Besalco, a través de Empresa Eléctrica Cordillera SpA, ingresó al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Ñuble la declaración de impacto ambiental (DIA) del proyecto Nueva Línea 1x66kv Santa Elisa- Quilmo II, que es parte del Plan de expansión anual de la transmisión 2020, de la Comisión Nacional de Energía, y su construcción y puesta en marcha fue mandatada por el Decreto N°229/2021 del Ministerio de Energía.
Besalco se adjudicó la construcción y propiedad de la nueva línea Santa Elisa – Quilmo II, y será la responsable de su operación en el futuro.
El proyecto consiste en la construcción y operación de una nueva línea de alta tensión, en una extensión de 8,4 kilómetros, para la interconexión de la subestación Quilmo II, y el nuevo patio de 66 kV de la subestación Santa Elisa, en Chillán Viejo, ambas propiedad de Copelec.
La futura línea estará conformada por 58 estructuras metálicas y tendrá 10 cruces con líneas de media y alta tensión; además de cruces con la Ruta a Yungay, la avenida Bernardo O’Higgins y la Ruta 5 Sur.
Según indicó el titular, “el proyecto tiene como objetivo satisfacer el incremento de la demanda de energía eléctrica en la región y contribuir a la mejora de condiciones de operación y calidad de servicio del suministro eléctrico”, aumentando la capacidad de interconexión y la flexibilidad de operación del actual Sistema Eléctrico Nacional.
En la DIA también se precisa que la obra representará una inversión de US$ 10,07 millones y que los trabajos podrían comenzar en octubre de 2026, dependiendo de la obtención de los permisos respectivos, como el ambiental. Dichas faenas se extenderán durante 16 meses, periodo en el cual se demandará una mano de obra promedio de 50 personas, con un peak de 75.
Anillo estratégico
Desde Copelec valoraron el ingreso del proyecto a evaluación ambiental. Según declaró Iván Fuentealba, gerente de regulación y mercado, la futura línea “permitirá descomprimir instalaciones actualmente saturadas en la zona sur de la región. Se entrega al sistema de transmisión la alternativa de contar con un nuevo circuito con posibilidad de abastecerse desde la línea Nueva Aldea – Santa Elvira. Asimismo, visualizamos la posibilidad para que se conecten nuevas tecnologías como los sistemas de almacenamiento tipo BESS que se están estudiando para incorporar en nuestra región”.
Comentó que esta obra es parte de un proyecto integral que también considera la ampliación de las subestaciones Santa Elisa y Quilmo II, de manera de conformar un anillo de seguridad energética.
“En una región con déficit de infraestructura de transmisión, se valora de forma positiva la incorporación de nuevas instalaciones. Asimismo, son positivas las obras de ampliación que Copelec debe ejecutar para el fortalecimiento de la transmisión en Ñuble. Los proyectos, en su conjunto, son un aporte para la operación y seguridad del sistema, permitiendo, por ejemplo, contar con alternativa de alimentación en caso de contingencias. La nueva línea, además, entrega la posibilidad de holguras en instalaciones que hoy se encuentran saturadas, y para el caso de Copelec, permite que los proyectos de ampliación en sus subestaciones sean explotados de forma eficiente entregando una alternativa para los requerimientos de suministro eléctrico”.
Informó que ambos proyectos “se encuentran en etapa de ingeniería y gestión de permisos territoriales”, por lo que prevén iniciar obras durante el primer semestre de 2026.
