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Señor Director:
El pilar voluntario está olvidado en la actual reforma previsional, y refleja el poco sentido técnico de la reforma hasta el momento, a pesar de ser una muy buena oportunidad para darle un segundo aire a las cotizaciones voluntarias, las cuales no han tenido modificaciones legales desde el año 2008, hace más de 15 años.
Hoy los desafíos del pilar voluntario están en la clase media, es decir en el APV-A, el cual actualmente bonifica en un 15% el aporte anual, sobre un aporte de máximo de 40 UTM ($2.600.000), con un beneficio máximo de 6 UF ($400.000) anuales.
Una opción interesante a evaluar es la de aumentar el porcentaje del beneficio tributario, de un 15% a un 20%, para todo afiliado previsional, y de un 15% a un 25%, para aquellos afiliados que estén próximos a pensionarse, a cinco años o diez años antes de pensionarse, de manera que el incentivo a la cotización adicional sea muy alto, lo cual, también ayudará a un mayor conocimiento, preparación y mejora en la calidad de vida para la futura etapa como pensionado.
Eduardo Jerez Sanhueza