Señor Director:
¿Cómo podemos poner fin a este nivel de violencia? Esta pregunta surge al ver los últimos eventos protagonizados por jóvenes afuera de los establecimientos educacionales. Las respuestas son múltiples y contradictorias, y no nos permiten responder otras preguntas: ¿Por qué llegamos a esto? ¿Cómo prevenimos que no siga ocurriendo?
Las palabras “mano dura” aparece continuamente, pero lo que la evidencia nos enseña es que la comunicación y el vínculo son esenciales para que los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) adopten la propuesta de normas de los padres, madres y cuidadores. El desafío entonces, es volver a conectar con nuestros jóvenes, no para decirles lo que tienen que hacer, sino para que vean que existe del lado de quienes los quieren y cuidan, otras formas de hacer las cosas. Ahora, esto es más fácil de escribir que de hacer. El desafío que, como Fundación San Carlos de Maipo, fundada por la sociedad del Canal de Maipo, nos dimos al buscar programas internacionales de alta efectividad como Familias Unidas, de la Universidad de Miami, fue encontrar una manera en que cuidadores y sus adolescentes construyan un nuevo espacio en donde ambos se encuentren sin paredes ni prejuicios.
Si queremos que esto pare y no vuelva, se hace indispensable abordar esta dimensión desde el interior de cada familia. “Nadie nos enseñó a ser padres”, decía el dicho, pero hoy existen alternativas para aprender. ¿Nos atreveremos a hacerlo?
Raúl Perry
Gerente de programas de Fundación San Carlos de Maipo