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La Quinta Encuesta Nacional de Consumo de Tabaco y Comercio Ilícito en Chile 2024, realizada por el Centro de Medición MIDE UC de la Pontificia Universidad Católica de Chile, reveló una preocupante realidad: uno de cada dos cigarrillos que se consumen en el país son de contrabando, alcanzando el 51,5% de participación del mercado chileno.
Con más de 7.000 entrevistas realizadas desde Arica hasta Punta Arenas, el estudio indicó que el 53,8% de los cigarrillos comercializados en la Macrozona Centro, que incluye las ciudades de Talca y Chillán, provienen del mercado ilícito, ya sea por contrabando o falsificación.
Asimismo, el canal de compra preferido en esta macrozona para el negocio ilícito es la feria, con un 28,5%, seguida por el almacén de barrio o chico, con un 23%. En tercer lugar se encuentra el carro ambulante o vendedor callejero con un 15,9%, una cifra similar a la de los almacenes grandes o minimarkets, que alcanzan el 15,8%.
El volumen del precio de los cigarrillos ilícitos aumenta en comparación con el año 2023 y se concentra principalmente en el rango de $1.501 a $2.000 (47,7%), seguido por los cigarrillos entre $1.001 a $1.500 (25,3%), pero manteniéndose a un valor significativamente menor al mercado legal, debido al no pago de impuestos.
Este bajo precio se debe principalmente a la evasión de impuestos en las cajetillas de contrabando, lo que provoca que el cigarrillo ilícito se venda un 88% más barato que el cigarrillo legal a nivel nacional.
Procedentes de Paraguay
En relación a la procedencia por país, Paraguay sigue siendo el principal país de origen de los cigarrillos ilícitos, alcanzando la alarmante cifra de 71,2% a escala nacional. Le siguen Corea del Sur con un 4,6% y Argentina con un 1,9%.
“A partir de los datos de esta encuesta se puede desprender que 6,3 miles de millones de cigarrillos consumidos al año en Chile son adquiridos ilícitamente, situación que -señalan fuentes de la industria- representa un ingreso diario de casi dos contenedores de 1.000 cajas cada uno, y compromete enormemente a las arcas fiscales chilenas, con una pérdida estimada de US$2.800 millones en los últimos tres años”, afirmó el estudio.