Share This Article
Ñuble ha ido avanzando de manera significativa en temas de protección medioambiental y el cuidado de los espacios naturales dentro del territorio regional.
Ese ha sido uno de los objetivos que las autoridades locales han impulsado durante los últimos años, permitiendo que Ñuble se convierta en una zona con una biodiversidad abundante, y en donde, cada cierto tiempo, se descubren, incluso, especies endémicas que no existen en ningún otro rincón del mundo.
El resguardo de estos espacios se ha expresado en la materialización de importantes proyectos, siendo el más importante la creación de la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja, instaurado en 2011.
Este espacio, cuya superficie asciende a las 565.807 hectáreas en la precordillera y Cordillera de los Andes de las regiones de Ñuble y Biobío, se creó cuando Ñuble aun no era región. La importancia radica en que este espacio es una zona que se sitúa entre el bosque esclerófilo del centro y el bosque templado del sur de Chile. Junto con ser un refugio para especies en riesgo, como el huemul.
Tras la separación de Ñuble y Biobío, se tuvo que dividir el espacio asignado administrado para cada región, lo que permitió que el Gobierno Regional de Ñuble pudiera enfocar sus esfuerzos en poder preservar este espacio por generaciones.
Los avances hechos hasta el momento, han permitido a la Universidad de Concepción trabajar en la conservación del territorio, basado en distintas aristas, incluso teniendo en cuenta la relación con las comunidades que residen en el corredor.
Es en ese contexto, que en el marco del Plan de Gestión de la Reserva de la Biósfera, se elaboró el Programa de Gestión Ambiental Sustentable, instrumento de gestión que permitirá orientar la inversión pública con criterios de sustentabilidad, equidad territorial, inclusión y participación local y comunitaria en el corredor.
Este proyecto comenzó a ejecutarse en 2022 por la Universidad de Concepción, con financiamiento del Gore Ñuble mediante un FNDR (Fondo Nacional de Desarrollo Regional).
El corredor biológico
Declarado como Reserva de la Biósfera por la Unesco hace 13 años, el territorio, que abarca casi un 27% de la superficie total de Ñuble, es un entorno ecológico que comprende vastas zonas de las comunas de Antuco y Tucapel, en la región del Biobío; y Coihueco, El Carmen, Pemuco, Pinto, San Fabián y Yungay, en Ñuble. Además, incluye las áreas protegidas de la Reserva Nacional Los Huemules del Niblinto, Reserva Nacional Ñuble y el Parque Nacional Laguna del Laja.
Los principales desafíos para su conservación incluyen proyectos de construcción, desarrollo turístico no planificado, cambio climático, introducción de especies invasoras, parcelaciones y prácticas ganaderas insostenibles.
Esto implica apoyar el desarrollo de las comunidades locales y salvaguardar los recursos naturales, especialmente aquellos que sustentan la biodiversidad única de la región.
De ahí radica la labor que están llevando a cabo las entidades, demostrado en lo realizado en el “Programa de Gestión Ambiental Sustentable”.
El programa se enmarca en el Plan de Gestión estructurante que tiene la Reserva de la Biósfera. Este último viene a ser una hoja de ruta para un periodo de 10 años, que la Unesco solicita a cada uno de los estados que tienen reservas de la Biósfera en todo el mundo.
Los objetivos del programa
El Programa de Gestión Ambiental Sustentable tiene tres años de duración, entre el 2022 y 2025, y sus objetivos principales son el apoyar e implementar acciones de protección y conservación; promover e implementar buenas prácticas y emprendimientos sostenibles; mejorar condiciones básicas de vida de la población local; eliminar, reducir o bien regular las amenazas presentes en la Reserva de la Biósfera; transferir conocimiento científico y capacidades de gestión ambiental; mejorar la coordinación intersectorial de servicios públicos; difundir y educar respecto al concepto de Reserva de Biósfera; actualizar y generar información de apoyo para la gestión ambiental; generar un repositorio de información digital; y mejorar la competitividad ambiental y territorial.
El Programa se está ejecutando en territorios urbanos y rurales de las comunas de San Fabián, Coihueco, Pinto, El Carmen, Pemuco y Yungay. Esta zona cordillerana se caracteriza por su importante biodiversidad y endemismo, como también por la provisión de invaluables servicios ecosistémicos y su patrimonio cultural.
Desde el Gobierno Regional se mandatan los programas FIC de Gestión Ambiental Sustentable; y Fomento Productivo y Desarrollo Territorial, los cuales los ejecuta la UdeC.
El Programa Gestión Ambiental Sustentable es ejecutado por el Centro de Ciencias Ambientales EULA-Chile, de la Universidad de Concepción, con apoyo de académicos de la Facultad de Ingeniería Agrícola (FIAUdeC) del Campus Chillán.
Es en ese contexto que el Dr. Gerardo Azócar, director del Programa Gestión Ambiental Sustentable, de la Universidad de Concepción, explicó que los programas FIC que actualmente se están llevando a cabo, “tienen que ver con la fase de implementación del Plan de Gestión que se elaboró en 2018 por la UdeC”.
“Tiene varios ejes estratégicos y objetivos, y uno de ellos es apoyar iniciativas de conservación. Fortalecer, por ejemplo, el tema del monitoreo continuo de la biodiversidad. Si no hay monitoreo, muy difícilmente podremos lograr acciones efectivas de conservación y protección de alguna especie endémica, de fauna o de flora”, explicó el experto.
Añadió que este programa “se ha desplegado territorialmente, para estar presentes con los actores que viven dentro el territorio, no solamente los propietarios, sino que la gente que vive acá. Por ejemplo, para poder incorporar nuevas prácticas productivas más amistosas con el medio ambiente”.
Actividades concretadas
Como lo explicó el Dr. Azócar, son variadas las actividades a realizarse durante el periodo que queda del Programa de Gestión Ambiental. Una de ellas se llevó a cabo el pasado 8 de mayo, cuando se realizó un encuentro con el fin de ir dando cumplimiento a los diferentes objetivos del programa FIC, principalmente en las líneas de protección, conservación y gestión de hábitat y ecosistemas.
Estas líneas de trabajo se complementan con lo que lleva realizando la Conaf de Ñuble, en torno a actividades que apuntan principalmente a los objetivos del plan Recoge (recuperación, conservación y gestión) del huemul.
En este sentido, la actividad apuntaba a tener claridad sobre cuáles son las expectativas en cuanto a la conservación y gestión sustentable que tienen los grandes propietarios de extensas superficies en la zona de San Fabián, Coihueco y Pinto. Principalmente, considerando que la gran mayoría de ellos son dueños de extensas superficies de entre los 5.000 mil y 20.000 hectáreas, cuyas categorías de uso principal son de bosque nativo y zonas cordilleranas de acumulación de nieve y nacimientos de los grandes ríos de la zona.
El encuentro se llevó a cabo en la comuna de San Fabián, y contó con la presencia de autoridades del Gobierno Regional de Ñuble, la Universidad de Concepción, Conaf Ñuble y autoridades regionales y comunales.
Pablo San Martín, profesional de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gore Ñuble, se refirió concretamente al tema de conservación dentro del corredor biológico, indicando que es un aspecto “de largo plazo”.
“Esto implica una preocupación creciente por las áreas protegidas, como la Reserva Nacional Ñuble, y el cómo proyectar la Reserva Nacional Los Huemules del Niblinto. Aparte de favorecer todo lo que sea la coordinación de la Reserva de la Biósfera, generar algunos proyectos en relación con la gestión de la misma y también levantar proyectos que son de interés a largo plazo. Si llegáramos a buen puerto con eso, va a significar un cambio relevante en lo que es la protección de los recursos naturales y los ecosistemas de Ñuble”, explicó.
En ese ámbito, las líneas de trabajo del Programa -protección, conservación y gestión de hábitats y ecosistemas- se relacionan con la implementación de un corredor biológico e infraestructura ecológica; gestión integral de residuos sólidos, especialmente en zonas rurales; promoción de la investigación, educación ambiental y difusión; y la implementación de iniciativas con municipios y organizaciones comunitarias.
San Martín también añadió que el Gore Ñuble actualmente mantiene el respaldo a través de los programas FIC, que vienen a significar “un avance importante”.
“Esto está en pleno desarrollo, con logros que han sido interesantes, pero todavía queda trabajo que hacer. Este trabajo dará origen también a nuevos proyectos relacionados con desarrollo, porque es importante que para que la conservación se lleve a efecto de buena manera, los recursos sean bien administrados”, señaló.
“Estamos estudiando y viendo la factibilidad de adquirir predios para transformarlos en áreas de conservación y protección. Eso de verdad también es importante, tanto para el desarrollo local, como para la conservación de los ecosistemas”, concluyó.
A la cita asistió también el Servicio de Impuestos Internos, para dar una charla complementaria en conjunto, sobre las posibilidades de rebaja de impuestos territoriales para aquellos propietarios que dediquen sus bosques nativos a la conservación y protección.
Los acuerdos principales, al final de la jornada, estuvieron marcados por las alianzas entre algunos propietarios en poder trabajar en conjunto para, de alguna manera, buscar potenciales fondos que permitan asumir los costos para los valiosos ecosistemas.
Según lo indicado por los expertos, el compromiso, tanto desde el Gore Ñuble como de la UdeC, es seguir trabajando, buscando alianzas entre los servicios públicos, los gobiernos locales y los propietarios. Esto, para optimizar el manejo en cuanto a la gestión o, en el mejor de los casos, aumentar las zonas potenciales de conservación de los ecosistemas sensibles de la Cordillera de los Andes de la región de Ñuble y que son parte de la Reserva de Biósfera.