Share This Article
Luego que personal del Grupo de Operaciones Especiales (GOPE) de Carabineros de Concepción, unidad a cargo de la seguridad de la comitiva presidencial que llegó a Chillán para celebrar el natalicio de Bernardo O’Higgins, confirmara que el artefacto instalado en las puertas del cuartel central de la PDI de Chillán, era una bomba hecha en base a pólvora negra, la asociación con lo ocurrido en la comisaría de Carabineros de Huechuraba, en Santiago, fue inmediata.
Otra asociación, al menos hecha por los parlamentarios de la zona, también apareció de forma expedita: el atentado a la central de Telecomunicaciones en el cerro Cayumanqui, el 29 de julio pasado.
Si se considera que también se detectó pólvora negra en las oficinas del conglomerado empresarial Quiñenco en Las Condes, “es evidente que estamos ante hechos violentos que buscan causar pánico, desorden y desestibilizar a la sociedad, y eso no es otra cosa que terrorismo”, plantea el senador (UDI) Víctor Pérez Varela.
Fue un carabinero, quien al pasar por fuera del cuartel central de la PDI, en la madrugada del martes 20 de agosto, advirtió que había un artefacto extraño en las puertas (cerradas) del cuartel, dando aviso del mismo.
El Gope, tras retirarla del lugar, confirmó que era una bomba artesanal, hecha con un extintor, un reloj y la ya mencionada pólvora negra, que solo este 2019 ha generado investigaciones transversales en la Fiscalía, amén de un hallazgo de este material en manos de un fabricante de bengalas, en 2013, en Santiago.
“Los grupos actúan en contextos que no es fácil entender para el resto de la sociedad, con esto digo que no hay un porqué claro en el actuar de estas personas, y hasta el momento no sabemos quién o quiénes están tras todo esto”, agregó el senador.
Coincide con el representante de la Cámara Alta, el diputado (DC) Jorge Sabag y añade que “es preocupante que la violencia organizada esté tomando cuerpo en nuestra Región de Ñuble. Para mí sí es terrorismo, porque el propósito era causar daño con fines propagandísticos, entendemos que hay personas que no están contentas con lo que ha hecho este Gobierno, pero el terrorismo no es la forma legítima para manifestarse”.
En lo estrictamente policial, las investigaciones se han mantenido en estricto secreto y solo ha trascendido que sí habría imágenes captadas por cámaras de vigilancia que podrían contribuir con la investigación.
Nuevos lineamientos
Desde la PDI explicaron que si bien siempre cierran las puertas del cuartel en las noches, la unidad está operativa y en condiciones de acoger denuncias las 24 horas.
Agregan que “hay una preocupación que obliga a reforzar la atención de lo que ocurre en los recintos policiales, todo de acuerdo al protocolo de seguridad que está establecido; ellos, por la misma materia, son secretos”.
En Chillán, el director nacional de la PDI, Héctor Espinoza aludió al operativo hecho por la policía civil para traer a Chile, desde Brasil, al exfrentista Mauricio Hernández “y hay gente que no está muy contenta con eso”.
Con estos eventos, el senador Pérez aclara que ya se está promoviendo un lineamiento de seguridad consistente en dos puntos primordiales.
“Necesitamos de una conducta mucho más alerta porque no estamos habituados a estos atentados. Estamos trabajando en dos instrumentos, como la modificación de los instrumentos de inteligencia del Estado y otorgar mayores atribuciones a las policías y al Ministerio Público”, comentó.