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Vigilantes antecedieron en Ñuble la labor policial de Carabineros y PDI

Sin llegar a saberlo, las andanzas de los bandidos Pincheira (1819-1833), quienes sembraron el terror, y también en menor medida la admiración, desde Chillán al sur, sería uno de los factores desencadenantes de la profesionalización de la policía en Chile.

Porque hasta entonces, mediados del 1830, los problemas de seguridad en el país, por entonces mayoritariamente rural, se suscribían al control del bandidaje. El fenómeno, según historiadores, surgió tras el caos provocado por las luchas entre patriotas y realistas que terminó por fomentar la aparición de grandes bandas de salteadores que luchaban por uno u otro bando y que sembraron el terror durante la llamada “Guerra a muerte”, como es el caso de los hermanos Pincheira, famosos por su guarida rocosa que prevalece en el sector precordillerano de Pinto.

En este caso “el conflicto asumió el estilo de las guerras fronterizas en las cuales chocan grupos paramilitares, montoneros, guerrillas y grupos desesperados que ocuparon métodos como el pillaje, el incendio, el robo y el saqueo, la sorpresa y la emboscada”, explica el historiador José Bengoa Cabello.

Solo a fines del siglo XIX se logró reprimir con efectividad al bandidaje gracias a la creación en las provincias del sur del Cuerpo de Gendarmes para las Colonias (1896).

Paralelamente, en las grandes urbes, los delitos se concentran principalmente en puertos como Valparaíso, con una ardua actividad comercial sumado a pillajes y robos, que alcanzaban también a ciudades como Chillán.

De acuerdo al sitio memoriachilena, los primeros cuerpos policiales estables se organizaron durante la década de 1830 a instancias del ministro Diego Portales, con la finalidad de reprimir el bandidaje rural y controlar la delincuencia urbana.

Portales crea y organiza el Cuerpo de Vigilantes de Policía en la ciudad de Santiago. Surgieron entonces las policías fiscales que pasaron a ser administrados desde el Estado central.

Las policías fiscales respondieron a la necesidad de tomar medidas frente al crecimiento delictual en las ciudades, donde se experimentaba el surgimiento de barrios marginales y el creciente malestar social.

Cronológicamente se fueron conformaron sucesivamente cuerpos policiales cada vez más profesionalizados y especializados. En 1850 nace la Brigada de Policía que reúne el cuerpo de Vigilantes y Serenos en una institución militarizada; en 1896 se crea la Policía Fiscal y el Cuerpo de Gendarmes para las Colonias; en 1906 el Cuerpo de Gendarmes se funde con el Regimiento de Carabineros, tomando el nombre de este último, hasta que en 1927, Carlos Ibáñez del Campo fusionó las policías fiscales, municipales y de Carabineros bajo un único mando nacional, creando Carabineros de Chile.

Una imagen de la labor del cuerpo de Gendarmes en Chillán se puede apreciar en la fotografía que ilustra esta nota, que muestra una detención en medio de la calle 5 de Abril a inicios del 1900.

Separación de policías

La profesionalización de la labor de vigilancia y mantención de orden público, sumado a la aparición de nuevos requerimientos de la sociedad en materia de seguridad, motivó la necesidad de una mayor especialización policial para resolver aquellos casos por lo general sin flagrancia de por medio.

“Fueron incorporándose técnicas policiales que necesitó de funcionarios civiles y altamente capacitados para ser capaces de investigar a fondo y también ir introduciéndose en el mundo del hampa, con infiltraciones o informantes”, explica Héctor Acuña, ex prefecto de la PDI en Ñuble (2005-2007).

Los primeros indicios de la policía civil se remontan al año 1864 con la creación de la Policía Civil de Valparaíso y de la figura del “guardia comisionado”.

En el siglo XX, los progresos alcanzados por la policía en materia de identificación criminal con la utilización de la fotografía, antropometría y dactiloscopía, definieron el modelo de policía científica de sus agentes.

En 1932, el Presidente Arturo Alessandri Palma, separa el Servicio de Investigaciones,Identificación y Pasaportes de Carabineros, disponiendo reorganizar dichos servicios, los que quedaron bajo dependencia del Ministerio de Interior.

Se dio así forma definitiva a un modelo policial dual, separado en un cuerpo militarizado y otro de carácter civil.

“Fue muy importante lo que se hizo, de separar a las dos policías, debido a la necesidad de incorporar técnicas policiales que fomentaran la investigación policial como algo separado del resguardo del orden”, reflexiona Acuña.

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