Close
Radio Radio Radio Radio

Y ahora en este 2021, ¿quién podrá defendernos?

Ya sabíamos mucho antes de la pandemia, que la hoy ansiada “normalidad” era el problema. También sabemos que no vendrá ningún mesías político con la fórmula constitucional de una nueva justicia y prosperidad milagrosa. EE.UU o China no nos enviará un Superman tecnológico que al paso de un click resuelva nuestras angustias. Tampoco la nanotecnología resolverá los desastres ambientales ni convertirá el veneno de los mares en agua pura. Menos lo hará una Cumbre de países o una vacuna de la OMS.

Desamparados del cobijo del Cielo, luego del derrumbe de las Iglesias y de la caída en el olvido o de la desacreditación de sus centenarias devociones, como nunca urgen nuevas prácticas espirituales. Por cierto, y siguiendo la luminosa recomendación de Wittgenstein, “al significado de la vida, es decir, al significado del mundo, podemos seguir llamándolo “Dios”. Intentando suplir esos vacíos, y en ausencia de una corriente mística que sobresalga con fuerza, como primera nueva disciplina interior, proponemos esta suerte de “Tai Chi de la Ontoescritura”, una forma de conexión al Sí Mismo, un tipo de “yoga nocturno” hecho sobre un cuaderno personal y que sugerimos practicar en y para navegar en el incierto mundo que emerge. La Ontoescritura es una disciplina para el empoderamiento humano vía el despertar del Ser o Sí Mismo que somos.

En cuanto terapia narrativa, es un programa que permite recapitular y a editar la vida y desarrollar la capacidad de reinterpretar el destino y la historia personal, haciendo de ella una fuente constante de revelación de significados. Uno de esos es la epifanía del daimon personal. Respecto a sus premisas fundantes, una de ellas prescribe que lo que nos constituye como persona no es “el peso de un pasado” sino la manera cómo lo narramos, la forma particular de enjuiciarlo, la interpretación que hacemos. Cambiando la interpretación, cualquier pasado se vuelve revocable y dúctil. También el pasado colectivo de un país. Fue creada por nosotros en Guadalajara, México, entre el 2003 y el 2005.

Proponemos cuatro pasos para aprovechamiento profundo de este año, practicándolos al cierre de todos los días:

1.Repasa (o edita) el día vivido. Con asombro y reverencia, recuerda las cinco pequeñas-grandes maravillas protagonizadas por ti y tu percepción de la “gloria” del día. Es mejor verbalizarlas y registrarlas. Anota -al menos al inicio- las “pequeñas felicidades”.

2. Evalúa el día vivido. Autoanálisis para mejorar (no para deprimirse). Califica y mide cuatro grandes virtudes que potencian el Ser que eres. Al inicio, has una pauta gráfica para registrar niveles diarios en: 1) Nivel de observación del observador y “recuerdo de sí”(nivel de des-identificación); 2) Nivel de gozo interno (compactamiento energético); 3) Nivel de autoconfianza y humildad: (Ser v/s ego); 4) Nivel de aprendizaje según impecabilidad, por ej. en el automanejo emocional. [Se pueden agregar un par de cualidades o virtudes que la persona desee especialmente trabajar y medir]

3. Extrae el oro del día vivido. Responde a la pregunta: ¿Cuál fue el aprendizaje Maestro de este día? (Saldrá como resultado natural de las consideraciones anteriores).

4. Medita y conecta desde la Unidad el día vivido. Antes de dormir, has tres cosas finales que cerrarán el día: A. Definir el afán o foco principal del día siguiente, pidiendo a la divina fuerza se realice o concrete según la Armonía secreta del Cosmos y para el bien de todos. B. Alabanza de gratitud al Gran Poder por los anticipados dones y la inmensa bondad manifestada en todo y en cada uno de nuestros pasos dados o por dar. C. Cobijo “sin mente”, Identidad y Unidad en y con la Fuente Suprema del Ser. Entregarse y fundir el pequeño ser que somos con la infinita unidad del gran poder Ccósmico. [Durará un segundo, pero ese segundo es una eternidad].

Es decir, el Superman, el Chapulín Colorado somos nosotros. Es nuestra diaria e íntima conexión con el Ser que somos. Allí en el sagrado silencio interior, podremos engendrar al salvador, y construir un microespacio de Cielo para donarlo a los demás.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Leave a comment
scroll to top