Señor Director:
La existencia del voto obligatorio o voluntario siempre ha sido un tema de debate en Chile. Desde el año 2022, el voto es obligatorio para todas las elecciones y plebiscitos, con excepción de elecciones primarias, instancias en las que la participación cae rotundamente por la naturaleza de las mismas.
Preliminarmente, creo que es más válido privilegiar un voto voluntario, de este modo anteponiendo la libertad individual integral de cada personal y respetando su decisión de no participar de un proceso eleccionario, lo que en el papel, es completamente válido. Sin embargo, considero que debido al contexto en el que vivimos, implementar un voto obligatorio en todo tipo de votación, incluyendo elecciones primarias, es una opción seria a tener en cuenta.
La elección primaria del 2021 y la de este año contaron con una participación cercana al 10% del padrón, cifra sumamente baja que conlleva en una elección poco representativa. Si bien probablemente hubo votos más informados y por consecuencia, quizás de “mayor calidad”, la voz de los ausentes, en términos democráticos, es igual de importante y debe ser escuchada. Aunque la manifestación de la voluntad de los ciudadanos vaya a ser un voto nulo o en blanco, es necesario tener constancia de estos mismos para saber qué es lo que realmente desea el país.
Nicolás Arancibia Rivera
