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Caídas que van desde un 30% a un 50% en la producción de uva vinífera esta temporada, estimaron organizaciones de viñateros del Valle del Itata, quienes advirtieron que se trata de la peor crisis del sector desde 2008,
La presente vendimia, que en la zona comenzó en marzo con las variedades blancas, se ve agravada por un escenario de bajos precios, menores incluso a los del año pasado, los que no alcanzan a cubrir los costos promedio de producción en la zona.
Víctor Castellón, presidente de la Asociación Gremial de Viñateros del Valle del Itata, sostuvo que “hay más de un 50% de reducción en la producción de uva Moscatel”, lo que responde a varios factores, “como las heladas que se registraron durante el año y los golpes de calor que recibieron el año pasado producto de los incendios forestales, tenemos una cosecha con 15-18 días de retraso”.
“Esta baja en la producción no se veía desde 2008, ése fue un año horrible”, enfatizó Castellón, quien añadió que, “hay un sobrestock de vinos a nivel mundial y eso se refleja en los precios, hace poco vi unas botellas de vinos chinos en el supermercado que se vendían a $750, entonces, ¿quién va competir con eso? A mí, la botella me cuesta casi $800, a eso súmele el corcho, la etiqueta, la caja, los separadores, embotellado, mano de obra, flete, etc.”.
Por otro lado, el dirigente gremial apuntó al contexto económico recesivo como una variable relevante, expresado en el aumento de los costos de producción y en la contracción de la demanda internacional.
Abandono de las viñas
En Quillón, el vicepresidente de la cooperativa Coovicen, Juan Carlos Lagos, estimó en un 30%-40% la baja en la producción de uva.
“Lamentablemente, hay poca uva este año. Todo lo que tiene relación con el precio de la uva, que se viene arrastrando por más de 15 años, ha llevado a que los productores vayan dejando sus viñas abandonadas. Entonces, eso hace que las producciones sean menores. Vemos, además, que los costos han subido demasiado, por lo que sale caro darle las condiciones a la a la viña para que tenga una productividad aceptable; y como está todo caro -insumos, fertilizantes, mano de obra-, la gente solo las poda y las deja para ver cuánto dan. Eso hace que las producciones bajen un 30, 40, 50 por ciento”, resumió el dirigente.
Lagos mencionó, además, que hay menor interés por cosechar por parte de los viñateros, porque los precios no son atractivos. “Con esos precios, no quieren cosechar, no les sale a cuenta”, expuso.
Consultado por los precios, explicó que la cooperativa -que actúa como intermediaria en el mercado de uva- está pagando $140 por la uva blanca. “Esperamos que esto suba, porque hay poca uva y también hay poca uva de mesa, cuyo comportamiento también nos afecta. Esperamos que los precios suban para que la gente se motive a cosechar y que cuide sus viñas para la próxima temporada”, manifestó.
“Precios predatorios”
De igual forma, la dirigente local y coordinadora de la Coalición Nacional de Viñateros, Yenny Llanos, estimó la disminución de la producción superior al 50%. “Hay mucho menor volumen, no solo en Itata sino que a nivel nacional, incluso en la zona pisquera. Las plantas cargaron menos, a pesar de que hubo más lluvia; y un segundo factor es que hubo mucho abandono, hubo arranques masivos en el Maule, porque los costos no dan, y a muchos que no arrancaron, no les alcanzaron los recursos para hacer las últimas aplicaciones (de productos) para enfermedades fungosas, porque dada las mayores lluvias que se registraron, se requirió hacer más aplicaciones, entonces, hay una gran cantidad de viñedos que quedaron negros. Por otro lado, las altas temperaturas y los incendios afectaron a las plantas y ese daño perdura, especialmente en las variedades blancas”.
Sostivo, además, que “los precios son precios predatorios, muy por debajo de los costos de producción. Es decir, no cubren ni un tercio de los costos de producción, no solamente para uva, sino para vino, a productor. Y no solamente en el Valle del Itata, sino en todas las zonas vitivinícolas del país”.
Detalló que los precios que está pagando Concha y Toro (líder del mercado) para las cepas francesas finas tintas llegan a $100 por kilo (Carmenere, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah); y en las blancas (Chardonnay, Sauvignon Blanc) llegan a $150.
En cuanto a la Moscatel, comentó que se está ofreciendo hasta $160 por kilo, a diferencia de los $180 que se ofrecían el año pasado; mientras que por la uva País el precio a pagar es de hasta $90 por kilo, inferior a los $100 que se llegó a pagar en 2023.
“La vasta mayoría de las plantaciones no son viables económicamente a ninguna escala y la pregunta es ¿qué hacemos?, ¿arrancamos todo?, ¿cerramos la industria?, ¿va a haber un plan de cierre o qué? Es la pregunta que le hicimos al ministro de Agricultura en la última sesión de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados y en donde él no respondió y en un discurso simplón y servil a la gran industria y en una actitud chantajista de baja monta, condicionó la ayuda al sector a la reforma tributaria, poniendo en jaque a la Comisión, es lo más bajo que yo he escuchado de un ministro con una industria que está en quiebre”, sentenció Llanos.