Carta fija al hablar de posibles candidatos al Parlamento era el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar. Más aún, luego que se aprobara la ley que limita la reelección.
Hasta ayer. Luego de tres períodos y poco más de 12 años en el cargo, los que cumplirá en mayo próximo, el exdirigente deportivo no continuará en la política contingente, al menos, desde el Parlamento, para lo cual necesitaba dimitir antes de mañana sábado.
Ayer, en conferencia de prensa, descartó renunciar para competir en las elecciones parlamentarias y de consejeros regionales del próximo año.
“Ejerceré mi función de alcalde hasta el último día de mi mandato, eso es hasta fines de mayo de 2021. No voy a renunciar para ir a algún otro cargo de representación popular. Mi interés para estar en la política fue, desde que me convenció gran parte de la comunidad, colaborar desde el puesto de alcalde. No crean que fue fácil decidir, pero lo enfrenté con el apoyo de todos. Dejo muy claro que no seré candidato a diputado o a senador. Mi pasión es Chillán, mi respeto es hacia la comunidad, y mis principios están justamente con lo que me inspiró a incorporarme a la política, ser alcalde”, manifestó el jefe comunal, quien no escondió su pesar por no haber podido postular a un cuarto período.
Es más, luego que se aprobara la ley que limita la reelección, había ingresado un recurso de protección en contra del director nacional del Servicio Electoral, del cual finalmente se desistió. Incluso, se habló de recurrir al Tribunal Constitucional junto a otros alcaldes del país.
Zarzar tenía claro que quería seguir siendo alcalde, y una opción similar, como postular a la gobernación regional, también le estaba vedada, pues no renunció a su cargo en octubre del año 2019 (un año antes de la fecha original de las elecciones de gobernadores regionales).
Respecto de las restricciones que trajo la promulgación de la ley que limita la reelección, Zarzar dijo que no iba a entrar en ese debate.
“Cada uno sabe cómo se actuó, que no se respetó una situación que estaba acordada. Pero yo siempre enfrento la vida con optimismo, y si el rayado de cancha está hecho así, perfecto, se respeta, y respetaré dicha decisión. Cada vez que me presenté a un mandato como alcalde, respeté . Hoy es muy fácil decir que estoy aquí y me voy a otro lado, en otra función pública, incluso, a nivel nacional. Pero no, mi inspiración está en Chillán, y por eso ejerceré hasta el último minuto mi cargo”, afirmó, aseverando además que “no me gusta como está hoy el congreso, no me sentiría cómodo allá”.
“Esta es una decisión personal. No comparto el hecho que te dejen solo algunas opciones para ser candidato a diputado o senador, porque a mí no me interesa ser diputado o senador. Te cierran todos los otros caminos, por lo tanto, no queda opción. Mi percepción del parlamento es bastante drástica, no me gusta el nivel en que está, y yo soy de convicciones, no voy a ir a donde no estaré grato”, sostuvo.
Sobre si retornará a la política activa más adelante, no se adelantó.
“Sí voy a estar preocupado de Chillán y de su gente, que es el mayor capital de esta Región de Ñuble. Ahí veré qué opciones tengo”, afirmó.
Respecto de la candidatura a la alcaldía de su ex mano derecha, Paola Becker, el alcalde sostuvo que “lo de las candidaturas está por verse, Chile Vamos aún no ha zanjado. Ahora, si me preguntan por Paola Becker, ella es uno de los grandes personajes de la política chillaneja y ñublensina. Es una mujer que se ganó un espacio, tiene apoyo y a quien conozco muchísimo. Sabemos de su exitosa gestión como gobernadora y su valor, cercanía y el apoyo que tiene en la ciudad y la región. Soy respetuoso, valoro su intención de ser candidata, pero también respeto a Chile Vamos, porque siempre tuve un apoyo unánime del bloque. Por eso, soy respetuoso de lo que determinen los partidos, independiente de los afectos”, puntualizó.
El costo de los escándalos
Sin duda un factor que también influyó en la decisión de Zarzar de no emprender nuevos desafíos electorales por ahora y quedarse “hasta el final” como alcalde, fue el escándalo de las luces LED y otras situaciones complejas al interior del municipio, que han opacado la última parte de su gestión.
Ejemplo de ello es la situación legal del exadministrador municipal, Ricardo Vallejos, esposo de Paola Becker, quien se encuentra en prisión preventiva desde mayo pasado, precisamente, en el marco del caso Led.
“Es una situación que se está investigando, no se ha dicho la última palabra, y esperamos que pronto se resuelva a través de todas las instituciones que se han hecho parte, fiscalía, Contraloría e Investigaciones. Quiero la verdad, y habiendo personas que tienen que ser sancionadas, estaré allí como siempre, tomando las acciones judiciales que correspondan”, afirmó, recordando que le solicitó al Consejo de Defensa del Estado que se hiciera parte de la querella contra quienes resulten responsables.
“Cuando he tenido problemas en la vida siempre he dicho que me transformo, por mis principios, en un gladiador, y aquí nadie me va a ver doblegado o arrodillado, porque tengo claro el trabajo que hemos hecho en 
12 años, tengo claros los principios que inculqué de transparencia y probidad. Si alguien ha cometido errores, no se olviden que durante este tiempo he destituido a varios directores y funcionarios, nunca me ha temblado la mano”, advirtió.
Enfatizó que “lo que verdaderamente ha ocurrido no se sabe, aún es materia de investigación, por lo que no puedo empezar a condenar y a sancionar a personas que todavía no están involucradas en una instancia judicial o administrativa”.
Caso canchas
Otro escándalo que ha surgido en las últimas semanas en el municipio es el del contrato de las canchas sintéticas que está analizando Contraloría, el cual tendría eventuales falencias.
“Una de las acusaciones es que se pagaron $300 millones de manera adelantada. Contraloría se ha pronunciado y ha dicho que el pago está bien hecho. Frente a otras cosas que están ocurriendo, esperemos que termine la investigación, ver si hay algo, alguien involucrado y cuál sería su participación, y después nos pronunciaremos. Se dijo que habíamos actuado mal como municipalidad, y quedó claro que esas platas estaban bien pagadas”, afirmó.
