que la capacidad instalada requiera”.
Junto con una zona franca, también se habló en el Encuentro Regional Ñuble sobre incentivos tributarios y créditos especiales, como los que se han aplicado en la Región de La Araucanía.
Al respecto, el intendente, Martín Arrau, precisó que “Hemos recogido las inquietudes que los gremios y expertos nos han hecho llegar respecto de medidas que permitan incentivar la inversión privada en la región. De cada una de las iniciativas mencionadas, por supuesto que existe la voluntad política de avanzar en ellas, pero son decisiones que requieren de un estudio acabado que permita tener claridad sobre los efectos que implicarán”, sostuvo la autoridad, quien agregó que la División de Fomento e Industria del Gobierno Regional ha tomado contacto con actores locales relacionados al tema para formar una alianza de trabajo público–privada.
“Paralelamente, hemos anunciado medidas y herramientas que tienen un efecto inmediato, como el plan de aceleración económica y los planes de inversión focalizados, como el Plan Itata, que son recursos frescos que vienen a dinamizar el sector productivo de la región”, aseveró.
Desde el mundo parlamentario, el primero que respaldó la idea de una zona franca agroindustrial fue el senador Felipe Harboe.
“Es una muy buena propuesta. Creo que Ñuble debe encontrar su foco productivo, y crear una zona franca agroindustrial permitiría que muchos pequeños agricultores, que tienen pocas hectáreas de producción, puedan participar de un proceso productivo más elaborado y darle valor agregado a los productos de nuestra zona”, sostuvo, recalcando que los proyectos que abordan materias tributarias son de iniciativa exclusiva del Ejecutivo, por lo que abogó por una buena acogida de la idea por parte del Gobierno.
Para el senador de la UDI, Víctor Pérez, “Todas las ideas son dignas de analizar y profundizar. Eso sí, para planteárselas a las autoridades, hay que precisarlas, porque por ahora, solo están en carácter de ideas. Yo llamaría a quienes han ido planteando iniciativas a que las profundicen, para así discutirlas con las autoridades económicas con proyectos específicos”, afirmó.
En el caso de la zona franca y los incentivos tributarios, agregó, “Son materias de ley, y uno entra a competir inmediatamente con otras regiones que están en similar situación.
Por eso, el próximo lunes 23 de septiembre nos reuniremos junto al diputado Gustavo Sanhueza con el ministro de Hacienda, cita a la que hemos invitado al intendente Arrau; para discutir aspectos de las glosas presupuestarias para Ñuble, y analizar qué medidas la autoridad ve con mayor probabilidad de implementar en el ámbito de la reactivación”, manifestó el legislador.
Más incentivos
Entre los diputados, el UDI Gustavo Sanhueza se inclina más por incentivos tributarios que por una zona franca.
“Una zona franca, como la conocemos tradicionalmente, es un área geográfica bajo un régimen económico especial: tributario, aduanero y de comercio exterior. En el caso de Chile, donde hemos suscrito acuerdos comerciales con otros países, los aranceles tienden a la baja, por lo que debemos preguntarnos si Ñuble necesita realmente una zona franca, o más bien incentivos tributarios para incentivar la inversión. Ahí hay una diferencia conceptual importante”, aseveró.
El parlamentario añadió que “Lo relevante es entender que el éxito de la agroindustria de Ñuble no depende de ser zona franca, como se ha expuesto últimamente, sino que de una política público-privada que agregue valor a la industria, que incentive la investigación, el desarrollo de la logística, la reconversión hacia cultivos no tradicionales, la participación de la academia a través de la ciencia aplicada y la cooperación interregional. En esos aspectos se debe centrar el debate, sobre cómo participamos con mayor propiedad en las cadenas globales de valor, generando un polo de desarrollo agroindustrial donde participen todos los actores. Estamos trabajando en estas materias, por lo que esperamos una visión regional común para avanzar en el desarrollo agroindustrial de Ñuble”, puntualizó.
Frank Sauerbaum (RN), apuesta por ser más “audaces”.
“Siento que hay que ser mucho más audaces para combatir los niveles de pobreza que hoy existen en la región. Ñuble es una zona absolutamente agrícola, por lo que hay que favorecer las inversiones en riego, modificar el decreto 1123 para que el Estado pueda intervenir de manera más clara en las obras de regadío, pero también creando una exención tributaria para quienes hagan inversiones acá, y así agregarle valor al sector agroindustrial”, postuló.
Y agregó: “No me parece descabellado que se le haga un tratamiento tributario especial también a Ñuble, considerando que La Araucanía tiene una depreciación automática de los activos, lo que hace que el nivel de inversión haya crecido rápidamente. Hay que hacer esas exenciones para motivar los niveles de inversión”, sostuvo, y destacó el hecho que la reforma tributaria considera la depreciación acelerada de los activos de las pequeñas empresas en todo el país, “Lo que va a permitir mayor inversión y utilidades durante dos años, para generar empleo”.
“No es una utopía”
Desde la oposición, el diputado DC Jorge Sabag manifestó que “Nosotros le hicimos ver al ministro de Hacienda que Ñuble necesita incentivos tributarios para atraer inversión”.
Si bien reconoció que en dicha cartera son reacios a conceder exenciones tributarias, valoró la propuesta de Renato Segura, “Por cuanto significaría dejar libre de impuestos a toda inversión orientada al procesamiento agrícola, que es lo que hoy necesitamos, es decir, valor agregado”.
Añadió que “Establecer una exención tributaria, aunque sea temporal, contribuiría a atraer capitales, que se integren a la macrozona (Maule-La Araucanía) e incluso a Neuquén, traer la materia prima y producir acá”, sin embargo, advirtió que “Una medida como ésta requerirá de la voluntad política del Gobierno”.
Para la legisladora PPD, Loreto Carvajal, la creación de una zona franca agroindustrial como lo sugirió el académico Renato Segura “No sería del todo una utopía. La posibilidad de incentivar la inversión privada en la zona es una real necesidad, toda vez que no podemos proyectar mejores cifras en el empleo circunscribiéndonos solo a la inversión pública. Mi preocupación es que este gobierno no ha puesto el foco en lo que realmente necesitamos, síntoma de lo que refleja el Plan Ñuble, anunciado a fines de febrero pasado. Nuestra región cuenta con gran población rural, y es precisamente la ruralidad la que ocupa muy pocos espacios en al agenda pública. El intendente debe ver cómo somos capaces de fortalecer un área deprimida para luego dar paso a una proyección seria”, planteó.
Para el radical Carlos Abel Jarpa “Las medidas propuestas son sumamente asertivas para el contexto actual y el desarrollo de la región, y vienen a reafirmar lo que he manifestado desde la aprobación en el Congreso de la región de Ñuble; que nuestro camino para el crecimiento está íntimamente ligado a transformarnos en una potencia agroalimentaria, y éste es el camino para ello”, afirmó.
Agregó que “La implementación de esta zona franca es una iniciativa del Ejecutivo, toda vez que requiere de recursos económicos para su implementación, pero nos debe llevar a generar un trabajo mancomunado previo entre el sector público y privado con el objeto que el Ejecutivo lo plasme en realidad. Lo fundamental para esta iniciativa es lograr asociatividad en pequeños productores. Éste es un factor clave y determinante para lograr esta propuesta, y uno de los mecanismos es el cooperativismo”, precisó.