Señor Director:
Ad portas de una nueva elección presidencial, resurgen debates sobre el voto obligatorio y el voto extranjero. En 2022, Chile reinstauró el voto obligatorio, una medida controvertida no solo por su obligatoriedad, sino también por incluir a los extranjeros en elecciones presidenciales, algo poco común en el mundo: solo 27 países permiten un sistema similar (voto obligatorio), la mayoría en América Latina.
El problema no es la voluntariedad, sino la obligación de votar, especialmente para extranjeros, en un contexto de desafección política y falta de confianza en las instituciones. El gobierno buscaba aumentar la participación ciudadana, sin embargo, este nuevo grupo tendió inclinarse hacia la oposición. Analistas señalan que la raíz del problema es la falta de educación cívica, la escasa información confiable y el impacto de las fake news.
Recientemente, se aprobó un proyecto que sanciona con multas a quienes no voten y eleva de 5 a 10 años el tiempo de residencia para que los extranjeros puedan votar. Tal escenario puede generar votantes desinformados, atraídos por promesas populistas, que debilitan la democracia.
La obligatoriedad y las sanciones dispuestas no solucionan la falta de interés político. Es urgente un debate profundo, donde los extranjeros no sean moneda de cambio y podamos construir, juntos y con información, el país que realmente queremos.
Yennifer Silva
Magíster © en Administración Pública y Gobierno, Udalba”
