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Conocen de cerca las preocupaciones de sus vecinos, porque comparten a diario un espacio urbano que les permite compartir experiencias y palpar sus necesidades. Ellos son la voz de los vecinos de Chillán y hoy, como sus representantes, respaldan las demandas sociales que tienen movilizados a millones de chilenos.
Santa Elvira
Santa Elvira es uno de los barrios más antiguos y emblemáticos de Chillán y reúne alrededor de 4 mil habitantes. Gran parte de ellos son adultos mayores quienes hoy ven una esperanza en las manifestaciones que se han levando en el país para exigir No+ AFP, salud de calidad, mejor educación, salarios dignos, nueva Constitución, entre otras demandas.
Juana Bizama es la presidenta de la Junta de Vecinos de población Santa Elvira, donde existen cerca de 2 mil hogares. Ella comparte el sentir de la calle por lo que no tiene reparos en hablar sobre las realidades precarias que viven algunos vecinos, y que reflejan el drama de las pensiones.
“Estamos pidiendo mejores sueldos y que las pensiones suban, estamos pidiendo más salud, porque tenemos muy poca y es mala lamentablemente en nuestro país. Yo creo que tenemos riqueza en nuestro país, se puede, se ha visto que ahora todos los políticos últimamente se han unido y han llegado a un acuerdo, entonces, quiere decir que se podía. No habríamos pasado por lo malo, a pesar de todo esto, de que se saliera a las calles, la parte mala que todos sabemos, la delincuencia, qué pena, eso es lo lamentable, pero es bueno que el pueblo salió a la calle y pidieron lo que necesitamos realmente”, sostiene.
En el barrio defienden la idea de mejorar el sistema previsional para vivir la tercera edad con dignidad, dicen, pues entre sus vecinos muchos deben sobrevivir a costa de sacrificios para llegar al mes, por lo que la solidaridad en el sector es clave.
“La mayoría tiene pensión solidaria, y por ahí se las arreglan con ayuda de los hijos, haciendo algunos “pololitos” y los que están enfermos se las arreglan con eso no más, viven en realidad muy mal. Cuando acuden a reunión pido ayuda, porque hay mucho adulto mayor postrado y de escasos recursos. Felizmente el consultorio acá, que está a cargo de Juanita Espinoza, la asistente social, hay un grupo que van a visitar, les llevan pañales, algunos alimentos, para ellos mi junta de vecinos pide ayuda”, detalla.
“Juanita” dice que ve con impotencia como la salud de calidad pareciera ser privilegio de unos pocos, mientras que el resto debe acogerse a un sistema público con pocos especialistas y mucha burocracia para acceder a una atención oportuna.
“El tema salud, pienso que se ha transformado en un negocio para algunos profesionales, porque en los hospitales no hay médicos, porque ellos están en las clínicas, entonces, que le mejoren el sueldo también”, opina.
El acuerdo logrado por la oposición y el oficialismo por la paz social y una nueva constitución no deja indiferente a la dirigente vecinal, quien mira con más optimismo el futuro. “Esto no es política, es salir a la calle a pedir lo que nos corresponde, nuestros derechos. Sabemos que cuando se compra un kilo de pan en la esquina estoy pagando un impuesto, el que va al Estado y me pertenece, nos pertenece a todos. Entonces, creo que esto que se está haciendo ahora, que hayan llegado a un acuerdo todos los políticos, es una cosa tan importante que se podía haber hecho antes, pero más vale tarde que nunca”, destaca.
Parque Lantaño
Los vecinos del sector Parque Lantaño han sostenido conversatorios sobre la actual situación del país, apoyan las demandas sociales que desde años están al debe y esperan que los recientes anuncios les permitan mejorar la calidad de vida a una comunidad predominantemente de la tercera edad.
“Los adultos mayores están desvalidos por la mala salud y malos sueldos. Es la misma situación para ellos y nos espera lo mismo a todos los que vamos a esa etapa de la vida, por eso queremos más actividades de las autoridades para ejecutar lo que hay que hacer, cambiar las leyes y hacer algo concreto, que no quede en palabras”, dijo Iris Salazar, presidenta de la junta vecinal de la Villa Padre Hurtado.
El sistema previsional también es una de las exigencias de los habitantes del sector, pues tras años de trabajo, las pensiones que reciben hoy día no les alcanzan para cubrir los gastos cotidianos.
“Tenemos profesionales, muchos profesores que cuando estudiaron en su tiempo tuvieron que pagar su educación y después que estudiaron tantos años y ahorraron mucho, quedaron con sueldo mínimo de $150 mil. Ese es el descontento de acá, la salud y la pensión, las AFP encierran las platas y no las entregan porque la van dando de goterita”, añade.
Sarita Gajardo
Al otro lado de Chillán, en la Población Sarita Gajardo, creada entre los años 1972-1973, además de respaldar las demandas del área de la salud, ponen un mayor énfasis en regular el costo de los medicamentos.
“Hay que hacer una modificación a las grandes cadenas farmacéuticas que tienen una diferencia abismante en los precios, si se compara con la Farmacia Municipal que está en la avenida Libertad”, reclama Pedro San Martín, presidente de la Junta de Vecinos Sarita Gajardo ampliación II.
Asegura que la comercialización de los fármacos en las principales cadenas llega a registrar una diferencia que va desde 200% hasta un 400% en los precios de las farmacias independientes. “Hay que ponerle el cascabel al gato”, afirma el dirigente vecinal.
San Martín señala que el estallido social nació por el arrastre de una serie de promesas no cumplidas de los gobiernos y sus políticos provocando que la población saliera a las calles a manifestarse como lo ha hecho en el último mes.
“La gran preocupación que hay en los sectores poblacionales y en la comunidad en general por las demandas sociales es justa. La problemática con los fármacos, las AFP, el asunto del CAE, y todo lo demás viene de la acumulación del incumplimiento de los políticos. Es una acumulación de tantas cosas prometidas”, sostiene.