Las primarias presidenciales del oficialismo, convocadas para el próximo 29 de junio, se han transformado en un campo de disputa que ha expuesto con crudeza las fracturas internas del pacto Unidad por Chile.
Lo que partió como un ejercicio de definición democrática de candidaturas, hoy muestra fisuras profundas entre el Frente Amplio, el Partido Comunista y el Socialismo Democrático, que se proyectan más allá del domingo electoral, y ponen en entredicho la posibilidad de una convivencia armónica de cara a las elecciones generales de noviembre.
La polémica desatada por la franja televisiva del frenteamplista Gonzalo Winter -que criticó el legado de los 30 años de gobiernos concertacionistas- ha sido el punto más álgido de una campaña en la que se ha vuelto evidente el quiebre generacional y político al interior del oficialismo.
A este panorama se suma la tensión entre la candidata comunista, Jeannette Jara, y el comando de Carolina Tohá. El detonante fue la filtración de una minuta interna del equipo de campaña de la exministra del Interior, que sugería advertir sobre el “riesgo” de un eventual triunfo de Jara. La alusión fue interpretada como una campaña del miedo dentro del propio oficialismo.
Voces regionales: diferenciación y unidad futura
En Ñuble, los voceros regionales de las distintas candidaturas han defendido tanto la necesidad de marcar diferencias como la urgencia de construir unidad posterior.
Francisco Crisóstomo, vocero del comando regional de Tohá, abordó el tono confrontacional con perspectiva política.
“Elegir a un candidato en una primaria trae consigo marcar posturas políticas. Esa parte de la política no se debe interpretar como una discusión o un tono adversario. Al contrario, es necesario marcar posiciones que luego van a confluir en un proyecto país que representa al progresismo”, expresó.
Respecto del futuro de las listas parlamentarias, Crisóstomo insistió en que debe leerse en función de la realidad de cada región y del objetivo común de superar a la derecha en cada distrito.
“Pasadas las primarias, ya no estaremos frente a cualquier proceso electoral. Enfrentaremos un proceso que va a fusionar ideas, y ahí concurren quienes formaron parte del pacto de las primarias y quienes se quieran sumar. Los grandes desafíos del país requieren de un compromiso transversal. De eso se trata gobernar”, aseveró.
Desde el comando regional de Jeannette Jara, Marta Carvajal manifestó que “es propio de procesos de elección y debate que se tensionen las relaciones en torno a posicionar ideas y poder mostrar las particularidades, diferencias, y también las convergencias de las mismas. Como partido también creemos firmemente que la unidad más amplia es la que puede confluir en un programa que permita responder a las necesidades de la ciudadanía, y también creemos que nuestros actuales aliados comprenden así el momento político que hoy se desarrolla en el país”.
Añadió que “los partidos del oficialismo comprendemos que pasadas las primarias, debemos poner todas nuestras fuerzas en construir un programa y luchar para ganar las Presidenciales, y con ello profundizar en los cambios que hasta hoy se han llevado a cabo y que responden a las necesidades latentes de la ciudadanía en materia de seguridad ciudadana, social y económica”.
Francisca Leyton, vocera del comando de Gonzalo Winter en la región, defendió el tono crítico de la campaña y sostuvo que “buscar la diferenciación es natural. Nuestra primaria refleja más el deseo de un Chile común que un acuerdo unánime sobre cómo construirlo. Llama la atención cómo en Ñuble algunos desconocen su propia gestión. Esperamos que los diagnósticos compartidos articulen nuestra propuesta conjunta”.
En tanto, Ximena Salinas, vocera regional de Jaime Mulet, llamó a no sobredimensionar las diferencias.
“Mientras la oposición tiene tres candidaturas sin rumbo común, nosotros partimos de un acuerdo. Después de las primarias, vamos a fortalecer ese trabajo. En Ñuble, la Federación Regionalista Verde Social seguirá impulsando la unidad del progresismo con convicción”, resaltó.
