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Brechas de aprendizaje y de infraestructura enfrentará el nuevo SLEP

Mauricio Ulloa

Desde noviembre, el Servicio Local de Educación Pública Valle Diguillín se encuentra funcionando en cuatro pisos del Edificio Los Héroes, tras dejar las dependencias del Liceo Marta Brunet en Chillán. Son 122 funcionarios administrativos que se encuentran ultimando los detalles a seis días de comenzar la administración de los 131 establecimientos de educación de Chillán, Chillán Viejo, Pemuco, Bulnes, Yungay y San Ignacio, a excepción de El Carmen, cuya municipalidad decidió continuar siendo sostenedor.

El 2 de enero marca el hito histórico de este nuevo servicio, a través de la firma del convenio con el Mineduc por la subvención escolar, que autorizará el inicio de su nueva administración.

“Se nos reconoce en nuestra calidad de sostenedores de los establecimientos educacionales del territorio. Por lo tanto, nos asigna responsabilidades y nos entrega a su vez la subvención escolar del mes de enero. Son $79 mil millones en escuelas y liceos”, destacó el director del SLEP, Claudio Guíñez.

Durante el proceso de traspaso, el servicio confirmó que logró cumplir con el 100% de las metas y plazos establecidos, entre ellos, la adquisición de datos sobre dotación docente y un sistema de remuneraciones.

“En este momento, hay 26 servicios locales a pleno régimen. En enero nos traspasamos 10, vamos a ser 36. Con eso, la matrícula pública, más del 50%, ya queda en manos de los servicios locales”, detalló.

Todos los funcionarios, profesores y asistentes de la educación, con contrato vigente al 31 de diciembre, pasan al SLEP. Serán 4 mil 170 funcionarios.

Brechas de aprendizaje

El periodo de transición permitió tener un diagnóstico claro de la realidad educacional de los jardines infantiles, escuelas y liceos del territorio.

“Seis de cada 10 estudiantes no están en el nivel de aprendizaje que debiera tener según el curso, de acuerdo a la información del Simce. Es una brecha grande. Esto siempre es multicausal. Tenemos deficiencia a veces en los procesos de enseñanza de los establecimientos, decisiones que han tomado los establecimientos y los sostenedores. También hay que decir que las condiciones de infraestructura y de apoyo de material didáctico insuficientes”, reveló Guíñez.

Bajo nivel de asistencia

Uno de los factores que ha incidido en la brecha de aprendizaje, es la inasistencia crónica a clases, enfatizó el directivo, ya que la interrupción de las trayectorias educativas ha perjudicado el rendimiento del curso.

Los establecimientos del Valle Diguillín cerraron este año con menos del 86% de asistencia. “Eso es muy bajo. Antes de la pandemia estaba en torno al 91%. La meta es 93% a seis años. Es un factor muy complejo, que tiene alto impacto en la calidad de los aprendizajes que pueden tener los niños, porque si faltan constantemente a clases, se interrumpe su proceso de aprendizaje. Al haber cuatro o cinco niños que faltan frecuentemente en un curso, causa que los profesores retomen de más atrás y se produce este efecto de que los que tienen buena asistencia, eventualmente podrían no ir al ritmo que deberían tener”, explicó.

Por esta razón, una vez en operación el SLEP, se anunciaron estrategias para revertir estos índices. “Aquí tiene que haber compromiso de asistencia por parte de las familias”, planteó.

Con la marcha del SLEP, se busca marcar la diferencia y mejorar el nivel educativo, mediante un proceso de acompañamiento de un equipo especializado encargado de asesorar y levantar acciones de mejora en aquellas unidades con bajo rendimiento.

“Con un equipo muy profesional, que va a levantar junto a esa comunidad su diagnóstico y su plan de mejoramiento, serán acompañados en la ejecución de su plan donde vamos a ir monitoreando avances, dificultades y se seguirán tomando decisiones para que esto sea un círculo virtuoso. (…) Eso en el sistema municipal no estaba, porque había un equipo técnico pedagógico que más bien tenía una orientación hacia lo administrativo de los procesos pedagógicos”, sostuvo.

Infraestructura

Se estima que más del 80% de los establecimientos del Valle Diguillín tiene alguna deficiencia que no fue superada por la ausencia de un proyecto de conservación. Un 56% presenta deterioro en cubierta, 78% tiene deficiente sistema eléctrico y 82% posee instalaciones de gas deficiente.

Con la entrada en operaciones del SLEP se espera elevar la eficiencia en levantar propuestas mediante un equipo de exclusiva dedicación, lo que bajo la administración municipal estaba a cargo del Secpla, donde, a la vez, se formulan múltiples proyectos.

“En algunos municipios tal vez tampoco tenían los equipos que fueran capaces de generar los proyectos para postularlos de buena forma. Tenemos un equipo especializado de infraestructura. Hay arquitectos, constructores e ingenieros que tienen experiencia en proyectos de infraestructura escolar, por lo tanto, en cuatro o cinco meses podemos tener un proyecto listo para presentar y postular a financiamiento. (…) Eso en el sistema municipal no existe, porque los DAEM dependían de la generación del proyecto del Secpla que está encargada también de la cancha de fútbol, de la sede y además va con múltiples firmas del sistema municipal con la del jefe de Daem, del control, del administrador, del alcalde y esa pura vuelta de firmas son dos meses. (…) Nosotros comparativamente, vamos a tener una reducción de tiempos para postular un proyecto de un año y medio”, dijo.

En esa línea se trabajará con una cartera de proyectos de conservación de corto, mediano y largo plazo. Ya hay cinco iniciativas definidas para comenzar a ejecutar al menos tres durante 2026, en el liceo Marta Colvin, Liceo Santa Cruz de Larqui de Bulnes, Escuela de San Miguel de San Ignacio y la Escuela San Miguel de Itata de Yungay.

A 2027 se espera tener una cartera de 10 proyectos y 15 para 2028 para gestionar financiamiento.

Por otra parte, se instalará una política de mantención, con presupuesto asignado, en la que se está trabajando en una priorización de recintos.

“De mantenimiento de urgencias, preventivo y correctivo. Para eso tenemos un presupuesto asignado que hay que desarrollar. Estamos terminando la priorización de los establecimientos, por lo que les vamos a hacer mantención ahora a partir de enero y durante todo el primer semestre. Vamos a dejar programados el 50% de los establecimientos”, anunció.

Deuda

La educación municipal arrastraba déficit. A noviembre 2025 los municipios han aportado $8.848 millones para cubrir los déficits: Chillán ($4.298 millones), Chillán Viejo ($1.064 millones), San Ignacio ($936 millones), Bulnes ($837 millones), Pemuco ($595 millones) y Yungay ($748 millones).

Es decir, la subvención escolar no era suficiente para mantener el sistema y eran los municipios que debían traspasar recursos propios a los DAEM. “No era capaz de autosustentar su sistema. El municipio tenía que traspasar recursos. Eso nosotros lo proyectamos en las seis comunas. (…) No es menor”, comentó.

Según el director del SLEP, las razones de estos déficits se explicarían por supuestas “malas decisiones administrativas, económicas y de dotación (…) Los directores reconocieron, en muchos lados, que hay sobredotación”.

Con el nuevo sistema, la subvención estará dedicada al funcionamiento de los establecimientos y no para el pago de sueldos del SLEP, lo que marca otra diferencia con el régimen antiguo. “Nos hacemos cargo de la siguiente manera. El Estado nos compromete más recursos. Por ejemplo, en toda esta administración central del SLEP, todos nuestros sueldos y gastos de operación son con un aporte del Estado directamente al Servicio. Es decir, no se toca la subvención escolar para pagar gastos nuestros. La diferencia de los DAEM es que los sueldos de todos los funcionarios de los DAEM y los gastos de operación de estos se sacaban de la subvención. Ahí tenemos una primera gran diferencia. El Estado se metió la mano al bolsillo en este proceso y paga los gastos de operación de un servicio local y las subvenciones serán para los sueldos de los profesores, asistentes, mantenciones menores en los establecimientos y material pedagógico”, sostuvo.

En ese sentido, el sistema enfrenta desafíos para su sustentabilidad, en torno a tres variables clave. “Tenemos que aumentar la matrícula, porque es mayor el ingreso y tenemos que mejorar la asistencia promedio. Si mejoramos tres o cuatro puntos la asistencia promedio son miles de millones de ingresos más y si logramos reducir con una política, de personas bien responsables y serias, podemos reducir el número de licencias médicas (…) Tiene que haber educación de calidad, buenos equipos de trabajo en los establecimientos, apoyarlos para que mejoren sus prácticas en base a una política de acompañamiento y formación profesional”, manifestó.

Situación de comunas

La directora del DAEM de Bulnes, Cecilia Yáñez, aseguró que existen 20 establecimientos que han presentado inconvenientes menores, principalmente asociados a la antigüedad de sus edificios. Sin embargo, explicó que estos problemas han sido solucionados progresivamente gracias al trabajo del DAEM y al compromiso de las comunidades educativas.

No obstante, Yáñez advirtió que uno de los desafíos más urgentes para la nueva administración será la situación del Liceo Bicentenario Santa Cruz de Larqui. Este establecimiento cuenta con una matrícula de 695 estudiantes y enfrenta un serio problema estructural. Uno de sus pabellones, destinado a la educación media y construido en madera, colapsó debido al tiempo de edificación, lo que obligó a reubicar a los alumnos en otras dependencias del recinto.

“Esta situación está generando algún grado de hacinamiento, pero tengo entendido que la nueva administración lo tiene considerado como prioridad para su mejora”, precisó.

En cuanto al déficit financiero en Bulnes -unos $917 millones- explicó que esto no es exclusivo de la comuna, sino que se repite en un alto porcentaje de los municipios de la provincia.

Yáñez sostuvo que el proceso de traspaso contempla que los municipios entreguen los establecimientos con los déficits resueltos. Esto permitiría a los SLEP iniciar su gestión con una base financiera más equilibrada y avanzar hacia una administración descentralizada y más eficiente de los recursos. “Lo que, entre otras cosas, permitirá la implementación de prácticas pedagógicas innovadoras, estrategias de aprendizajes relevantes al servicio de la mejora continua de nuestros estudiantes”, concluyó.

El alcalde de El Carmen, Renán Cabezas, reiteró que la comuna no traspasará su sistema al SLEP, argumentando que la administración municipal cumple con todos los requisitos legales para postergar el proceso y que actualmente la educación comunal funciona sin dificultades financieras ni de calidad.

“La ley permite que los municipios que cumplan ciertas condiciones puedan postergar el traspaso, y nosotros cumplimos las tres: tenemos un porcentaje significativo de matrícula, no tener deudas previsionales con profesores ni trabajadores y buenos resultados en las pruebas estandarizadas”, señaló Cabezas.

El alcalde precisó que, gracias a esto, El Carmen ya logró postergar el traspaso por un año y que en enero próximo realizarán nuevamente el trámite para extender la postergación. “Esto responde únicamente a una decisión de esta administración de mantener la educación municipal el mayor tiempo posible”, enfatizó.

Cabezas destacó que el sistema comunal no presenta déficit y que, a diferencia de otras municipalidades, el aporte del municipio es mínimo, ya que el financiamiento se sostiene principalmente con los recursos que llegan por cada estudiante.

Finalmente, sostuvo que uno de los principales motivos para mantener la educación bajo administración municipal es la posibilidad de incidir directamente en la calidad educativa y la rapidez en la toma de decisiones. “Creo que los tiempos de respuesta que podemos dar como municipalidad son mucho más rápidos que los del SLEP”, afirmó.

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