Terminaciones, pruebas y equipamiento: el derrotero 2024 del nuevo hospital regional
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La construcción del futuro complejo asistencial regional avanza a toda marcha, alcanzando en la actualidad un 71% de progreso, que se refleja en una imponente obra gruesa, ubicada en Avenida O’ Higgins con Rosauro Acuña.
Actualmente los trabajos del edificio más grande de la Región de Ñuble se encuentran enfocados en la etapa de terminaciones, lo que marcará el periodo de 2024.
“La obra del nuevo Hospital Regional de Ñuble registra un 71% de avance y en ella actualmente se desempeñan 800 trabajadores y trabajadoras. Entre algunos de los hitos específicos que podemos destacar en la actualidad, es que se trabaja en la tabiquería interior; montaje de muebles, artefactos sanitarios, pisos vinílicos, puertas y terminaciones en el edificio ambulatorio y labores de pinturas en las torres y 2º nivel”, confirmó la directora del Servicio de Salud Ñuble, Elizabeth Abarca.
Dentro de los objetivos que se pretenden cumplir durante este año, son finalizar, por una parte, las instalaciones y, por otra, iniciar la puesta en marcha del edificio, desde el punto de vista de su funcionalidad, es decir, chequear que los diversos sistemas operen adecuadamente, para que el 2025, sea un periodo proyectado para resolver detalles menores y entregar la obra.
Asimismo, durante 2024 comienza la llegada de equipamiento necesario para las diversas dependencias.
“Este año estamos enfocados en terminar el edificio, en toda la parte más gruesa, y dejar solo las observaciones para el año 2025. Pretendemos llegar a avances cercanos al 96% a fin de año. Iniciar las pruebas y puestas en marcha del edificio en lo que se refiere a la parte industrial. Por ejemplo, pruebas de temperatura, de las líneas de gases, de redes de incendios, sanitaria, alcantarillado, etc. Eso, a partir de septiembre, vamos a ir haciendo todas las pruebas de las instalaciones. Echar andar el edificio. De manera, que los pocos meses del próximo año sean ya de sacar solo observaciones menores y concluir la obra”, explicó el inspector técnico de la obra e ingeniero civil del Ministerio de Salud, Sebastián Olea Iturra.
La directora del SSÑ comentó que se espera que la obra sea entregada en el segundo semestre de 2025. “Se trata de un compromiso Ministerial para mejorar la salud pública de los habitantes de Ñuble, en la cual, actualmente los equipos del Servicio de Salud Ñuble y del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán trabajan arduamente en el proceso de puesta en marcha. Proyectamos que la obra sea entregada el segundo semestre de 2025, posterior a ello, viene un periodo de observaciones, revisión de detalles técnicos y la autorización sanitaria, que permitiría comenzar con la entrega de algunas prestaciones ambulatorias a fines del mismo año”, dijo.
Obras para flujo vehicular
El impacto que generarán los flujos vehiculares de ingreso y salida del nuevo recinto asistencial, es un aspecto considerado dentro del proyecto, por lo que durante el presente año se iniciarán las obras dirigidas a aminorar la eventual congestión vial.
El inspector técnico precisó que a partir de marzo se deberían realizar los trabajos del Estudio de Impacto del Sistema de Transporte Urbano (Eistu) para que estén concluidos durante el presente año. “Consisten en que se generen algunas bahías para la locomoción colectiva, se generen pistas de aceleración y salida del hospital. Tenemos que generar un bandejón central en calle O’ Higgins, tenemos que romper y hacer una pista de viraje para vehículos que vienen del norte. Además, tenemos que implementar una serie de semáforos y mejoras de veredas y señalética”, detalló.
Si bien el proyecto avanza sin contratiempos, los equipos han enfrentado algunas dificultades como la pandemia y la inflación. “La inflación, porque tanto así que la misma constructora amenazó con abandonar el proyecto si es que no se les mejoran los precios, si es que no se resolviera el alza de los materiales. A través del Ministerio de Desarrollo Social, se estableció una revaluación de los contratos que durante este año debería materializarse en un decreto supremo que va inyectar nuevos recursos a la construcción de hospitales”, indicó.
Por otra parte, el proyecto requiere avanzar con el alcantarillado que tiene salida cercana a una por una zona arqueológica de 2 mil metros cuadrados y para ello se requiere del visto bueno del Consejo de Monumentos a los estudios realizados, para que se libere esa área.
“Hemos hecho un rescate con metodología arqueológica, donde excavamos con arqueólogos, lo limpian y pasa un tiempo y le pedimos Consejo de Monumentos que nos libere el área, documentamos todo lo que hay, pero esto sigue abierto desde octubre y por aquí sale el alcantarillado y no hemos podido terminarlo, porque justo coincidió que el Consejo tuvo un paro que demoró estas liberaciones, pero estos siguen siendo unos grandes problemas y durante el proceso también ha dificultado toda la construcción”, admitió.
Modernidad
El hospital regional pertenece a la nueva generación de complejos asistencial que se han edificado en el país y que encuentra modelos semejantes en Curicó o Linares, destacando el concepto de modernidad y vanguardia, ya que incorpora tecnología antisísmica, control centralizado y eficiencia energética.
“Todos nuestros hospitales se están construyendo con aislación sísmica, que es el elemento más moderno que tiene el hospital. Se edificó sobre 384 aisladores sísmicos que están ubicados en el nivel -2, que fueron calculados para resistir un terremoto de gran magnitud, con esto se espera que para el próximo terremoto el hospital no tenga que interrumpir su operación”, detalló el ingeniero Sebastián Olea.
Por otra parte, valoró que “este hospital en comparación al actual, incorpora control centralizado, desde el cual se monitorean y operan todos los sistemas de climatización, gases clínicos, eléctricos, sanitarios, entre otros”.
Desde el punto de vista desde la eficiencia energética, el inspector técnico destacó que el recinto contará con aislación térmica en todos sus perímetros tanto en paramentos verticales como las losas de piso y techo. “Lo que hace que el edificio no gane temperatura del exterior ni pierda desde el interior, lo cual, sumado a las ventanas con tecnología alta, hacen que el edificio sea muy amigable en cuanto a su eficiencia energética y requiera menor gasto energético como para calefaccionar y enfriar. Además, en la torre 3 y 4 se concentran los paneles solares que generan 180 kw que vienen a aportar a lo que gasta el hospital. Además, en la torre 1 y 2 tenemos colectores solares que a través de la energía del sol calientan el agua”.