Insólito: Liceo Industrial de Chillán cumple 15 años realizando clases en containers tras el terremoto del 2010

Alumnos, apoderados y profesores del Liceo Industrial de Chillán volvieron a alzar la voz este viernes para denunciar las precarias condiciones en las que continúan desarrollando sus actividades educativas.
A más de 15 años del terremoto de 2010, el establecimiento sigue impartiendo clases en salas modulares de emergencia, sin que hasta ahora se concrete la reconstrucción definitiva.
Antes del sismo, el liceo tenía una matrícula superior a los 1.300 estudiantes. Hoy, según cifras entregadas por la comunidad educativa, esa cifra ha disminuido drásticamente a cerca de 400 alumnos. La falta de infraestructura adecuada ha sido, aseguran, una de las principales causas de esta baja sostenida.
“El mayor problema es la infraestructura, un problema que arrastramos desde el terremoto del 2010. Perdimos gran parte de nuestro liceo y desde entonces estamos trabajando en salas de emergencia, containers que no son los espacios más adecuados para hacer clases”, explicó el profesor Javier Aravena.
“Esto nos ha significado una pérdida rotunda de matrícula. Antes teníamos más de 1.300 estudiantes y hoy apenas bordeamos los 400. Hemos perdido cerca del 60% de nuestros alumnos”, agregó.
Gestiones locales
El proyecto arquitectónico para la reconstrucción ya está terminado. Fue elaborado con presupuesto aprobado en su momento por los consejeros regionales del Biobío, cuando Chillán aún pertenecía a esa región. Sin embargo, tras la creación de Ñuble como nueva región administrativa, el avance quedó supeditado a nuevas gestiones locales.
Berta Suazo, presidenta de los apoderados del liceo, manifestó su preocupación, indicando que llevan “diez años luchando por la reconstrucción”.
“A veces vemos apoyo, otras veces no. Nos citan a reuniones, pero quedamos estancados. Como apoderados estamos cansados de que nuestros hijos estén en containers. En invierno hace mucho frío y en verano un calor insoportable. Necesitamos una infraestructura nueva y digna para nuestros estudiantes”, agregó.
Desde el centro de alumnos, Tamara Vallejo, presidenta de la organización, también se sumó a las demandas.
“Nos gusta nuestro liceo, nuestros profesores son muy agradables, pero la infraestructura es muy complicada. Nos estamos formando como técnicos profesionales y queremos hacerlo en un espacio adecuado. Pasamos gran parte de nuestro tiempo aquí y merecemos un lugar seguro, no solo en lo humano, sino también en lo estructural. En invierno pasamos frío, en verano calor, y eso afecta nuestro proceso de formación”, indicó.