Con el objetivo de proteger a los recién nacidos frente a la tos convulsiva, también conocida como coqueluche, el Servicio de Salud Ñuble (SSÑ) reforzó el llamado a las embarazadas a recibir la vacuna dTpa (difteria, tétanos y tos convulsiva) desde las 28 semanas de gestación. Una medida que permite transferir anticuerpos maternos al bebé y prevenir cuadros graves durante los primeros meses de vida, antes de que comience su propio esquema de vacunación.
A la fecha, la cobertura regional alcanza un 81,8%, según el corte al 2 de noviembre. Por ello, desde la institución reiteraron la importancia de continuar avanzando en esta estrategia gratuita y segura, que ha demostrado su efectividad en reducir la hospitalización y mortalidad infantil asociada a esta enfermedad.
La vacuna está disponible de forma gratuita en todos los vacunatorios de los establecimientos de la red pública de salud. Su aplicación durante el embarazo está recomendada tanto por el Ministerio de Salud como por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese contexto, la Directora del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ), Elizabeth Abarca Triviño, subrayó: “Proteger al bebé comienza en el embarazo y esta inoculación es una herramienta fundamental para asegurar que los recién nacidos cuenten con defensas desde sus primeros días de vida. Vacunarse es un acto de amor y de responsabilidad que refleja el compromiso de las madres con la salud de sus hijos e hijas. Como red asistencial, seguimos enfocados en reforzar esta importante estrategia para llegar a más mujeres gestantes y garantizar una protección efectiva en toda la región”.
Por su parte, el Subdirector (s) de Gestión de los Cuidados del SSÑ, Nicolás Soto Cadena, destacó: “Los equipos de salud están trabajando activamente en la promoción y facilitación del acceso a esta dosis, que es parte del calendario anual de vacunación. La inmunización de las embarazadas no solo protege al recién nacido contra una enfermedad potencialmente grave como la tos convulsiva, sino que también contribuye a fortalecer la salud pública, evitando brotes y complicaciones que pueden afectar a los grupos más vulnerables”.
Desde el SSÑ recordaron que la vacuna puede administrarse desde las 28 semanas de gestación y que no presenta riesgos para la madre ni para el bebé, siendo una de las formas más efectivas de prevenir la tos convulsiva en los primeros meses de vida.
