Señor Director:
Por estos días asistimos al debate al voto obligatorio si los que no votan reciben una multa, si los migrantes tienen derecho o no a voto y un etcétera o flecos sobre lo mismo. No asistimos a un debate, más a un espectáculo contorsionista.
No se piensa en el país. Todos, sin excepción en la coyuntura: la próxima elección. Nadie apunta con una mirada a largo plazo. El único horizonte parece ser el tamaño de la nariz.
La derecha, en especial la nueva, que culpa de los males a la migración, ahora clama por sus votos; el oficialismo, que debería abogar por la participación, es reacio a sancionar al que no participa.
Y lo simple se hace complejo.
1.- El voto es obligatorio porque Chile ha perdido su cultura cívica y la multa es una sanción necesaria en este momento para que la mayoría de los chilenos se pronuncie con su voto, especialmente hoy, sobre la situación política del país.
2.- Todos los chilenos que cumplen los requisitos votan incluidos los nacionalizados porque son chilenos con los mismos derechos y obligaciones.
3.- El migrante con residencia legalizada no es chileno, es residente, por tanto al igual como en otros países (europeos) tiene voto solamente para las elecciones comunales donde reside y si quiere intervenir en la política nacional mediante su voto, debe previamente obtener la nacionalidad chilena.
Héctor Caro Quilodrán
