Gobernadores instan al Congreso y al Ejecutivo a acelerar aprobación del Proyecto “Regiones Más Fuertes”
En el marco de los esfuerzos por fortalecer la descentralización y promover un desarrollo equitativo en las regiones, el gobernador de Ñuble, Óscar Crisóstomo, junto a otros representantes regionales, llamaron a las autoridades legislativas y ejecutivas a dar prioridad al proyecto de ley “Regiones Más Fuertes”, presentado en abril de 2023, y aún pendiente en el Congreso.
“El Proyecto de Ley Regiones Más Fuertes no es tan solo una herramienta legislativa, sino una oportunidad histórica para otorgar autonomía financiera a las regiones, modernizar los mecanismos de control y rendición de cuentas, y garantizar que las decisiones se tomen más cerca de las personas, con la pertinencia territorial que con precisión y justicia, puede administrar una región”, sostuvo la máxima autoridad de Ñuble.
Agregó que esta iniciativa “permitirá a los gobiernos regionales tomar decisiones presupuestarias de manera más directa, diseñar nuevas fuentes de ingresos propios y ejecutar programas y obras con mayor agilidad, por eso hablamos de un paso decisivo para romper con la burocracia centralista que frena el desarrollo territorial, lo que muchas veces es visto por las fuerzas contrarias a la descentralización como un caballo de batalla para concentrar el poder en el nivel central”.
El gobernador recordó que cuando el proyecto fue presentado, existía un amplio consenso político sobre la necesidad de modernizar el Estado y fortalecer el rol de las regiones.
“Las autoridades del Ministerio de Hacienda, la Dirección de Presupuesto y el propio Presidente, destacaron en su momento la relevancia del proyecto como un pilar fundamental para el desarrollo territorial y el crecimiento sostenible del país, suscribiendo el acuerdo en la necesidad de avanzar hacia un modelo que fortalecía el rol de las regiones. Sin embargo, han pasado más de 18 meses y seguimos esperando. La inercia legislativa no solo retrasa este cuerpo legal, sino que también posterga el desarrollo y bienestar de miles de personas en las regiones”, aseveró.
Crisóstomo destacó que este proyecto no solo fortalece la autonomía fiscal de las regiones, sino que también incorpora modernos mecanismos de control y transparencia, ya que establece reglas fiscales claras y sostenibles, lo que obligará a las regiones a cumplir con programaciones financieras de mediano plazo, evitando compromisos fuera del marco presupuestario autorizado”.
Al mismo tiempo, también implica realizar rendiciones de cuentas efectivas, introduciendo auditorías externas obligatorias al término de cada administración, incrementando la confianza ciudadana en la gestión de recursos; también permite un impulso decidido al desarrollo local, pues mejora la articulación de inversiones públicas entre gobiernos regionales, municipios y servicios, permitiendo ejecutar proyectos clave como hospitales, carreteras y sistemas de iluminación pública.
Llamado a la acción
“El proyecto es fundamental para cumplir con el objetivo de descentralización efectiva, acercando la democracia y las decisiones presupuestarias a las personas, y dotando a las regiones de herramientas concretas para generar ingresos propios y desarrollar proyectos con pertinencia territorial”, sostuvo el gobernador de Ñuble, quien añadió que “Chile no puede seguir postergando la descentralización. Las razones para avanzar están claras, y el tiempo apremia. Este proyecto debe ser una prioridad legislativa y zanjarse este año, permitiendo que las regiones ocupen el lugar que les corresponde en el desarrollo del país, por cuanto es hora de que pongamos las necesidades de las regiones en el centro de la agenda nacional.”
Más transparencia incluida
Para Rodrigo Mundaca, gobernador de la región de Valparaíso y presidente de la Asociación Nacional de Gobernadores, Agorechi, “el proyecto de ley Regiones más fuertes es fundamental para los gobiernos regionales, pues salda una deuda no solo con nosotros como institución, sino que también con las y los ciudadanos del país. Es la propuesta más significativa en la materia en las últimas décadas, y es determinante para modernizar el Estado”, manifestó.
En el caso de los gores, dijo, “en particular, nos permitirá avanzar en financiamiento, descentralización y responsabilidad fiscal, que a su vez, se traducirá en mayores grados de autonomía y mejores mecanismos de transparencia y fiscalización sobre el uso de los recursos públicos. Como Asociación de Gobernadores y Gobernadoras Regionales de Chile (Agorechi) tenemos grandes expectativas de esta iniciativa, por lo que esperamos que en marzo se retome la discusión, que ya lleva 18 meses estancada en el Congreso”.
En tanto, según el gobernador de O´Higgins, Pablo Silva, “éste es un proyecto anhelado por los gobiernos regionales y por la Agorechi. Agradecemos la disposición del Gobierno de ponerle urgencia, ya que es un proyecto que está pendiente hace mucho tiempo. Nos va a permitir tener certeza de los presupuestos asignados y de los nuevos ingresos que van a poder incorporarse a la inversión de las distintas regiones del país. Estamos expectantes, y hacemos un llamado a los parlamentarios a aprobar esta iniciativa tan importante para la descentralización, y que también va con controles y nuevas medidas de transparencia para el uso de los recursos, situación que a nosotros no nos incomoda, todo lo contrario, nos parece adecuada para manejar los recursos en cada una de las regiones, no desde el nivel central”, sostuvo.
Agregó que “es muy importante que el Gobierno revise este proyecto y agilice su tramitación. Ahí agradecemos al ministro de Hacienda que ha tenido una muy buena voluntad y que ha hecho todo por llevar adelante este proyecto y esta ley de descentralización. Esperamos que se tramite en el menor tiempo posible, y este año sigamos trabajando de la mano del Gobierno para tener mayor descentralización”, expresó.
Venia del oficialismo
Entre los parlamentarios por Ñuble, el diputado independiente-DC, Felipe Camaño, resaltó que el proyecto Regiones más fuertes “es importante, sobre todo, para regiones como la nuestra, en donde vemos que los recursos escasean, y que nuestras necesidades pareciera que fueran menos importantes que las de las regiones más grandes”.
Afirmó que “el hecho que esto avance en descentralización, y le entregue nuevos recursos y nuevas formas de financiamiento a las regiones es sumamente importante. Que aumente la fiscalización y al mismo tiempo la autonomía en la toma de decisiones, que podamos incluso ver como la región de Ñuble busca financiamiento internacional para potenciar su desarrollo, es un paso al que todos debemos contribuir. Personalmente apoyo totalmente esta iniciativa, y espero que el gobierno cumpla su compromiso de tramitarlo durante esta administración”, aseveró.
Camaño cree que “es bueno que el gobierno se haya comprometido a ponerle urgencia a este proyecto, pero la comisión de Hacienda lleva más de un año con esta iniciativa con urgencia, y aún así no vemos movimiento, ya que aparecen otros temas muy importantes (como la Afide, el subsidio eléctrico, la deuda histórica), que se toman la agenda de esa comisión, y eso hace que el proyecto siga sin discutirse. Incluso, por eso mismo esta semana, a través del diputado Ricardo Cifuentes, mi bancada le consultó a la comisión cuáles serán los plazos de discusión del proyecto Regiones más fuertes, y cuándo podremos por fin discutirlo y votarlo, que es lo importante, ya que si se sigue dilatando y si cambia el gobierno, es posible que este proyecto no llegue a ser ley nunca, como ha pasado con otras reformas. Por eso el gobierno debería apretar el acelerador en esta materia, y espero que todos aquellos parlamentarios que se dicen regionalistas se cuadren con el proyecto, porque ahí se verá quiénes confían realmente en la descentralización y en el poder de las regiones, y quiénes no, y solo lo usan como eslogan de campaña. Por mi parte, el apoyo está y va a estar siempre al 100%, y de eso la gente puede estar segura”, sostuvo.
Cautela en la derecha
Desde la UDI, la diputada Marta Bravo mencionó que quizás la única reforma en los últimos años enfocada en una mayor descentralización, fue la que permitió la elección de los gobernadores regionales, sin embargo, en la práctica, todavía persiste una deuda muy grande en materia de competencias.
“El proyecto Regiones más fuertes, que ingresó el Ejecutivo a la Cámara de Diputados, y que ha estado prácticamente congelado en la Comisión de Hacienda con sucesivas indicaciones, está bien inspirado, aun cuando debemos debatir sobre los instrumentos específicos que permitan mejorar las administraciones regionales.
Nos parece, por ejemplo, que el hecho que las regiones puedan recaudar directamente, significará una autonomía mucho mayor. Esa oportunidad está en el proyecto, como también la posibilidad de dotar a los gobiernos regionales de mayor flexibilidad en la toma de decisiones, y no depender permanentemente de las restricciones propias de la Dirección de Presupuestos o de otros órganos del Estado”, aseveró.
Desde el gremialismo, añadió, “estamos muy abiertos a abrir el debate lo antes posible y entregar nuestros aportes para una descentralización responsable, con estabilidad fiscal, pero al mismo tiempo, decidida, para que las regiones puedan actuar con autonomía en su proyecto de futuro, atendiendo los problemas de pobreza, cesantía e inequidad territorial que nos afectan en la actualidad”, planteó.
En tanto, el diputado de RN, Frank Sauerbaum, recordó que el proyecto de rentas regionales fue diseñado antes que estallara el caso Convenios, y buscaba replicar a nivel legislativo las flexibilidades presupuestarias que el gobierno del Presidente Boric había implementado previamente mediante instrucciones de la Dipres.
“Además, el proyecto contemplaba la posibilidad de que los gobiernos regionales no solo diseñaran sus presupuestos con estándares de control mínimos, sino que también pudieran endeudarse con organismos internacionales multilaterales, como el Banco Mundial o el FMI. Sin embargo, tras la explosión del caso Convenios, quedó en evidencia que el proyecto no era viable ni política ni económicamente. Como resultado, el propio gobierno decidió retirar las urgencias que priorizaban su votación en el Congreso”.
En resumen, expresó, “la combinación de menores estándares de control financiero en los presupuestos regionales y la posibilidad de que entidades externas aumenten la deuda pública por encima de lo fiscalmente sostenible llevó al Ejecutivo a detener su tramitación para dar prioridad a iniciativas más relevantes. Dado que estas condiciones no han cambiado, y de hecho, la situación de la deuda pública ha empeorado, lo más sensato es que este proyecto continúe detenido hasta que no se reformule”, sentenció.