Señor Director:
Es ciertamente entendible que el Partido Comunista esté molesto con el Poder Judicial. Que su excandidato presidencial, Daniel Jadue, haya entrado a la audiencia con peto y esposado, distando de los tratamientos que han tenido otros personeros de nuestra institucionalidad, claro que les genera resquemores. Lo que no significa que sea válida la posición que actualmente toman. El Poder Judicial -con sus bemoles- es un poder autónomo que funciona dentro de un régimen democrático. Tildar de montaje y de “ilegal” al allanamiento en Villa Francia, que da con un hallazgo no menor de arsenal, es un despropósito; no sólo porque quienes suscriben esta idea son efectivamente parte del gobierno, sino también porque este cuestionamiento tiene una idea subyacente: que el Poder Judicial tiene intereses suprajudiciales y, peor aún, persigue los -como dijo la diputada Gazmuri (PC)- espacios comunitarios. Hacer comparaciones con la dictadura militar respecto a este caso no es solo desatinado, sino que peligroso; pues de cierta forma busca equiparar un accionar sistemático y clandestino de vulneración de derechos por parte del Estado, con una operación transparente que deriva en 12 personas en prisión preventiva procesadas bajo el estado de derecho.
Bruno Andrés Navarro Cabrera