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“Los clásicos no se juegan, se ganan”, había advertido la capitana del plantel femenino de Ñublense, Ana Rodríguez , en vísperas del clásico con Curicó Unido, programado para este sábado al mediodía en el estadio Nelson Oyarzún.
Y así fue no más. Ana y sus compañeros batallaron hasta el último suspiro del duelo para quedarse con un triunfo épico por 3-2, luego de una felina remontada ante las curicanas.
Las “diablitas rojas” contaron con el apoyo de una bulliciosa barra, decenas de familiares y el propio alcalde Camilo Benavente, quien llegó hasta el Estadio Bicentenario Nelson Oyarzún, válido por la décima fecha del fútbol de ascenso femenino.
Para las diablitas marcaron Constanza Villanueva, Andrea Zúñiga y Daniela Belmar; mientras que para Curicó Unido lo hicieron Natalia Lizana y Vanesa Riquelme.
Este partido también marcó un hito al ser el primero que el rojo femenino disputó como local en el estadio mundialista gracias a una iniciativa entre la dirigencia de Ñublense y la Municipalidad de Chillán.
Sacrificio
“Estoy muy emocionada. No doy más de felicidad. Fue emocionante sentir el apoyo de la barra y nuestras familias. Agradezco a la hinchada que nos apoyó cuando partimos mal. Ojalá podamos seguir con algunas localías en el estadio. Esto es el resultado del sacrificio que hemos hecho por años”, reflexionó Ana Rodríguez, capitana de las diablas rojas.
“Estamos muy contentos. Es primera vez que se hace esto con el fútbol femenino en el estadio Nelson Oyarzún. Hubo un poco de nerviosismo inicial, pero después se fueron adaptando, pero se sacó la tarea adelante y se le pudo dar una alegría grande a sus familias, amigas que siempre apoyan y la barra. Las chicas superaron la ansiedad y sacaron la tarea adelante”, comentó el entrenador de Ñublense Femenino. Fernando Arteaga.
“Nosotros hemos querido apoyar al fútbol femenino de la misma manera como lo hacemos con todos los otros deportistas de nuestra comuna. Estamos muy felices de dar este paso y del triunfo del equipo femenino de Ñublense”, concluyó el alcalde, Camilo Benavente, tras vibrar con el triunfo de las diablas rojas, en un intenso y emocionante partido dirigido por Natalia Vera.