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Los anuncios de validar solo pagos electrónicos como único medio de acceso a los viajes interurbanos en la locomoción colectiva de la intercomuna Chillán-Chillán Viejo, estuvieron acompañado de algunos resquemores y dudas respecto al éxito del sistema. Esto, al menos, por una parte de la comunidad que manifestaba su pesimismo a través de las redes sociales.
Las dudas apuntaban a la habilidad de los adultos mayores para acostumbrarse al uso de las tarjetas Bipay, en reemplazo del pago con efectivo; y además, en el porcentaje de evasión que se registraría en los recorridos, teniendo en cuenta que para fines de 2023, el Ministerio de Transportes cifró en un 40% la evasión en el Transantiago.
“Pero eso es lo más alejado de la realidad. Acá, el proceso ha andado muy bien y eso nos deja muy optimistas para lo que puede pasar más adelante”, observó el presidente de la Asociación de Taxibuses Chillán, Humberto Llanos, quien confirmó que los balances realizados en estos primeros meses del año dan cuenta de una evasión de apenas un 1.5%, cifras similares a la evasión que presenta el Metro, en la Región Metropolitana.
La cifra -que fue confirmada a La Discusión por parte de la Seremi de Transportes de Ñuble, “nos habla de una muy buena recepción del sistema por parte de la comunidad. De hecho, para el mes de marzo ya llegamos a los 65 mil viajes diarios, lo que es un poco más que el promedio de años anteriores. Ahora, nos seguimos acercando a los 70 mil viajes y nuestra esperanza es poder totalizar 80 mil viajes como promedio en lo que resta del año”, añadió el presidente del gremio.
¿Quienes conforman ese 1.5% de evasores? “Son personas que viajan a lo amigo. Por ejemplo, el otro día yo me subí a una micro de la Línea Rápidos, y subió una inspectora que había terminado -seguramente- su turno y muy probablemente se conocían con el conductor. Más adelante, subió un fiscalizador y como ella no había pagado, le cursaron una multa”, aclaró Llanos.
Mientras el presidente de la asociación agregó que “lo mismo ha pasado con otros choferes que se suben al bus de un colega al finalizar su hora laboral y los fiscalizan de camino. Incluso a nosotros, que somos los dueños de las micros, se nos obliga a pagar nuestro pasaje si nos vamos a subir como pasajeros en un recorrido”.
En coherencia con lo anterior, el seremi de Transportes, Javier Isla advirtió que “se está fiscalizando constantemente y, en efecto, los casos que describe Humberto Llanos son los que comúnmente encuentran nuestros fiscalizadores, en ningún caso se ha detectado a pasajeros que se subieron y no pagaron como acto de rebeldía ni en actitud desafiante ni nada de eso, que vemos en otras ciudades”.
“La tecnología nos abre puertas”
En la última versión del programa “Renueva Tu Micro”, el Consejo Regional aprobó recursos por $2.500 millones, con lo que se alcanzaba a 492 taxibuses y cerca de mil colectivos para la Región de Ñuble.
Esta iniciativa que, en los últimos años ha ido modernizando el parque de las micros que circulan por la intercomuna, es un ejemplo de los muchos avances que se ha experimentado en esta materia.
Otro de los avances significativos fue la paulatina incorporación de cámaras de seguridad en cada una de las máquinas, equipamiento que tuvo como motivación una ola de asaltos a conductores y pasajeros en algunas líneas locales.
Además, se anunció en septiembre del año pasado, la llegada de las primeras micros eléctricas -a modo de plan piloto- y que esperan se incorporen a cerca de 10 líneas locales antes de 2025. Los buses cuentan con aire acondicionado, wifi, acceso universal, entrada baja, costos de mantención un tercio más bajo que un modelo diésel y una autonomía de 255 kilómetros de recorrido.
“La tecnología nos está abriendo nuevas puertas en materia de la locomoción colectiva, lo que acompañado de la buena aceptación que se ha reflejado por parte de la comunidad, nos permite ya ir pensando en dar nuevos pasos hacia un sistema de transporte público mucho más moderno”, comentó Javier Isla.
El seremi planteó, a modo de ejemplo, que uno de los próximos objetivos que se persiguen tras ver los resultados de los cobros electrónicos, es “el poder incorporar a los viajes un sistema de integración tarifaria, es decir, que las personas que tengan que hacer dos viajes para llegar a un lugar, puedan pagar menos en su segundo tramo, o dependiendo del destino, pagar solamente un pasaje”.