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Mejores precios que el año pasado anticipan una favorable temporada de maíz

Con menos del 10% de la superficie cosechada de maíz grano a la fecha en la Región de Ñuble, se anticipa una positiva temporada 2024-25 para este cultivo, que según estadísticas de la empresa estatal Cotrisa, alcanzó una superficie de 13.130 hectáreas (21,3% del total nacional), lo que representa una leve disminución de 0,5% respecto al año anterior.

“En la temporada pasada el rendimiento fue de 134,8 quintales por hectárea, en la temporada actual la cosecha no termina por lo cual no hay datos precisos, sin embargo, se proyecta una producción total de 176.974 toneladas. Respecto al rendimiento, no se esperan variaciones significativas con relación a la temporada precedente”, manifestó el seremi de Agricultura, Antonio Arriagada.

En esa línea, Carlos González, presidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, planteó que aún es prematuro adelantar una estimación de rendimientos. “Las cosechas están recién empezando, de hecho, se atrasaron un poco porque las siembras fueron más tarde el año pasado, por factores climáticos”, acotó.

Consultado por el efecto de los cinco meses sin lluvias y las altas temperaturas del verano, indicó que, “el agricultor que siembra maíz sabe que debe tener disponibilidad de agua y todos los maizales se siembran bajo riego”.

Precios

De acuerdo al monitoreo de Cotrisa, esta semana solo está operando un poder comprador en la región, Agrícola Chillán Viejo, en la planta Curimapu exVitra, en Chillán, que ofrece 22.800 por quintal. En la misma semana del año pasado, el valor ofrecido por este poder comprador era de $20.500. Esto representa un alza de 11,2%.

“Los precios se ven un poco mejores que el año pasado, en la misma medida que tuvimos con el trigo, que tampoco fue un precio fenomenal, pero sí fue un poco mejor que el año pasado”, afirmó González.

Según explicó el seremi Arriagada, “la primera semana de abril de 2025, los precios del maíz se mantuvieron elevados debido a varios factores que afectaron su oferta y demanda, como clima adverso, demanda inflexible (aumento de insumo para producir etanol para biocombustible y para alimento animal útil en la producción de carne) y costos de producción elevados (alza en los fertilizantes)”.

Pero la autoridad también apuntó a la incertidumbre por los aranceles que impuso Estados Unidos y la continuidad en la guerra entre Rusia y Ucrania, “que dificulta la exportación del grano de dos oferentes importantes en el mercado internacional. Otro factor es la escasez de inventarios en Estados Unidos, que rondaba el 10,2%; el alza en la demanda internacional se mantiene fuerte, con México como principal comprador de maíz estadounidense, incrementando sus importaciones en un 4% respecto al año anterior. En América del Sur, las condiciones climáticas adversas en países como Argentina y Brasil afectaron negativamente la producción de maíz, lo que llevó a una reducción en la oferta global y, en consecuencia, a un aumento en los precios internacionales”.

Arriagada añadió que, “durante la primera semana de abril, estos factores combinados resultaron en precios elevados del maíz a nivel mundial, lo que implica mayores costos para importar el cereal para el mercado nacional”.

En este contexto, a la fecha y en términos nominales, el costo alternativo de importación del maíz del mercado de referencia Argentina puesto en la Región Metropolitana, es 3,8% más alto que el promedio observado entre abril y junio de 2024”, cerró el seremi.

Respecto al efecto del tipo de cambio, que durante abril se ha mantenido sobre los $940 y en los últimos días ha sobrepasado los $990, Carlos González aseguró que “va a afectar positivamente en los precios, y mientras dure esta guerra comercial el dólar se va a seguir fortaleciendo por la incertidumbre del comercio mundial, y además, porque el cobre sigue bajando. Entonces, si tenemos un dólar fuerte, sobre $950, por supuesto que se va a valorizar no solo el maíz, sino que todo lo que viene de afuera”, sin embargo, advirtió que un dólar muy alto “no nos sirve, porque todos los insumos agrícolas son importados, lo que incide fuertemente en los costos”.

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