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Dolió como nunca.
En el último minuto de descuento del partido, Ñublense cayó ante Universidad Católica por 2-1, tras un polémico penal sancionado con la asistencia del VAR que cobró por gol Fernando Zampedri, cuando el empate parecía sentenciado y lo más justo,
El árbitro Juan Lara fue el centro de los reclamos de los diablos rojos porque minutos antes, una mano del volante cruzado Joaquín Torres, no fue considerada por el VAR.
La derrota caló hondo en los chillanejos que arriesgan acercarse a la zona de descenso, mientras que para la UC fue un regalo inesperado que le permite seguir acechando a los punteros.
Tras un arranque prometedor, marcado por un remate en el horizontal de Graciani, Ñublense se diluyó y los cruzados marcaron el ritmo del partido por las bandas, hasta que Gonzalo Tapia abrió la cuenta con un certero cabezazo a los 39’.
Ñublense despertó del letargo en el complemento y llegó al empate con un zapatazo de Bayron Oyarzo (61’). Tras la igualdad, los diablos rojos intensificaron su juego ofensivo con los descuelgues de Campusano y la presencia de Patricio Rubio, ante una UC que perdió posesión de balón y tuvo que contener.
Sobre el final, cuando el empate parecía sentenciado, el VAR no observó una mano de Ampuero, pero si sancionó la de Campusano que Zampedri timbró por gol para darle un agónico triunfo a los cruzados
Salas dispara contra el juez y el VAR
“Es inevitable pensar que este marcador pasó por las decisiones del árbitro. Si bien la mano de Jovany es mano, la de Torres es también mano. La derrota pasa por el árbitro y el VAR. Si esto sigue así, nos tendremos que replantear los objetivos y lo primero será salir de los puestos de abajo. Merecimos más”, analizó el DT de Ñublense, Mario Salas.