Las lluvias de este invierno y el tráfico vehicular volvieron a llenar de baches el llamado camino antiguo a Coihueco. Ese tramo de tierra, de un kilómetro de largo, conecta a la villa San Miguel Arcángel con su única salida al exterior, Avenida Andrés Bello esquina Vicente Méndez.
La historia es vieja. Los vecinos, el alcalde y los concejales podrían recitarla de memoria, hito por hito, desde su construcción, en 2008, pasando por la quiebra de la constructora que la edificó, el remate de las casas y su larga lucha por mejorar su conectividad.
Pero en estos días, un vistoso lienzo ubicado en la intersección de Andrés Bello con el actual camino a Coihueco, y que destaca que por 12 años han buscado una respuesta, puso el tema devuelta.
“Funcionó el cartelito”, comenta el vecino Patricio Avendaño, quien acordó con el resto de la villa encargarse de ir a presentar los escritos a todas las autoridades que pudieran, eventualmente, ayudarlos.
Avendaño explica que “a través de la junta de vecinos estuvimos recopilando información, documentación histórica con la que esperamos reactivar nuestra solicitud”.
Son cerca de 70 los vecinos que compraron sus casas en esa villa, ubicada al oriente de la villa Barcelona (nororiente de Chillán, por Andrés Bello), a quienes les habían asegurado en la constructora que harían una salida vehicular por la calle Río Segre de la villa Barcelona.
Pero con la quiebra todo quedó en nada. “Y yo desde que vivo acá, hace 12 años, ya he visto cinco accidentes de autos que terminan en la zanja lateral o en el canal, por haberse metido a uno de estos hoyos”, dice el vocero de la junta de vecinos, Hugo Rohr.
De acuerdo al dirigente, “hemos hablando con muchas autoridades durante estos 12 años. Una vez hasta vino el alcalde (Sergio Zarzar) en 2009, cuando le pedimos que nos ayudara a cambiar el puente, porque el que teníamos se había roto con un temporal, y nos dijo que no era viable hacer un puente, pero que sí podía ayudarnos a la mantención del camino”.
Explica que en efecto, año tras año, llega personal municipal a hacer mantenciones y limpiezas, “pero una temporada de lluvia que pase y todo queda lleno de hoyos otra vez”.
El lunes, recibieron la visita del diputado Jorge Sabag (DC), quien se comprometió a indagar en qué caminos tomar para poder llegar a una solución.
“Hemos esperado mucho, creo. Sabemos que hubo un problema con la quiebra de la empresa, pero eso fue hace 12 años. Nosotros mismos hicimos gestiones para limpiar el camino, porque antes lo usaban de vertedero. Trabajamos para que nos pusieran luminarias y para que nos repararan el puente, así que esperamos que este nuevo esfuerzo que estamos haciendo nos permita tener un camino transitable. El que hay es de tercera categoría, daña los vehículos y ni las ambulancias ni los bomberos se sienten tranquilos pasando ese puente”, advierte Rohr.
Mientras que Patricio Avendaño añade que “incluso hay menos vigilancia policial, menos patrullajes, por lo mismo”.
“Hubo cosas muy raras”
Cuando el alcalde Sergio Zarzar asumió como tal, en 2008, la villa estaba en plena construcción.
“Pero ahí hubo cosas muy raras, manejos raros entre la empresa y la gente que estaba a cargo de los permisos en esos años”, advirtió el jefe comunal.
Lo anterior, como telón de fondo para explicar que “la empresa que quebró les dejó ese tremendo problema al municipio, porque pavimentar un camino de un kilómetro no es fácil, se necesita realizar todo un proyecto, por lo que tampoco estaríamos hablando de una solución al corto plazo”.
Zarzar se había reunido, precisamente, el lunes pasado con el director de Obras Municipales, Flavio Barrientos, para buscar opciones para el camino de la villa San Miguel. “Obviamente, es un tema que nos preocupa, pero no es algo sencillo de hacer, y es claro que ellos necesitan una solución rápida”.
San Miguel v/s Barcelona
De solidaridad entre los vecinos de las villas Barcelona y San Miguel poco se habla.
Historias entre ambas ya hay.
“No al puente” era la leyenda que se podía leer en las lunetas de decenas de vehículos que pertenecían a los vecinos de la Barcelona. Y esto en alusión al proyecto que alguna vez se barajó de realizar un puente que conectara a las dos villas por calle Río Segre.
Los de la Barcelona, una villa con casi mil casas, se oponían con fuerza porque ellos también cuentan con una sola salida y entrada, lo que generaba atochamientos irritantes, en los horarios punta.
Pese a que abrir el puente, que hoy es solo peatonal, supondría un aumento del flujo vehicular de menos de un 9%, la medida se rechazó porque el canal y el lugar por donde se emplaza el puente, cuenta con un uso de suelo que no admitía un viaducto vehicular.
“Por eso te digo. Ahí hubo manejos muy raros”, insistió Zarzar.