Señor Director:
Las personas somos seres sociables que vivimos en constante interacción con otros. En este contexto, las familias son el primer agente socializador de una persona. Hoy existen diversos tipos de familias, por ejemplo, nuclear, monoparental, familias extendidas, etc. Sin embargo, independientemente del tipo, a través de ella un niño se sitúa y va construyendo su mundo, aquí ocurren las primeras interacciones con otros seres humanos.
En este núcleo surgen los primeros vínculos afectivos, la familia protege, entrega un ambiente acogedor, da seguridad y amor. El recién nacido se orienta hacia su figura de apego, esta figura reconoce y cubre sus necesidades más básicas.
La familia, con sus principios e inmersa en su cultura, va traspasando valores hacia todos los integrantes. El vínculo familiar se forma y fortalece desde los primeros contactos, la adquisición de hábitos, conductas y afectos son parte del desarrollo, es, en este núcleo, donde debe existir seguridad para mostrar las emociones sin temores. Este espacio de amor, certeza y protección es nuestro inicio como seres sociables que interactúan constantemente con otros.
Desde esta lógica, resulta fácil querer a nuestras familias, con defectos, diferentes, únicas. Nuestras familias nos muestran el principio de nuestro camino y algunos de nosotros tenemos la fortuna de seguir acompañados en ese camino.
Cecilia Ponce Rebolledo
Directora de Terapia Ocupacional USS