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La Sala de la Cámara de Diputados aprobó hoy miércoles, por unanimidad, el proyecto de ley de Transición Energética que presentó el gobierno en julio de 2023, el que fue despachado para convertirse en ley. La iniciativa apunta a impulsar medidas para avanzar en el proceso de descarbonización de la matriz energética de nuestro país y brinda las herramientas para destrabar y agilizar la adjudicación de obras de ampliación de la transmisión eléctrica que son urgentes, particularmente para la región de Ñuble.
Desde el Ministerio de Energía destacaron que la ley permitirá concretar las condiciones necesarias para un desarrollo eficiente de las obras de transmisión eléctrica, especialmente en regiones que enfrentan problemas debido a la estrechez en las líneas, por ejemplo, para abordar el rezago de infraestructura que exhibe Ñuble y que ha impedido dar factibilidad de suministro a más de 1.300 solicitudes, principalmente inversiones en los rubros agrícola, agroindustrial y habitacional.
En ese contexto, son emblemáticos los postergados proyectos de ampliación de las líneas Charrúa-Chillán y Monterrico-Cocharcas, cuya sexta licitación recientemente fue declarada desierta, debido al abismo entre los valores de referencia de las inversiones indicados por el regulador, fijados en la prepandemia, y los valores que maneja el mercado. Son dos obras necesarias y urgentes para la región -que datan de 2018-, dado que su concreción permitirá superar la estrechez en la zona sur y en la zona norte de Ñuble.
Para agilizar la adjudicación y ejecución de estas obras, se permitirá traspasar el proceso de licitación a manos de los propietarios, como CGE, junto con un mecanismo permanente de revisión del valor de inversión de estas obras. Asimismo, se incorporará un mecanismo transitorio de revisión del valor de inversión para obras de inversión paralizadas o en conflicto para permitir que continúe la construcción de ellas. Por último, se buscará agilizar la realización de obras de expansión (de ampliación y nuevas) que son necesarias y urgentes para el sistema eléctrico, con especial foco en la región de Ñuble.
El ministro de Energía, Diego Pardow, destacó el apoyo transversal que tuvo la iniciativa. “Agradezco a los diputados y senadores, de gobierno y de oposición, que apoyaron este proyecto pensando siempre en el bien común de los habitantes de sus regiones”, dijo.
“Este es un paso fundamental para el sector energético que corregirá, por ejemplo, las demoras de las obras de transmisión que han afectado la actividad productiva de regiones como Ñuble o el Maule”, añadió la autoridad.
Foco en Ñuble
Por su parte, el diputado por Ñuble, Cristóbal Martínez (UDI), destacó la aprobación y recordó que el proyecto surgió teniendo en especial consideración la realidad de Ñuble, donde distintos gremios y autoridades han advertido que cientos de inversiones no se han podido ejecutar por no contar con factibilidad energética.
Lo anterior, explicó Martínez, ha repercutido en altas tasas de desempleo y pobreza en Ñuble, “justamente por la imposibilidad de una serie de empresas de concretar sus proyectos, ayudando así a que se generen nuevos empleos en la zona (…) Por eso era tan relevante aprobar este proyecto de ley, porque, además, viene con una especial consideración para la realidad que vivimos en nuestra zona”.
Precisamente, el parlamentario hizo referencia a uno de los artículos transitorios que incluirá la nueva ley, que establece que “se podrá considerar un monto adicional máximo de hasta el 5%, por sobre el límite del 10% establecido, a efectos que se califiquen como obras necesarias y urgentes aquellas que se encuentren ubicadas en Ñuble”, siendo válido por cuatro años.
Condiciones para invertir
En tanto, Patricio Lagos, gerente general de la cooperativa eléctrica Copelec, una de las distribuidoras afectadas por la estrechez de la red de transmisión, aplaudió la “muy buena noticia, que viene a solucionar los grandes problemas que ha tenido Ñuble en los últimos años, son problemas que tienen una larga data, desde que nosotros partimos reclamando, en 2018, que se necesitaba mayor inversión de parte de las empresas de transmisión para mejorar la condición eléctrica; y hoy vemos que se ha escuchado la palabra de varios actores locales, como Copelec y los gremios productivos de la región y la autoridad política”.
El ejecutivo destacó que “vemos con bastante alegría que esto llegue, porque se van a abrir nuevas perspectivas. Las condiciones para los que tenemos que invertir en transmisión de energía cambian, desde el punto de vista que la ley va a ser mucho más ágil y más moderna, y tomando varias consideraciones como, por ejemplo, tiempos más cortos de respuesta, plazos más cortos para los permisos y para la ejecución de las obras, ya que las empresas no podemos esperar cuatro, cinco y hasta diez años los proyectos y la gente tampoco puede esperar eso”.
Lagos añadió que la nueva ley “también tiene algo muy interesante para los inversionistas, que es que los precios se van a actualizar año tras año, entonces, si un año no se adjudica la obra, al año siguiente se va a poder ajustar ese precio”.