Día de la Tierra
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Hoy es un día para reflexionar. Ése fue el propósito cuando el 22 de abril de 1970 fue instituido como Día de la Tierra, para impulsar la toma de conciencia del valor de conservar nuestro planeta, para mantener una relación más armónica con la naturaleza.
Si bien podríamos resaltar que en este siglo se ha hecho más daño a la Tierra que en toda la historia anterior de la humanidad, hoy puede ser un día para mirar el planeta con optimismo. Todos vivimos en él y podemos generar un cambio.
En efecto, esta convocatoria global es una oportunidad para proponer acciones y soluciones viables y concretas en favor de nuestra calidad de vida. Desde acciones simples, como plantar árboles y realizar actividades de reciclaje, hasta cambios estructurales.
A nivel local y considerando que la mitad de la población vive en una conurbación (Chillán-Chillán Viejo), resulta indispensable ayudar a que la ciudad sea más sostenible. Hay tres elementos que resultan clave: la energía, la infraestructura y el transporte.
En materia energética, para nadie es un misterio que poseemos estructuras obsoletas de generación que no solo resultan ineficientes, sino contaminantes. Es imprescindible promover una transición a fuentes de energía renovables. Las viviendas, por su parte, representan el 90% de las emisiones de material particulado por el uso de leña. A través de mejoras sencillas y de eficiencia se pueden reducir las emisiones de modo drástico, más allá de los pobres incentivos y restricciones que propicia el Plan de Descontaminación Ambiental, actualmente vigente.
El transporte, por su parte, con un explosivo crecimiento del parque automotor local que ya se aproxima a los 55 mil vehículos, es una fuente emisora de contaminantes que también debe empezar a preocuparnos, pues representa un 10% de la polución en la intercomuna.
Sin duda, es imprescindible reducir estas emisiones, preferir vehículos más eficientes y, fundamentalmente, aumentar las opciones y la calidad del transporte público.
Junto a ello, resulta necesario un uso más razonable del automóvil, tema en que los chillanejos estamos significativamente atrasados.
Con una gestión inteligente y los recursos disponibles, la capital de la Región de Ñuble podría ser muy diferente a la ciudad de hoy y brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes.
Este Día de la Tierra es una oportunidad para aprovechar la creatividad humana para transformarla y así vivir mejor. Para quienes están involucrados política y profesionalmente en el tema, quizás este día sea una buena oportunidad para sellar un público compromiso con el desarrollo de nuevas áreas verdes, tema que ocupa el primer lugar entre las preocupaciones de la ciudadanía y donde Chillán aún está muy por debajo del promedio nacional y del estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud.